Sacrificios

Los l¨²cidos que in¨²tilmente protest¨¢bamos ante todo un reino de despilfarros p¨²blicos en obras y fastos fara¨®nicos, la m¨¢s severa desindustrializaci¨®n conocida, destrucci¨®n de la peque?a empresa, abandono del campo favorecido por medidas incomprensibles, precariedad del empleo, venta de las mejores empresas nacionales y el clima general de corrupci¨®n e incompetencia, ¨¦ramos denostados como cr¨ªticos alarmistas. El tiempo nos dio la raz¨®n.Ahora, aquellos que produjeron esta desastrosa crisis, los que destruyeron todo un entramado econ¨®mico y de relaciones laborales, ciegos y sordos a todo lo que no sean sus curiosas teor¨ªas basadas en un decimon¨®nico capitalismo salvaje, contando con la complicidad de unos domesticados sindicatos y la apat¨ªa y el miedo generalizados, vuelven a la carga pidiendo todav¨ªa m¨¢s sacrificios a los trabajadores, que hist¨®ricamente y estoicamente pagamos sus alegr¨ªas y sus errores.

Primero, que se cree un Tribunal de Cuentas independientes (un manos limpias italiano), con amplios poderes, que investigue a nivel central, auton¨®mico y local los esc¨¢ndalos, la corrupci¨®n, elalegre despilfarro generalizado, la valoraci¨®n y necesidad de las obras realizadas y el d¨¦ficit escandaloso, investigando y juzgando hasta los ¨²ltimos y m¨¢s altos responsables.

S¨®lo despu¨¦s, que nos pidan sacrificios-