Un cohete 'Ariane 40' pone en ¨®rbita, siete sat¨¦lites

Un cohete europeo Ariane 40 fue lanzado con ¨¦xito desde la base de la Agencia Europea del Espacio en Kuru (Guyana Francesa), en la noche del s¨¢bado (madrugada de ayer en Espa?a). El cohete ha puesto en ¨®rbita un sat¨¦lite franc¨¦s de observaci¨®n de la Tierra y seis microsat¨¦lites. El lanzamiento sufri¨® un retraso de 24 horas por el mal tiempo.Diecisiete minutos despu¨¦s de despegar, el Ariane 40 solt¨® en el espacio el Spot-3, un sat¨¦lite de casi dos toneladas de la Agencia Espacial Francesa que tiene por misi¨®n prioritaria vigilar los cambios que vayan ocurriendo en la superficie terrestre, desde la deforestaci¨®n hasta la desertificaci¨®n; aunque tambi¨¦n realiza espionaje militar. El Spot-3 sustituye a otros dos sat¨¦lites de la misma serie y con similares objetivos lanzados en 1986 y 1990.

Rene Pellat, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES), calcul¨® el coste de este sat¨¦lite y de su lanzamiento en casi 34.000 millones de pesetas.

Dos minutos despu¨¦s, solt¨® el Stella, un sat¨¦lite tambi¨¦n franc¨¦s de s¨®lo 48 kilos y empleado para estudiar el campo de gravedad de la Tierra desde una distancia de 800 kil¨®metros del planeta. El Stella, que tiene el tama?o de un bal¨®n de f¨²tbol, permitir¨¢ tomar medidas de las mareas, el movimiento de las placas tect¨®nicas y las consecuencias de las variaciones de las masas glaciares de los polos.

Veinticuatro minutos despu¨¦s del lanzamiento, el Ariane 40 dej¨® finalmente en el espacio otros cinco minisat¨¦lites que pesaban en total 163 kilos: uno de Italia, dos de EE UU (uno de ellos para transmisiones m¨¦dicas a ?frica), el primer sat¨¦lite portugu¨¦s y otro experimental de Corea del Sur.

Arianespace, la empresa con sede central en Par¨ªs que se encarga de la gesti¨®n comercial de los lanzamientos de cohetes Ariane, tiene ahora mismo una lista de 41 sat¨¦lites pendientes de salir al espacio, valorados en casi medio bill¨®n de pesetas.

Los transbordadores espaciales norteamericanos no han vuelo a ser usados para lanzar sat¨¦lites desde que ocurri¨® el accidente del Challenger en 1986.