Cine de novelista
A pesar de las estrechas relaciones que existen entre literatura y cine, de que constantemente se est¨¢n convirtiendo novelas en pel¨ªculas, son muy pocos los novelistas que hacen cine y los directores que escriben novelas. En un r¨¢pido repaso aparecen la francesa Marguerite Duras, el norteamericano Norman Mailer, el italiano Pier Paolo Pasolini, el franc¨¦s Alain Robbe-Grillet, el espa?ol Gonzalo Su¨¢rez. Indudablemente hay m¨¢s ejemplos, pero no muchos m¨¢s, y en cualquier caso se salen siempre de lo habitual.Entre ellos se sit¨²a el alem¨¢n Peter Handke. Tanto por su estrecha colaboraci¨®n con el realizador Wim Wenders, que ha adaptado- su novela hom¨®nima El miedo del portero ante el penalty (1971), ha partido de un gui¨®n suyo sobre la obra de J. W. Goethe para hacer Falso movimiento (1974), y ha escrito con ¨¦l el gui¨®n de Cielo sobre Berl¨ªn (1987). Como por haber dirigido personalmente dos pel¨ªculas, la excelente La mujer zurda (1977) y la decepcionante La ausencia (1992).
L'absence
Director y guionista: Peter Handke. Fotograf¨ªa: Agn¨¦s Godard. M¨²sica: Joseph Mar¨ªa Bardagi. Francia, Alemania, Espa?a, 1992. Int¨¦rpretes: Eustaquio Barjau, Sophie Semin, Alex Descas, Bruno Ganz, Jeanne Moreau. Estreno en Madrid: Renoir (versi¨®n original subtitulada).
En los 15 a?os que separan la primera de la segunda pel¨ªcula de Peter Handke su literatura ha evolucionado profundamente, y eso se refleja con claridad en ambas producciones. Ha pasado de unas novelas m¨¢so menos tradicionales, dentro de una literatura muy personal, a unas narraciones muy modernas que se sit¨²an en el l¨ªmite entre la novel¨ªstica,, el ensayo y las memorias. Y, sobre todo, su concepci¨®n del cine ha evolucionado de estar apoyada en un s¨®lido gui¨®n, a basarse en la m¨¢s absoluta improvisaci¨®n.
Si este exceso de improvisaci¨®n ha da?ado el cine del aplicado profesional que es Wim Wenders, mucho m¨¢s ha ocurrido con el de Peter Handke, que en este terreno no pasa de ser un cualificado aficionado. De forma que, mientras La mujer zurda era una pel¨ªcula, quiz¨¢ de extremada lentitud, muy influida por el cine de su admirado director japon¨¦s Yasujiro Ozu, pero que contaba una historia de manera m¨¢s o menos tradicional, La ausencia es una improvisaci¨®n donde un jugador alem¨¢n, una joven francesa, un soldado negro y un intelectual espa?ol, conducidos por este ¨²ltimo, parten en peregrinaci¨®n por el Pirineo catal¨¢n en busca de su identidad.
Muy interesado por Espa?a, gran conocedor de nuestro pa¨ªs, La ausencia no s¨®lo est¨¢ rodada en su mayor parte entre nosotros, sino que su protagonista es Eustaquio Barjau, tan excelente traductor al castellano como limitado actor.
Con su tradicional estructura de itinerario, hablada en alem¨¢n, franc¨¦s, castellano y catal¨¢n, es un relato con ciertos, atractivos., demasiado enturbiado por un exceso de improvisaci¨®n, que s¨®lo refleja levemente su obsesi¨®n por los ruidos y su amor por la naturaleza. Queda muy lejos de la calidad obtenida en sus ¨²ltimos libros, por ejemplo Ensayo sobre el jukebox, obra en gran medida paralela a ¨¦sta, pero mucho mejor.
Producida por Wim Wenders, al igual que ocurr¨ªa con La mujer zurda, la irregular La ausencia es una pel¨ªcula altamente experimental, m¨¢s cercana al cine de los a?os sesenta que al de los noventa, que puede irritar a quienes vayan a verla sin saber qu¨¦ es, pero interesar a los seguidores de la literatura de Peter Handke, a los admiradores de Wim Wenders y a quienes guste ver pel¨ªculas ins¨®litas con la presencia de actores de la categor¨ªa de Bruno Ganz y Jeanne Moreau fuera de su contexto habitual.
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