Caza del turista en las calles de Miami

Colocaron decenas de r¨®tulos en las autopistas para orientar a los turistas, obligaron a las compa?¨ªas de alquiler de autom¨®viles a cambiar por matr¨ªculas comunes sus chapas especiales y a remover toda publicidad que distinguiera sus veh¨ªculos de otros, imprimieron millares de volantes ofreciendo consejos sobre c¨®mo eludir a los delincuentes, pero nada ha podido detener los asaltos contra los turistas en el sur de Florida. Ocho extranjeros, la mitad de ellos alemanes, han sido asesinados desde octubre, provocando un temor general a que la mala publicidad perjudique a la vital industria tur¨ªstica.Uwe-Wilhelm Rakebrand, un ingeniero alem¨¢n de 33 a?os, es la ¨²ltima v¨ªctima. Fue asesinado a su llegada a Miami la madrugada del mi¨¦rcoles, cuando se dispon¨ªa a pasar una segunda luna de miel con su esposa, Kathrin, de 27 a?os, embarazada de su primer hijo.

Los Rakebrand hicieron todo lo que las autoridades recomiendan a los turistas para no ser un blanco f¨¢cil de los delincuentes. Metieron sus maletas en el ba¨²l del Toyota Corolla que alquilaron y, mientras Uwe conduc¨ªa por la autopista hacia el hotel, Kathrin le le¨ªa en voz alta las medidas de seguridad impresas en el volante que les dieron en Alamo Rent-a-Car. Rakebrand no se detuvo cuando un cami¨®n de mudanza le golpe¨® dos veces por detr¨¢s. El folleto dec¨ªa que con frecuencia los asaltantes fingen accidentes para tenderle una trampa a sus potenciales v¨ªctimas. Rakebrand sigui¨® conduciendo a velocidad normal rumbo a la playa. Casi no hab¨ªa tr¨¢fico y al cami¨®n le result¨® f¨¢cil adelantarlo.

Fue entonces cuando le dispararon, mat¨¢ndolo instant¨¢neamente de un tiro que le atraves¨® la espalda. Rakebrand se convirti¨® en el octavo turista asesinado en Florida, echando por tierra los esfuerzos de las autoridades.

Despu¨¦s de la conmoci¨®n que produjo el asesinato a sangre fr¨ªa de una maestra alemana en Miami el pasado 2 de abril, se puso en marcha una ambiciosa campa?a oficial de medidas para proteger a los turistas, entre ellas, la creaci¨®n de una fuerza especial de polic¨ªa que investiga los delitos relacionados con los visitantes. Pero despu¨¦s de todo, eso no sirvi¨® para salvarle la vida a Rakebrand.

"Esto es algo desalentador y alarmante para cualquiera, no s¨®lo para los turistas", coment¨® Stuart Blumberg, director de la Asociaci¨®n de Hoteles de Recreo de Miami Beach, desesperanzado porque "alguien que sigui¨® las reglas fue asesinado". El gobernador de Florida, Lawton Chiles, dijo que desde abril pasado se ha "progesado bastante", pero admiti¨® que esta nueva muerte muestra que, "obviamente, se necesita hacer m¨¢s".

Los sospechosos del asesinato de Rakebrand -dos hombres y una mujer, j¨®venes de raza negra- fueron capturados en menos de 72 horas tras una intensa b¨²squeda policial. Pueden ser condenados a la pena de muerte o a cadena perpetua.

La mujer ha sido arrestada en otras dos ocasiones por robos de menor cuant¨ªa y posesi¨®n de armas, pero no lleg¨® a ser encausada. "Esa mujer merece la silla el¨¦ctrica", coment¨® una residente en Miami Beach, sosteniendo que la ¨²nica manera de restablecer la confianza de los turistas es castigando con la mayor dureza a los delincuentes que los atacan.