El Barcelona moja toda su p¨®lvora en Albacete

No fue el Barcelona de las tres ligas. Tan s¨®lo una caricatura de ¨¦l en una tarde poco feliz. El equipo de Cruyff se dio de bruces ante un contrario estudioso, el Albacete, que actu¨® siempre convencido de haber dado con la f¨®rmula adecuada para ponerle contra la pared. No fue el Bar?a de los Romario, Guardiola y compa?¨ªa, y as¨ª, a la fuerza, deb¨ªa quedarse sin recompensa: un punto que sabe a poco para el que pasa por ser el due?o del f¨²tbol espa?ol.El Albacete descubri¨® en la rapidez la mejor terapia para frenar la m¨¢quina del Barcelona. Rapidez traducida en anticipaci¨®n a la hora de defender y en perseguir los huecos que concede el riesgo del Barcelona a la de atacar. Y la estrategia dio resultado: el conjunto azulgrana no encontr¨® caminos para fabricar su juego de siempre.

Guardiola dirigi¨® con la inspiraci¨®n de espaldas; Quique Estebaranz no logr¨® sacar adelante nunca su uno contra uno, y Romario, simplemente no estuvo. Llegaba el brasile?o con un pasado reciente intimidador, y se fue sin ense?arlo. Apenas apareci¨® en el partido. En realidad, no le dejaron. Tuvo a Coco en el cogote todo el rato, y no encontr¨® la manera de quit¨¢rselo de encima. Albacete se qued¨® sin ver la magia de Romario.

Con esas, el Barcelona qued¨® a espensas de la habilidad de Laudrup para inventar huecos. Cruyff lo intent¨® todo: cambi¨® de banda a Quique, puso a Bakero de Romario y a Romario de Bakero, pas¨® a Iv¨¢n a la izquierda y luego le devolvi¨® a la derecha, tir¨® de Stoichkov en la segunda parte y hasta adelant¨® en algunas fases a Laudrup. Ni con esas. El Barcelona s¨®lo meti¨® peligro con los pases del dan¨¦s. Pero fue lo ¨²nico. Le dej¨® solo Amor dos veces. Y a Bakero, y a Stoichkov y a Romario. Pero all¨ª nadie encontraba el tino.

No fue el Barcelona de otras veces. Ni siquiera cuando logr¨® superar num¨¦ricamente a su rival -Jos¨¦ fue expulsado, en el minuto 50, por doble amonestaci¨®n). El p¨²blico de Albacete entendi¨® que la inferioridad de hombres deb¨ªa haber ca¨ªdo sobre el Barcelona. No se olvidaron nunca de una entrada de Koeman sobre Antonio, mediado el primer periodo, que en su opini¨®n era merecedora de la cartulina roja.

Con Stoichkov y Nadal en el campo, en sustituci¨®n de Koeman y Quique Estebaranz, el Barcelona ya corri¨® definitivamente con todo el peso del partido. Fue metiendo poco a poco al Albacete en su alcoba y apenas le dej¨® salir de all¨ª. Pero no recuper¨® su brillantez de siempre y no pas¨® del empate.