YeIts¨ªn y los ex disidentes de la cultura

El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, asisti¨® ayer al concierto en la plaza Roja de Mosc¨² que dirigi¨® el ex disidente Mstislav Rostrop¨®vich. Que Yeltsin apareciera acompa?ado de los ministros de Defensa, P¨¢vel Grachov; de Interior, V¨ªtor Yerin, y de Seguridad, Nikol¨¢i Golushko, fue interpretado por los observadores como un claro signo de que domina la situaci¨®n y que no hay ninguna divisi¨®n entre los uniformados.El concierto, con ocasi¨®n del centenario de la muerte del compositor ruso Piotr Chaikovski, que en otra ocasi¨®n habr¨ªa tenido un car¨¢cter estrictamente cultural, adquiri¨® el domingo una dimensi¨®n pol¨ªtica. Yeltsin sali¨® del Kremlin minutos antes del mediod¨ªa y, sonriente, se acerc¨® a las primeras filas de espectadores para estrechar las manos de quienes le demostraban su simpat¨ªa. El p?blico, que llenaba la plaza Roja, estall¨® en v¨ªtores al presidente cuando se anunci¨® su aparici¨®n por los altavoces. El efecto pol¨ªtico del concierto fue subrayado por el hecho de que la televisi¨®n lo retransmiti¨® en directo, y mostr¨® en repetidas ocasiones al presidente, que se hallaba junto a la esposa de Rostrop¨®vich, la cantante de ¨®pera Galina Vishn¨¦vskaya.

Ya en agosto de 1991, Rostrop¨®vich se apresur¨® a viajar a Mosc¨² para mostrar su solidaridad con la incipiente democracia, en peligro por el golpe procomunista. Hoy tambi¨¦n ha dado su apoyo a Yeltsin y ha condenado a los que se encuentran en el edificio que defendi¨® hace dos a?os como s¨ªmbolo de la democracia.

"El concierto estaba programado de antemano, pero incluso si no hubiese sido as¨ª, yo habr¨ªa tomado el primer avi¨®n a Mosc¨²", declar¨® Rostrop¨®vich nada m¨¢s llegar a la capital rusa. Y ayer, minutos antes de que tomara la batuta para dirigir a la Orquesta Nacional de EE UU en la plaza Roja, insisti¨® en que tra¨ªa un mensaje de solidaridad: "Henios venido a tratar de contribuir a levantar el ¨¢nimo de Rusia". Rostrop¨®vich, famoso violonchelista y director de orquesta, fue privao de su nacionalidad sovi¨¦tica n 1978 por lo qi4e las autoridades de entonces consideraban calumnias contra la URSS". a medida tambi¨¦n afect¨® a su mujer, mientras ambos se enontraban en el extranjero. Rostrop¨®vich y Vishin¨¦vskaya declararon entonces que estaban dispuestos a ir a Mosc¨² para que se les juzgara, pero las autoridades se negaron a dejarles regresar. El artista ya hab¨ªa desafiado abiertamente a la dictadura comunista al dar refugio al escritor Alexandr SoIzhenitsin en su dacha de Peredi¨¦lkino, en los alrededores de Mosc¨².

Ahora Rostrop¨®vich ha viajado a Rusia con un Solzhenitin: Ignat, pianista de 21 a?os. El s¨¢bado por la noche, ambos ieron su primer concierto en la ran Sala del Conservatorio.Al evento no pudo asistir Yeltsin, pero s¨ª lo hizo su esposa, Na¨ªna, quien apareci¨® en el palco presidencial acompa?ada por el primer ministro, V¨ªktor Chernomirdin, y su c¨®nyuge. En la sala hab¨ªa tambi¨¦n otros altos dirigentes: dos viceprimeros ministros -Yegor Gaidar y VIad¨ªmir Shumeiko- y Sergu¨¦i Fil¨¢tov y Sergu¨¦l Kras¨¢vchenko, jefes m¨¢ximos de la administraci¨®n presidencial.

Para Ignat Solzhenitsin, ¨¦ste es su primer viaje a Mosc¨² desde que sali¨® -siendo a¨²n un beb¨¦- expulsado de Rusia con su padre, el c¨¦lebre autor de Archipi¨¦lago Gulag. Ignat dar¨¢ ma?ana otro concierto, en este caso como solista, en el conservatorio.

La pieza central del espect¨¢culo de ayer fue la patri¨®tica Obertura solemne de 1812, escrita por Chaikovski en conmemoraci¨®n de la victoria rusa sobre Napole¨®n. El final fue acompa?ado de las campanas a vuelo de la catedral de San Basilio y de ca?onazos, para regocijo de Grachov: al o¨ªrlos, el ministro de Defensa, sonriente, cuchiche¨® algo al o¨ªdo de Yeltsin, y ambos hombres estallaron en risas.