Tornillos de d¨ªa, copas de noche

Como la noche transformaba al doctor Jeckyl en m¨ªster Hyde, un gris pol¨ªgono industrial se convierte despu¨¦s de las doce campanadas en la zona con m¨¢s marcha de Alcorc¨®n (140.000 habitantes). Los finos de semana cambia el aspecto de las naves industriales y hasta el nombre del pol¨ªgono Urtinsa. Entre copas y bailes es Costa Polvoranca.Pubs, discotecas y karaokes; salsa, bakalao, rock y dem¨¢s m¨²sicas. Una treintena de locales se reparten en unas naves-nido (dedicadas al almacenamiento de materiales) reconvertidas a la nueva moda nocturna. La idea, pionera en la regi¨®n, de transformar a una cenicienta industrial en princesa del ocio est¨¢ recogida en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Alcorc¨®n de 1987. All¨ª se establec¨ªa que un 30% de la extensi¨®n del pol¨ªgono podr¨ªa ser destinada a servicios. Aunque todav¨ªa est¨¢ lejos de alcanzarse ese porcentaje, "est¨¢ claro que se van a tener que cambiar las ordenanzas de, los locales", apunta Enrique Cascallana, concejal de Urbanismo.

Urtinsa ha roto los esquemas. "Abrimos desde las nueve o las diez de la noche hasta las siete o las ocho de la ma?ana", explica Luis Duque, propietario del local Brujas, inaugurado el pasado d¨ªa 3. Duque es de los que echa el cierre temprano. Pero otros colegas aguantan con su barra en servicio hasta el mediod¨ªa siguiente.

Urtinsa, aparte de revolucionar y descongestionar la zona tradicional del copeo en Alcorc¨®n, se ha convertido en un pr¨®spero negocio. Hace dos a?os empez¨® a emitir sus primeros decibelios la discoteca Revolc¨®n. Hoy, las peticiones de licencia de apertura proliferan como hongos en la Concejal¨ªa de Urbanismo. "Tenemos 24 locales pendientes de licencia", agrega Cascallana, quien no se sorprender¨ªa si, a corto plazo, desembarcan en Costa Polvoranca algunas de las cadenas de discotecas m¨¢s conocidas de la capital, como Archy.

M¨¢s de 7.000 clientes los fines de semana, 400 empleos directos, 300 pesetas la cerveza (600 pesetas si es un mini o envase de litro), entre 500 o 600 pesetas el cubata (precio que var¨ªa seg¨²n la etiqueta de la botella) y 300 pesetas las hamburguesas y perritos son tan s¨®lo apuntes de las listas de precios de la reconversi¨®n industrial nocturna.

La cosa promete. No puede ser para menos. Se acabaron las quejas vecinales por ruidos, ya que la primera casa habitada dista m¨¢s de 500 metros de Urtinsa, y se terminaron los problemas de aparcamiento: en las amplias avenidas del pol¨ªgono sobra sitio. Tambi¨¦n se ha evitado que los j¨®venes de Alcorc¨®n se fuguen en coche a los bares de la capital o de otros municipios del ¨¢rea metropolitana.

Locales como Sabor, Wattio's, Talfis, Juana la Loca o Tr¨®pico Ut¨®pico ocupan ya un puesto de privilegio en las agendas nocturnas. Algunos rumiaron bastante las ideas antes de bautizar su discoteca. "Se iba a llamar Queimada, pero nos hubiese obligado a estar todas las noches haciendo queimadas, y no es plan", confiesa entre risas el propietario de Brujas.