Caminero salv¨® al Atl¨¦tico

El Sporting y Caminero devolvieron el espect¨¢culo a El Molin¨®n. El Sporting, en ese duelo num¨¦ricamente tan desigual, debi¨® de ganar con comodidad,y de. hecho queda la duda de un gol fantasma de Juanele anulado por un juez de l¨ªnea. Caminero jug¨® por todos sus compa?eros y s¨®lo Diego se le acerc¨® en efectividad. El ex vallisoletano carg¨® sobre sus espaldas con el Atl¨¦tico, que se fue con un punto, pero dejando la impresi¨®n de que un nuevo proyecto se puede venir abajo con un soplo. O cuando le falte Caminero.El Sporting demostr¨® durante el primer tiempo que la confianza puede transformar a un equipo. Despu¨¦s de tres partidos timoratos, jugando a expensas s¨®lo del resultado y del rival, Garc¨ªa Rem¨®n crey¨® llegado el momento de soltar amarras. Con el colch¨®n de los dos positivos, los gijoneses se atrevieron a mirar la puerta contraria con tantas ansias como guardan la propia. Tras una raci¨®n de f¨²tbol defensivo frente al Deportivo, El Molin¨®n asisti¨® a una exhibici¨®n de fuerzas, presi¨®n, velocidad, verticalidad y remate.

A falta de un organizador, el bal¨®n circulaba a mil por hora por las botas de los gijoneses. Salvo por la de Juanele, que lo reclam¨® en propiedad en muchas ocasiones y provoc¨® las jugadas m¨¢s espectaculares y las mejores oportunidades. Como la del minuto 10, cuando le dej¨® un bal¨®n de gol en el punto de penalti a Miner, que remat¨® flojo a las manos de Diego. Cinco minutos despu¨¦s, el joven delantero gijon¨¦s mat¨® un bal¨®n al borde del ¨¢rea que Stanic envi¨® rozando el poste derecho.

A Jair Pereira le sobran organizadores, aunque las lesiones en la defensa le sirvieron de coartada para meter a Caminero en la cueva. Era la ocasi¨®n para que Moacir se soltase, pero el brasile?o se encontr¨® all¨ª en medio, ignorado por sus compa?eros y atropellado por los rivales. Estuvo casi siempre fuera de la onda de un partido trepidante. El brasile?o, adem¨¢s, acab¨® asumiendo un papel de gregario de Caminero, que tiene todas las trazas de convertise en el nuevo jefe de Jes¨²s Gil en el campo y en el vestuario.

Al final del primer tiempo, tras comprobar que sus compa?eros eran incapaces de contrarrestar el gol de Abelardo, Caminero asumi¨® el mando de las operaciones. El gol lleg¨® de un barullo, pero antes el ex jugador del Valladolid hab¨ªa salido de la guarida para empujar al equipo, que no hab¨ªa rematado con cierto peligro hasta el minuto 44, en una falta lanzada por Vizca¨ªno.

En el segundo tiempo, Caminero volvi¨® atr¨¢s para seguir impartiendo su magisterio, atenuando los efectos de otra salida en tromba del Sporting. Cuando le era imposible llegar, ah¨ª estaba Diego para salvar las arrancadas en solitario de Stanic y Sabou, a los que les vendr¨ªa bien esta semana ejercitarse en el arte de burlar porteros.

Stanic, un delantero bosnio con ganas de guerra, sorprendi¨® en tres incursiones por el medio de las filas enemigas, pero tambi¨¦n desesper¨¦ por su incapacidad para encontrar un hueco que no estuviera a cubierto por el abandonado Diego. El guardameta s¨®lo se vio sorprendido por un remate de Juanele desde la raya de fondo, sin ¨¢ngulo, que el portero ayud¨® a entrar. El linier, a lo lejos, consider¨® que Juanele hab¨ªa rematado desde fuera y evit¨® que el guardameta echara un borr¨®n en su impecable partido general.

Entre unas cosas y otras, el Sporting segu¨ªa sin encarrilar un partido que dominaba con sorprendente comodidad. Moacir segu¨ªa a su aire, Manolo no enlazaba ninguna l¨ªnea y s¨®lo Vizca¨ªno y Pirri, en las bandas, manten¨ªan el tipo. Curiosamente, el Atl¨¦tico s¨®lo pareci¨® un equipo s¨®lido tras el minuto 65, cuando Luis Garc¨ªa se autoexpuls¨® con una entrada alevosa a Pablo. El Sporting, que hab¨ªa arrollado a 11, se empeque?eci¨® contra 10. Fueron tambi¨¦n los ¨²nicos instantes en que Kosecki se gan¨® en el campo la titularidad que reclama fuera. Cuando el Sporting ajust¨® sus l¨ªneas otra vez, el partido ya estaba muerto y se le iba un punto que mereci¨® sobradamente.