El toreo divergente
Hay una geometr¨ªa del toreo, y dicen los ge¨®metras que es puro cuando el toro, con su embestida, y el torero, con su pa?osa embarcadora, componen una figura convergente. La ant¨ªtesis es, en l¨®gica estricta, el toreo divergente, y hubo un toreo intermedio, por cierto a¨²n en vigor, que es el de las l¨ªneas paralelas.La evoluci¨®n del toreo podr¨ªa as¨ª estudiarse muy bien en su geometr¨ªa. Pongamos Belmonte. Iba Belmonte, se pon¨ªa frontero al fosco enemigo bufador mostrando lo que llamaban medio-pecho, adelantaba el enga?o, se tra¨ªa el toro toreado -que dicen- y vaciaba el pase detr¨¢s de la cadera -que suelen decir tambi¨¦n-. O sea, el toreo de all¨¢ para ac¨¢. Pongamos ahora Manolete. Iba Manolete, se colocaba de perfil, presentaba a un lado el enga?o, embarcaba al toro acompa?¨¢ndole el viaje para molestarle lo menos posible y remataba al aire de la fierecilla domada. O sea, el toreo de all¨¢ para all¨¢.
Flores / Mendes, Mart¨ªn, Caballero
Toros de Samuel Flores, bien armados, flojos y encastados en general, 6?, de excelente trap¨ªo, inv¨¢lido.V¨ªctor Mendes: estocada (oreja); bajonazo descarado- aviso- y dobla el toro (silencio). Pepe Luis Mart¨ªn: dos pinchazos bajos y dos descabellos (silencio). Manuel Caballero: media delantera ca¨ªda (oreja); bajonazo (petici¨®n y vuelta). Plaza de Vista Alegre, 15 de agosto. Segunda corrida de feria. Dos tercios de entrada.
Pongamos ahora V¨ªctor Mendes, Manuel Caballero, Pepe Luis Mart¨ªn, y sobre esta tema que practic¨® ayer el toreo divergente en el coso biba¨ªno de Vista Alegre, cien o doscientos coletudos m¨¢s de la moderna homada, no importa qui¨¦n primero y qui¨¦n despu¨¦s, porque todos son pr¨¢cticamente el mismo. Pong¨¢moslos. Iban los modernos coletudos, se colocaban medio de espaldas con la pierna contraria escondidita atr¨¢s, mostraban el pico de la muletaza, y al acudir el toro lo conduc¨ªan hacia afuera, lo m¨¢s lejos posible de su vista. O sea, el torero de ac¨¢ para all¨¢, entendido este all¨¢ por el paso de Subijana o podr¨ªa ser el de Pancorbo.
Toreo divergente, llevado hasta el infinito. El pase largo, que siempre se entendi¨® por suerte despaciosa, templada, mandona y pulcra ejecutada cabalmente en sus tres tiempos cl¨¢sicos, se confunde en la tauromaquia presente por el pase de ir¨¢s pero no volver¨¢s; una especie de despedida; adi¨®s, torito bueno, y ojal¨¢ no vuelvas. El p¨²blico biba¨ªno aplaudi¨® con calor el toreo divergente no por nada sino porque es de talante triunfalista, tiene el gusto aplaudidor, adem¨¢s estamos en fiestas, y nadie podr¨ªa pretender que se lea el Coss¨ªo o la Tauromaquia anal¨ªtica comparada de Vallida, antes de acudir a la plaza.
Ve¨ªa el p¨²blico bilba¨ªno a V¨ªctor Mendes pegar pases seguidos con la mec¨¢nica que se utiliza para las norias, ve¨ªa a Manuel Caballero darlos algo m¨¢s gustosos aunque siempre fuera de cacho y marginal al compromiso que plantean las astas buidas, y romp¨ªa a aplaudir con esa fuerza b¨ªblica que es patrimonio exclusivo de los vascos. Los vascos, cuando aplauden, es que aplauden de verdad, y pueden convertir sus ovaciones en apocal¨ªpticas. Estos acontecimientos de toreo divergente se produjeron en los primeros toros de los mencionados artistas; toros ambos, de sensacional nobleza. En los otros estuvieron menos lucidos. Con el cuarto, de seria casta, no se confi¨® Mendes -que banderille¨® muy inseguro-, y con el sexto, remiso a embestir como consecuencias de su invalidez, mulete¨® destemplado y encimista Caballero.
Pepe Luis Mart¨ªn no tuvo que recurrir a f¨®rmula geom¨¦tr¨ªca alguna para llevar y traer el toro a la cercan¨ªa de su cadera ronde?a o a los espacios siderales. Simplemente, se quitaba ¨¦l, unas veces dando el paso atr¨¢s, otras apretando a correr, y se acab¨® la presente historia. Pepe Luis Mart¨ªn no pudo ni con el toro incierto que sali¨® en quinto lugar, ni con el boyante que le hab¨ªa correspondido en el turno anterior. Porque Bilbao ya cuenta poco en la universidad del toreo, pero le ocurre esto en una c¨¢tedra, y se queda suspendido en Geometr¨ªa, para septiembre.
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