El fuego de la desesperaci¨®n

El Ayuntamiento de Crotone, en Calabria, tuvo que cerrar ayer sus puertas cuando un centenar de esposas de los 333 trabajadores de la planta qu¨ªmica Enichem, sometidos a regulaci¨®n de empleo, intentaron forzar las puertas del edificio.Familiares de los trabajadores y algunos de los antiguos empleados ocuparon la estaci¨®n de ferrocarril, se sentaron en las v¨ªas e impidieron la salida de varios trenes. La noche anterior, en medio de graves incidentes con las fuerzas del orden, la planta hab¨ªa ardido a manos de los despedidos.

La tensi¨®n estall¨® a ¨²ltima hora del lunes, cuando los sindicatos hicieron saber que hab¨ªan fracasado las negociaciones con el Gobierno y el Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), la empresa estatal de energ¨ªa que es la propietaria de la planta. De un total de 430 personas, 333 quedar¨¢n sin trabajo.

Los empleados procedieron entonces al incendio de las instalaciones, despachos y maquinaria de la f¨¢brica. Volcaron varios barriles de f¨®sforo delante de las puertas de acceso a la empresa y en la carretera nacional 106, que tambi¨¦n fue pasto de las llamas.

Adem¨¢s, impidieron la llegada de los bomberos y, s¨®lo despu¨¦s de horas de incendio y cuando las p¨¦rdidas eran ingentes, procedieron a apagar ellos mismos las llamas. El d¨ªa anterior, un electricista de 38 a?os se hab¨ªa subido a la chimenea de la f¨¢brica, a 120 metros de altura, y amenaz¨® con tirarse al vac¨ªo. S¨®lo desisti¨® ante el enga?o de algunos de sus compa?eros, que le dijeron que se hab¨ªa alcanzado una soluci¨®n con la empresa.

La historia del incendio de la planta qu¨ªmica de Crotone es fruto del agotamiento del sur de Italia ante la depresi¨®n y lo que considera olvido y abandono de los poderes p¨²blicos. La factor¨ªa qu¨ªmica naci¨® hace 70 a?os como Montecatini. Entonces trabajaban en ella casi 2.000 personas, lo que fren¨® la emigraci¨®n, y, al haber trabajo, tambi¨¦n la infiltraci¨®n del crimen organizado. Pas¨® despu¨¦s a Montedison. Produc¨ªa fertilizantes y fosfatos y daba trabajo a un millar de personas. Hasta que, en manos del ENI, redujo su plantilla a alrededor de 500 trabajadores y limit¨® su producci¨®n a f¨®sforo y sustancias para detergentes, ¨¢reas que ahora se quieren cerrar tambi¨¦n, dejando s¨®lo con trabajo a un centenar de personas.

Los trabajadores de Enichem -que en 1992 tuvo unas p¨¦rdidas de m¨¢s de 2.000 millones de pesetas, es decir, casi cinco millones y medio por empleado, ante la ca¨ªda de los precios internacionales del f¨®sforo- llevan meses luchando por la supervivencia de la ¨²nica gran planta qu¨ªmica que queda en Calabria, zona en la que quien pierde un puesto de trabajo no vuelve, generalmente, a encontrar otro. Crotone, dicen, es un c¨®ctel de enga?os y promesas no mantenidas. Que el c¨®ctel era explosivo se vio en la madrugada de ayer.