Suram¨¦rica recurre a la elegancia

El f¨²tbol suramericano ha recurrido a sus reservas a¨²n no contaminadas por las t¨¢cticas europeas para afrontar la pr¨®xima Copa del Mundo. Los pa¨ªses clasificados el pasado domingo, Brasil (derrot¨® a Uruguay, 2-0) y Bolivia (empat¨® con Ecuador, 1-1), que se suman a Colombia, tienen en com¨²n un estilo de juego basado en el predominio del toque seguro del bal¨®n sobre la fuerza f¨ªsica. Dos de los hist¨®ricos de la regi¨®n, Uruguay, que ya qued¨® eliminado, y Argentina, que a¨²n debe disputar en dos partidos frente a Australia una plaza vacante, sufren la confusi¨®n ideol¨®gica en la que navegan desde hace 20 a?os.La feroz pol¨¦mica entre menottistas -partidarios del entrenador C¨¦sar Menotti, que gan¨® con Argentina la Copa del Mundo de 1978- y bilardistas -partidarios del Carlos Bilardo, que gan¨® la de 1986- deber¨ªa ahora quedar definitivamente cerrada despu¨¦s de semejante demostraci¨®n. Sin embargo, el llamado loco de los videos, Bilardo, no se resigna a aceptar su derrota. Todav¨ªa escribe en los peri¨®dicos que "todos los equipos hacen lo que yo vengo diciendo desde hace 20 a?os". Una afirmaci¨®n que se desvanece de inmediato cuando se recuerda que Bilardo tambi¨¦n pas¨® por Colombia y all¨ª nadie le recuerda con cari?o.

El propio Bigot¨®n Azkargorta, como le llaman al vasco seleccionador de Bolivia, admite que de nada le hubiera valido imponer criterios europeos en un f¨²tbol como el boliviano, donde los jugadores tienen otras condiciones f¨ªsicas y se cr¨ªan en un estilo diferente de preparaci¨®n y de juego. Fue ¨¦l, Azkargorta, quien se adapt¨® al medio y dedic¨® su esfuerzo a mejorar la organizaci¨®n, la alimentaci¨®n, el cuidado sanitario, la concentraci¨®n y tambi¨¦n a imponer un orden m¨ªnimo de movimientos dentro del campo.

El sentir popular

Por si queda alguna duda, ah¨ª est¨¢ Carlos Parreira, el entrenador de Brasil, que no puede siquiera disfrutar de la clasificaci¨®n ni del baile que su equipo le dio a Uruguay porque al fin tuvo que ceder a la presi¨®n del p¨²blico y de la prensa, que le reclamaba el ingreso de Romario y le criticaba sus orientaciones t¨¢cticas, contrarias al tradicional estilo brasile?o. Despu¨¦s del partido frente a Uruguay (2-0) y de la espectacular demostraci¨®n de Romario, el entrenador Parreira trat¨® de explicar lo inexplicable: ?por qu¨¦ no hab¨ªa convocado antes al jugador del Barcelona?.Su caso es el t¨ªpico de los t¨¦cnicos que se creen m¨¢s importantes que los que de verdad entran al campo y deciden. Ahora Parreira seguramente ser¨¢ reemplazado por Tel¨¦ Santana o por alguien que de verdad interprete el sentimiento popular. El aficionado brasile?o, como la mayor¨ªa de los buenos aficionados de todo el mundo, no quiere a los profetas de victorias seguras porque no olvida que el f¨²tbol es un maravilloso juego en el que un gordito talentoso como Maradona es m¨¢s valioso y ¨²til que un magn¨ªfico atleta como Carl Lewis.