Proposiciones contra el paro
Sorprende la unanimidad con que todos los organismos internacionales, centros de estudios econ¨®micos y organismos p¨²blicos y empresariales diagnostican los males de la econom¨ªa espa?ola: se trata de los altos costos laborales unitarios que pagan las empresas y de la rigidez del mercado laboral, como factores primordiales, seg¨²n dicen. No se aclara que nuestra rigidez es equivalente a la holandesa, a la alemana o a la francesa, pa¨ªses de econom¨ªa agresiva, pese a los graves problemas que tambi¨¦n sufren, y que desde luego tenemos menos flexibilidad que los brit¨¢nico los guineano cuanto a los costos laborales unitarios, habr¨ªa de distinguirse entre su componente salarial y su componente de cuotas aseguratorias y otras cargas p¨²blicas para repartir mejor las culpas entre todos los responsables.De cualquier forma, tenemos el enorme problema del paro como acerba cr¨ªtica a un pa¨ªs de gobierno socialista, el cual ha intentado paliarlo con f¨®rmulas asistenciales y prestacionales hasta que ha reventado el sistema aseguratorio p¨²blico. Es por ello hora de desmitificar la Seguridad Social si no queremos que nos fagocite a todos. Es hora tambi¨¦n de que admitamos que vivimos por encima de nuestras posibilidades y que el Estado espa?ol se encuentra en suspensi¨®n de pagos, antesala de quiebras que han jalonado los peores momentos de nuestra historia. Que tres millones de espa?oles sufren el estigma de inactivos no podemos permit¨ªrnoslo, aunque s¨®lo sea en t¨¦rminos econ¨®micos. En ese sentido, las siguientes reform¨¢s legislativas en materia de Seguridad Social y aspectos conexos aligerar¨ªan a las empresas de cargas econ¨®micas y burocr¨¢ticas y permitir¨ªan una mayor facilidad de empleo:
- Excluir limitadamente de la Seguridad Social al primer empleo de los trabajadores hasta un a?o de duraci¨®n. Los primeros empleos se refieren al colectivo m¨¢s castigado por el paro, el de los j¨®venes, que en su pr¨¢ctica totalidad viven con sus padres. S¨®lo los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales deber¨ªan ser asegurados, permitiendo al empresario la m¨¢s amplia libertad de hacerlo en mutuas patronales, aseguradoras y dem¨¢s entidades privadas o p¨²blicas del ramo.
- Excluir de la misma forma a los trabajadores a tiempo parcial con contratos por debajo de un determinado n¨²mero de horas. Aunque m¨¢s discutible que el caso anterior, por afectar a gran n¨²mero de mujeres, ello permitir¨ªa a las empresas contratar a personal especializado para temas puntuales con gran facilidad, incrementando el empleo. El sistema se practica en Alemania, que exime totalmente de la Seguridad Social a los empleos por debajo de 18 horas semanales y una cuant¨ªa salarial determinada. Parece m¨¢s adecuado excluir los empleos por debajo de 20 horas semanales -o su equivalente en las otras f¨®rmulas de tiempo parcial-, pero asegurando contra los riesgos profesionales.
- Obligar a los parados perceptores de prestaciones por desempleo a asistir a cursos de formaci¨®n o de perfeccionamiento profesional. Nuestra gran paradoja es que, existiendo un alto nivel de paro, las empresas no encuentran buenos especialistas. Nuestros trabajadores destacan por su imaginaci¨®n y laboriosidad -es la desorganizaci¨®n empresarial espa?ola la que los pervierte-, pero est¨¢n mal preparados, no s¨®lo por falta de actualizaci¨®n, sino por adolecer de una escasa cultura t¨¦cnica.
- Considerar oferta de empleo adecuada a la proveniente de fuera del lugar de residencia del parado, con un m¨ªnimo salarial digno. Pues otra gran paradoja es la existencia en el pa¨ªs de bolsas de oferta y de demanda que no se conectan entre s¨ª: necesitar una empresa valenciana mec¨¢nicos de aviaci¨®n, por ejemplo, y continuar mec¨¢nicos sevillanos percibiendo la prestaci¨®n por desempleo. Para ello se precisa tambi¨¦n terminar de informatizar las oficinas de colocaci¨®n y conectarlas como red local en todo el pa¨ªs.
- Reconvertir el Inem en aut¨¦nticas oficinas de colocaci¨®n, dejando para un lugar secundario la gesti¨®n de las prestaciones. En tal sentido, parece necesario desengancharlo (como hicieron los franceses hace algunos a?os) de la obsesi¨®n aseguratoria, quiz¨¢ estableciendo dos direcciones generales con amplia autonom¨ªa funcional. El Inem debe transformarse, por recordar el t¨ªtulo de una ¨®ptima revista catalana, en un ImagInem, que reslpaldo el autoempleo y las soluciones pr¨¢cticas al paro.
Las reformas antes vistas no son las ¨²nicas y, desde luego, s¨®lo son f¨®rmulas laborales en un problema con muchas aristas. La econom¨ªa espa?ola se encuentra d¨¦bil sobre todo por la escasez de empresarios productivos, por el exceso de precarizaci¨®n del empleo, por el caos organizativo que es normalmente una empresa en nuestro pa¨ªs, por el olvido del principio racionalizador de "a cada uno seg¨²n su trabajo"... La reforma econ¨®mica toma m¨¢s tiempo que la pol¨ªtica, y quince a?os no es nada, como dice la canci¨®n, para culminar la revoluci¨®n burguesa. A nuestra generaci¨®n corresponde desmitificar el Estado todopoderoso, e imaginar soluciones plurales para evitar la bancarrota.
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