Una combinaci¨®n explosiva de armas y pasi¨®n
El acuerdo de Washington hace temer acciones violentas de los colonos jud¨ªos y los integristas palestinos
Pr¨¢cticamente no hay espacio libre en las paredes del peque?o despacho del se?or Joseph Alpher, en uno de los edificios rodeados de jardines del campus de la Universidad de Tel Aviv. Las repisas est¨¢n llenas de gruesos libros especializados en espionaje, asuntos militares y una serie de vol¨²menes sin t¨ªtulo. Sobre mapas y fotograf¨ªas a¨¦reas destaca la insignia alada del Cuerpo de paracaidistas de Israel. Quiz¨¢s porque no s¨®lo es un ex soldado, sino un alto oficial del Mossad, el legendario servicio de inteligencia israel¨ª al que prest¨® sus servicios durante 16 a?os, lo que tiene que decir el se?or Alpher en estos momentos adquiere indudablemente importancia capital. Alpher, actual vicedirector del Centro de Estudios Estrat¨¦gicos Jaffee (CEEJ), est¨¢ ciertamente en condiciones de trazar un pron¨®stico de lo que puede suceder en Israel y los territorios ocupados tras la hist¨®rica cita de Washington. Su visi¨®n del futuro es inquietante. Dice que tras la firma del acuerdo entre Israel y la Organizaci¨®n Para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), de Yasir Arafat, hay que esperar reacciones violentas.La previsi¨®n de Alpher no es tan aventurada como pudiera parecer. El CEEJ tiene datos. Uno de los m¨¢s alarmantes, dice Alpher, es que en este momento hay por lo menos 10.000 colonos jud¨ªos armados "preparados para considerar el uso de la fuerza para expresar su oposici¨®n al acuerdo". Varios expertos como ¨¦l se inclinan a pensar que esos colonos pueden protagonizar ataques contra los ¨¢rabes. Pero en esos mismos c¨ªrculos existe otra preocupaci¨®n: la rabia de los colonos jud¨ªos frente al pacto de Washington, al que consideran como una traici¨®n, puede volcarse contra el Gobierno israel¨ª de Isaac Rabin.
Si el "acuerdo de Washington" puede precipitar una lucha interna entre los palestinos partidarios de la OLP y sus enemigos integristas, est¨¢ igualmente latente la posibilidad de una explosi¨®n interna en el seno de la heterog¨¦nea sociedad israel¨ª. "En ambos campos sobra pasi¨®n, ciega pasi¨®n", apunta un analista vinculado a los servicios de informaci¨®n israel¨ªes. "Y, no hay que olvidarlo, en ambos campos hay armas", a?ade.
Los m¨¢s duros del campo israel¨ª y los m¨¢s duros del campo palestino van a tratar de sabotear el proceso de paz. No hay que descartar la posibilidad de que se perpetren atentados contra ¨¢rabes para culpar a los israel¨ªes y viceversa. En fin, no hay que subestimar las posibilidades que ofrece el viejo y sangriento truco de capitalizar el caos desde las sombras.Cooperaci¨®n policial
El Gobierno israel¨ª ya ha ofrecido a los palestinos toda la cooperaci¨®n posible para formar un cuerpo policial capaz de controlar la amenaza de los sectores integristas musulmanes. Incluso se ha brindado a entrenar a polic¨ªas ¨¢rabes. Seg¨²n el l¨ªder palestino Faisal al-Husseini, una vez que Gaza y Jeric¨® obtengan autonom¨ªa limitada, la OLP tendr¨¢ una fuerza policial de entre 20 y 30.000 miembros, todos procedentes de "batallones palestinos" entrenados en Siria y Jordania. Lo que el Gobierno laborista de Israel espera de esa fuerza es la gradual eliminaci¨®n de Ham¨¢s y las agrupaciones isl¨¢micas que han jurado continuar la lucha.
Alpher est¨¢ entre los convencidos de que una escalada de violencia puede acarrerar consecuencias funestas para el proceso de paz en curso y de que los que m¨¢s perder¨ªan en ese caso ser¨ªan los palestinos. "La cuesti¨®n de la seguridad es una prueba, la prueba m¨¢s dif¨ªcil para el proceso de paz", dice. "Si las cosas se escapan del control del Gobierno israel¨ª y si se constata que los palestinos son incapaces de hacer frente a las amenazas de los terroristas del Ham¨¢s o de la Yihad Isl¨¢mica, el Gobierno podr¨ªa decir lo que hasta este momento ha pasado por alto: que el proceso en s¨ª es reversible y que podr¨ªa suspenderse invocando razones de seguridad del Estado", a?ade.
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