"La paz precisa mas que un milagro"

Lo que no logran los negociadores militares lo consiguen los aparatos de radio. La Armija bosnia, de mayor¨ªa musulmana, se dio el mi¨¦rcoles una inesperada tregua para poder escuchar las noticias procedentes de Sarajevo, donde el Parlamento bosnio rechaz¨® de hecho el actual plan internacional de partici¨®n del pa¨ªs. Los miembros del Consejo de Defensa Croata (HVO), que han sufrido graves reveses en los ¨²ltimos d¨ªas, utilizaron la calma para enterrar a sus muertos en la vecina Citluk. Toda esta regi¨®n, donde est¨¢ el cuartel general de la Agrupaci¨®n Madrid, reci¨¦n llegada a Bosnia-Herzegovina, se sum¨® en masa al luto, como si de una consigna pol¨ªtica se tratase.Los bares y las tiendas cerraron; tambi¨¦n los comercios m¨¢s p¨ªos, dedicados al fervor mariano que se profesa en Medjurgorje -donde la Virgen se apareci¨® recientemente, por segunda vez, para implorar por la paz-, suspendieron el negocio por un d¨ªa.

"Ahora, para lograr la paz, va a hacer falta algo m¨¢s que un milagro", advierte circunspecto Mate, un soldado croata que luce, a modo de uniforme, unas gafas Ray Ban de imitaci¨®n. "Aqu¨ª mataron a cinco el otro d¨ªa durante un entierro", exclama se?alando el cementerio a la entrada de la parte nueva de Mostar. "Fue una granada musulmana".

En el cuartel espa?ol de Medjugorje, la reci¨¦n llegada Agrupaci¨®n Madrid lleva las cuentas: en un d¨ªa normal, los croatas lanzan 300 granadas sobre el sector musulm¨¢n, y la Armija, con menor poder artillero, respondi¨® por su parte con 30.

Un agravamiento de la situaci¨®n no preocupa a los cascos azules espa?oles. Un teniente de la Brigada Paracaidista, que ya ha realizado alguna patrulla en las zonas de riesgo, no cree que el voto del Parlamento bosnio vaya a alterar las cosas en Mostar. "Se pegar¨¢n duro durante 24 horas, nada m¨¢s".

La Agrupaci¨®n Madrid trabaja con aparente normalidad. Ni se han extremado las medidas externas de seguridad, ya de por s¨ª elevadas, ni se han suspendido las conversaciones con croatas y musulmanes para promover un intercambio de prisioneros ma?ana.

?xitos de la Armija

Los recientes ¨¦xitos militares de la Armija, que hace menos de una semana estuvo a punto de cortar la importante v¨ªa de acceso a Mostar desde Citluk, al tomar por unas horas los montes cercanos, animan a los musulmanes a proseguir la guerra, asegura otro soldado del HVO.

Los croatas reconocen que su situaci¨®n militar es complicada en Mostar, donde no avanzan un cent¨ªmetro desde hace meses, y extremadamente dif¨ªcil en Vitez, donde se hallan cortados y en peligro de perder el control de una de las f¨¢bricas de armamento con mayor capacidad, y en Gornji Vakuf, tambi¨¦n en Bosnia central, donde se libran combates casa por casa. En el cuartel del HVO de Mostar, la explicaci¨®n militar es muy sencilla: "Los serbios y los turcos est¨¢n armando a los musulmanes". En Unprofor (Fuerza de Protecci¨®n de la ONU en Bosnia) nadie da cr¨¦dito a la acusaci¨®n.

"Mostar ser¨¢ croata, de eso no hay duda", espeta Mate. "Es la ¨²nica ciudad importante que tenemos". Mostar se ha convertido en un s¨ªmbolo para croatas y musulmanes, que tratan de controlarla.

"Es l¨®gico", afirma Mike, otro miembro de la milicia croata; "la comunidad internacional, con su pasividad, premia siempre al conquistador. Lo han hecho con los serbios. Lo que tomas con tus manos es tuyo para siempre".

En el ¨²ltimo plan de partici¨®n de los mediadores internacionales, el brit¨¢nico David Owen (por la Comunidad Europea) y el noruego Thorvald Stoltenberg (por las Naciones Unidas), rechazado el mi¨¦rcoles por el Parlamento bosnio, la totalidad de Mostar ser¨¢ parte del futuro Estado croata. Esto es lo que quieren evitar, con las armas, los musulmanes.

Las organizaciones humanitarias que trabajan en las proximidades de Metkovic, fronteriza con Bosnia, en el delta del r¨ªo Neretva y en la que se halla el principal almac¨¦n de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, son pesimistas.

Consideran que el voto del mi¨¦rcoles en el Parlamento bosnio agravar¨¢ los combates en Bosnia central y en Mostar y Jablanica, ambas en la zona controlada por los cascos azules espa?oles, y afectar¨¢ al reparto de ayuda en dichas ¨¢reas y en las que se hallan m¨¢s al Norte, como Tuzla.

"El invierno va a ser muy duro para todos", advierte un observador de la Comunidad Europea. Los hechos, con el fr¨ªo llamando a la puerta del oto?o, le dan la raz¨®n: lo peor a¨²n est¨¢ por venir en esta horrenda guerra en Bosnia-Herzegovina a la que a¨²n no se ve una salida negociada.