De Terrible a corriente
El presunto nazi Iv¨¢n Demianchuk regresa a Estados Unidos tras ser absuelto en Israel
Quiz¨¢ nunca se sepa toda la verdad, pero lo cierto es que el nombre de Iv¨¢n Demianchuk ya es sin¨®nimo de batallas legales y de interminables pesadillas de guerra. El hombre a quien Israel puso en libertad el pasado martes, tras no encontrar pruebas que demostrasen sin ninguna duda que fue uno de los m¨¢s despiadados verdugos nazis, regres¨® ayer a Estados Unidos para tratar de limpiar su nombre, recobrar su ciudadan¨ªa norteamericana y vivir, lo, que le queda, en paz. Tocado con un sombrero panam¨¢ y vestido informalmente con una cazadora azulada, aterriz¨® ayer en el aeropuerto de John F. Kenneddy, en Nueva York, dispuesto a convertirse de nuevo en m¨ªster John Demianchuk, un ciudadano corriente libre de sospecha, aunque no fue precisamente recibido con banda de m¨²sica. Un cord¨®n de polic¨ªas proteg¨ªa al pasajero y los familiares que le esperaban de los manifestantes jud¨ªos radicales seguidores del rabino Kahane.
Y es que tendr¨¢ que cuidarse las espaldas. A Demianchuk le acechar¨¢ siempre la sospecha, la sed de justicia de los jud¨ªos sobre vivientes de las monstruosidades de Hitler y medio siglo de ira de las organizaciones que est¨¢n con vencidas de que este hombre par co de 73 a?os, digan lo que digan los tribunales, es nada menos que Iv¨¢n el Terrible, lv¨¢n Marchenko, -el s¨¢dico operador de las c¨¢maras de gas del campo de con centraci¨®n de Treblinka, en Polonia, donde 870.000 jud¨ªos fueron asesinados entre 1942 y 1943.Poco antes de las siete de la ma?ana y casi cincuenta a?os despu¨¦s de su primera entrada en Estados Unidos, Demianchuk lleg¨® ayer, para mayor iron¨ªa, a bordo de un avi¨®n de la compa?¨ªa israel¨ª El Al con la estrella de David pintada en su cola. Poco despu¨¦s fue inmediatamente introducido en un coche negro con destino desconocido. El yerno del presunto nazi, Ed Nishnic, que act¨²a como portavoz de la familia, dijo que su suegro no ten¨ªa previsto por el momento regresar a su hogar en Cleveland (Ohio). El portavoz familiar coment¨® que Demianchuk apenas abri¨® la boca durante el trayecto sin escalas entre Israel y Nueva York. Ed Nishnic explic¨® que su suegro est¨¢ muy afectado por las acusaciones que se hicieron contra ¨¦l y tardar¨¢ mucho tiempo en recuperar la normalidad.
En el aeropuerto, adonde Demianchuk lleg¨® cabizbajo y sin saludar ni dirigirse a nadie de los que esperaban, las protestas contra Iv¨¢n el Terrible se confundieron con las cr¨ªticas contra el Gobierno de Israel por el acuerdo de paz recientemente firmado con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP). Demianchuk y su yerno se trasladaron posteriormente con protecci¨®n hasta un lugar no identificado del estado de Ohio, ya que su casa, en Cleveland, estaba rodeada de manifestantes.
Antes de volver a la vida normal de un jubilado de la industria del autom¨®vil, Demianchuk tendr¨¢ todav¨ªa que hacer frente a un proceso en Estados Unidos por falsificaci¨®n de documentos y seguir¨¢ siendo noticia en los peri¨®dicos. Los acusadores jud¨ªos sostienen que Dernianchuk y Marchenko son la misma persona, y muestran como evidencia unos documentos firmados por ¨¦l a su entrada en EE UU en los que utiliz¨® el nombre de Marchenko. Este punto volver¨¢ a ser discutido en el juicio al que tendr¨¢ que hacer frente en este pa¨ªs.
Si de algo deben estar seguros los acusados de ser responsables de los espantosos cr¨ªmenes durante la Segunda Guerra Mundial es que los cazadores de nazis, a diferencia de los jueces, testigos y alguaciles, no dan tregua a la duda. Y, quiz¨¢s porque les persigue la horrible pesadilla de la crueldad, jam¨¢s duermen.
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