Tres alba?iles mueren al hundirse el edificio que rehabilitaban en el centro de Valencia

"He enviado a mi hijo a la muerte". Juan Jos¨¦ Vilanova, de 46 a?os, explic¨® ayer con estas palabras el hundimiento de un edificio en Valencia que cost¨® la vida a tres alba?iles. Este hombre observ¨®, hacia las tres de la tarde, una grieta en un pilar del inmueble que siete trabajadores de la empresa Urmaco -restauraban en el n¨²mero 9 de la plaza del doctor Landete. Vilanova, encargado de la obra, mand¨® a su hijo Juan Vicente, de 20 a?os, que trabajaba con ¨¦l, hacia los pisos m¨¢s altos, donde se encontraban otros cinco obreros, para avisarles del peligro. Juan Vicente no lleg¨®. Cuando sub¨ªa entre andamios y vigas, todo el edificio, de cuatro pisos, se hundi¨® por dentro.

S¨®lo la fachada qued¨® en pie y tres alba?iles pudieron alcanzar uno de los balcones. Los bomberos les rescataron ilesos. Las obras no ten¨ªan licencia."Lo ¨²nico que podemos hacer es desescombrar", se?al¨® Jos¨¦ Vicente S¨¢enz de Juano, asesor municipal de los bomberos. Las Obras de desescombro comenzaron hacia las cuatro de la tarde. Los perros adiestrados de la Guardia Civil y otros medios t¨¦cnicos m¨¢s complejos no consiguieron detectar el lugar exacto donde se encontraban los cad¨¢veres. A las 17.45, t¨¦cnicos de Protecci¨®n Civil pidieron silencio por megafon¨ªa a los numerosos vecinos que rodeaban la plaza. Con esta medida se pretend¨ªa obtener, a trav¨¦s de resonancias, pistas sobre el lugar donde estaban las v¨ªctimas. Todo fue in¨²til. S¨®lo la lenta extracci¨®n de los escombros iba a permitir encontrar los cad¨¢veres horas m¨¢s tarde.

Los fallecidos son Juan Vicente Vilanova, de 20 a?os y vecino de Alzira, Jos¨¦ Mar¨ªa Monserrat, de unos 45 a?os, y tambi¨¦n Alzira, y Vicente Camp, de la misma edad que el anterior y vecino de Burjassot. Los tres alba?iles que salvaron la vida, todos ellos muy j¨®venes, se encontraban en un estado de gran nerviosismo. Los tres, a pesar de que resultaron ilesos, fueron trasladados a centros hospitalarios. El derrumbamiento afect¨® a un edificio colindante, especialmente a una vivienda y una tienda de paraguas. La propietaria de ambos recintos aseguraba, muy deprimida, no tener contratado seguro. Personal del Ayuntamiento le busc¨® acomodo.