Etica y l¨®gica
"El pueblo llano dif¨ªcilmente comprende actuaciones p¨²blicas que chocan con su elemental y contundente l¨®gica, en esa sabia mezcla de ¨¦tica y l¨®gica tan natural y tan dif¨ªcil. Entre las innumerables muestras actuales de contradicci¨®n con ese deseable esp¨ªritu, me gustar¨ªa destacar dos o tres que resultan especialmente llamativas.Estos d¨ªas se discuten las l¨ªneas que deber¨ªan configurar una futura ley del comercio, con intereses contrapuestos entre grandes superficies (t¨¢citamente apoyadas por un sector de consumidores que valoran sus ventajas) y los medianos y peque?os comerciantes, sustentadores de un no despreciable tejido laboral y social. Una medida l¨®gica (y ¨¦tica) ser¨ªa un significativo endurecimiento de la fiscalidad sobre las grandes superficies, en funci¨®n precisamente de los metros cuadrados dedicados, por acumulaci¨®n, a su actividad. Una seria progresividad en la fiscalidad ser¨ªa una forma de redistribuci¨®n de la presi¨®n fiscal, con disminuci¨®n de los m¨¢s peque?os a costas de los que imponen sus condiciones leoninas sobre proveedores y fabricantes.
Si alguien espera que, en el entramado del pacto social, se pueda apreciar ese deseado equilibrio ¨¦tico-l¨®gico, adelanto una desalentadora muestra. Se pretende frenar el crecimiento del paro flexibilizando el despido. Tengo verdadero inter¨¦s en localizar empresarios dispuestos a contratar a mano de obra altamente cualificada que, por la inexorable ley biol¨®gica, haya traspasado la barrera cuarentona. De prosperar lo que adivino en los textos adelantados, se va a abrir la veda para el trabajador molesto o, simplemente, no acomodaticio. Por lo visto una cosa es la ¨¦tica, la l¨®gica y otra muy distinta la forma de convertirlas en normas legales que regulen la convivencia de los ciudadanos y contribuyentes".-
Villamanta (Madrid).
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