Fr¨ªa acogida en Filipinas a los restos de Marcos
Miles de leales, religiosamente fieles a su recuerdo muchos de ellos, recibieron ayer, en la ciudad filipina de Laoag, el cad¨¢ver embalsamado del dictador Ferdinand Marcos, que muri¨® en su exilio de Honolul¨² (Hawai) tres a?os despu¨¦s de su derrocamiento en 1986 por la revoluci¨®n que encabez¨® Coraz¨®n Aquino. El Gobierno, que teme una manipulaci¨®n pol¨ªtica de los funerales, prohibi¨® que sus restos mortales fueran trasladados directamente a Manila,tal como quer¨ªa la familia. La viuda, Imelda, y sus tres hijos, de luto riguroso, solemnes, se abrazaron al f¨¦retro, que transportaron a hombros 12 generales del antiguo r¨¦gimen, nost¨¢lgicos todos de aquellos a?os de represi¨®n e ignorancia.
El Boeing 727 de la compa?¨ªa Continental alquilado por los organizadores, con 150 de ellos a bordo, aterriz¨® a las 8.45 de ayer (hora local) en el aeropuerto de Laoag, en la provincia de Ilocos Norte, a 400 kil¨®metros al norte de la capital. En esta regi¨®n, tierra natal de Marcos, el difunto cement¨® m¨¢s carreteras que en toda Manila.No acudi¨® a recibir el cad¨¢ver el mill¨®n de personas anunciado como seguro por el s¨¦quito de Imelda, pero s¨ª lo hicieron 15.000 incondicionales que vest¨ªan camisetas adornadas con textos de bienvenida y cari?o. "Regresa el h¨¦roe"; "Marcos, otra vez", se le¨ªa en algunas pancartas. Muchos de ellos penoctaron en la terminal para asegurarse un buen lugar en la l¨ªnea de salida hacia la pista de aterrizaje.
Miembros del grupo Alfa-Omega, para quienes Marcos es Dios, se desplazaron a Ilocos Norte y entraron en trance cuando desembarcaron el ata¨²d con el cuerpo del hombre que huy¨® precipitadamente de Filipinas el 25 de febrero de 1986 con la revoluci¨®n pis¨¢ndole los talones.
Largas negociaciones
La anterior presidenta, Coraz¨®n Aquino, al igual que el actual jefe de Gobierno, Fidel Ramos, sostuvieron un largo proceso negociador con Imelda Marcos antes de permitir que el cuerpo de su esposo, sospechoso de ordenar la muerte de Benigno Aquino el 21 de agosto de 1983, recibiera sepultura en el pa¨ªs que gobern¨® con m¨¢s desgracia que fortuna durante lustros.
Alegando razones de seguridad nacional, y posibles enfrentamientos f¨ªsicos entre quienes celebran el acontecimiento y quienes sufrieron las fechor¨ªas del gobernante fallecido, las autoridades se opusieron a la celebraci¨®n de exequias en Manila. Tambi¨¦n rechazaron de plano rendir honores de Estado a un hombre acusado de haber saqueado las arcas p¨²blicas sin apenas provecho para su empobrecida naci¨®n. Un hombre que, adem¨¢s, impuso la ley marcial desde 1972 y encarcel¨® a quienes desafiaron su brutal hegemon¨ªa. Tres a?os m¨¢s tarde, un total de 6.000 personas permanec¨ªan encarceladas por delitos pol¨ªticos, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional.
Fidel Ramos, pariente lejano del dictador y en cuyos organismos de seguridad colabor¨® activamente hasta su conversi¨®n a la democracia cuando el r¨¦gimen agonizaba, deleg¨® en su hermana, la senadora Leticia Ramos, la representaci¨®n oficial en los pr¨®ximos funerales y le encarg¨® un mensaje de paz y reconciliaci¨®n. El vicepresidente del Gobierno, Joseph Estrada, actor de cine hasta su reciente entrada en la pol¨ªtica, tambi¨¦n viaj¨® a Laoag, aunque precis¨® que lo hac¨ªa a t¨ªtulo personal.
Los hijos y la viuda del presidente fallecido, a quien la justicia filipina imputa el robo o la evasi¨®n de varios miles de millones de d¨®lares durante sus a?os de primera dama, acusaron al Ejecutivo de "cortedad mental" al negar la autorizaci¨®n para el homenaje deseado, cuya celebraci¨®n en Manila no se descarta.
Canciones patri¨®ticas
En la jornada de ayer, en la ceremonia de recibimiento, mientras los altavoces reventaban con canciones patri¨®ticas, principalmente aquella titulada Soy filipino y otras del gusto del finado, Imelda, quien volvi¨® a su pa¨ªs en 1991 a pesar de las m¨²ltiples querellas judiciales presentadas contra ella, lloraba desconsoladamente. "Gracias a Dios, ¨¦l est¨¢ en casa", dijo, antes de besar el ata¨²d y entonar el himno nacional con los presentes.
El f¨¦retro, cubierto con la bandera nacional, fue depositado por los generales en una plataforma donde se le tribut¨® un ritual con liturgia pagana, cristiana y musulmana, nada extra?o en un pa¨ªs mayoritariamente cat¨®lico, pero con presencia de sincretismo religioso. Despu¨¦s, en un carro de caballos, fue transportado hasta su emplazamiento en la catedral de Laoag. Marcos ser¨¢ enterrado el viernes.
"Es un dios"
Las inyecciones de conservantes y maquillaje deformaron el rostro del ¨²ltimo dictador filipino hasta hacerlo casi irreconocible. Fue amortajado con ropa de gala y con rosario entre las manos. Sus seguidores pugnaban ayer por abrirse paso hasta el f¨¦retro y observar el estado de conservaci¨®n del cad¨¢ver que atendi¨® durante cuatro a?os, en una cripta refrigerada de Honolul¨², el experto Frank Malabed, quien el pasado a?o reclam¨® a la familia haberes no devengados. "Puedo conservarlo durante 10 a?os m¨¢s", prometi¨®.Los militantes de la secta Alfa-Ornega, protagonistas ayer de los mayores delirios, esperan, sin embargo, el milagro: la resurecci¨®n del h¨¦roe.
Uno de sus cabecillas la anticipaba temprano porque "es un dios". Mientras tanto, la familia ha erigido un mausoleo de m¨¢rmol negro, de 20 millones de pesetas, en la poblaci¨®n de Batac, a 30 kil¨®metros de Laoag, en cuyo aeropuerto se encendi¨® una discreta fogata para convocar a los buenos esp¨ªritus. En este pante¨®n, que estos d¨ªas ha sido lugar de peregrinos, se depositar¨¢n los restos mortales de la madre de Ferdinand Marcos, Josefa Edralin, fallecida en 1988 y cuya cuerpo fue tambi¨¦n conservado en una c¨¢mara frigor¨ªfica.
Los Marcos reconoc¨ªan ayer que en la primera cita no se ha conseguido reunir al mill¨®n de personas, pero esperaban completarlo en los tres d¨ªas de vigilias y ceremonias.
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