"Me quiero ir de inc¨®gnito"
Sibilio hace compatible su preferencia por un adi¨®s discreto con la desinhibici¨®n a la hora de proclamar sus firmes convicciones, las mismas que le han dado fama de pol¨¦mico. El alero, nacido en Santo Domingo y nacionalizado espa?ol, lamenta los errores cometidos por los dirigentes del baloncesto, el exceso de autoridad de los entrenadores y la relaci¨®n que se establece entre la sociedad y el deportista profesional.Pregunta. ?Qu¨¦ hace ahora?
Respuesta. A escala deportiva, nada. Estaba saturado de vivir en Vitoria, fuera de Catalu?a. En coincidencia con el ajuste econ¨®mico del deporte, consider¨¦ que era mejor tomarme un largo, muy largo, descanso.
P. ?Se ha retirado?
R. No es eso. Dej¨¦moslo en que he decidido parar. Todav¨ªa se pueden dar las condiciones para que contin¨²e un a?o m¨¢s.
P. ?La decisi¨®n es suya o alguien le ha empujado a ella?
R. Es totalmente m¨ªa. Me quedaba un a?o de contrato en Vitoria. Fui yo quien pidi¨® la rescisi¨®n. Adem¨¢s, me limit¨¦ las posibilidades para seguir jugando porque s¨®lo aceptar¨ªa hacerlo en Catalu?a.
P. ?No se siente un poco olvidado por la Prensa?
R. Siempre he estado un poco al margen de ella. Quiero seguir as¨ª. Es mi forma de pensar. Acab¨¦ mi vida p¨²blica.
P. ?Se han interesado por usted sus compa?eros, entrenadores o directivos?
R. En Vitoria me desped¨ª de todos. De hecho, Josean [Querejeta, el presidente del Taugr¨¦s] ya sab¨ªa que me retiraba. Me preguntaron si deseaba un homenaje en Vitoria con el Barcelona, pero no me agrada este tipo de actos. Me quiero ir como llegu¨¦ a Espa?a: de inc¨®gnito. Soy al¨¦rgico a las grandes despedidas.
P. ?Hastiado del basket?
R. Me encanta jugarlo. Pero lo que lo envuelve no es todo lo transparante que quisiera. Vivimos con ello. Unos lo llevan mejor y otros peor. En estos ¨²ltimos cinco a?os todo se ha multiplicado y ello supone un peso. Veinte as¨ª te saturan. Jugar un partido ya no es tan divertido como antes.
P. Si no fuera por esos factores, ?podr¨ªa ser divertido?
R. Creo que s¨ª, pero existe un drama continuo. Hay armon¨ªas que se rompen en funci¨®n de que la pelotita entre o no. Una ciudad entera te juzga. Siempre salen a relucir los millones que cobras, m¨¢s en una ciudad peque?a, en la que todo el mundo sabe la letra peque?a de tu contrato, cuando nadie habla del esfuerzo que hace un jugador. No me gusta la fama. Nunca me ha gustado. Preferir¨ªa que nadie me reconociese, no tener que sentarme en la ¨²ltima mesa de un restaurante para pasar inadvertido.
P. ?Le han querido retirar?
R. No. La prueba es que tuve ofertas del Valvi Girona y el TDK Manresa y algo me dijeron tambi¨¦n del F¨®rum Valladolid y el Argal Huesca.
P. Pero ha tenido muchos problemas en su carrera.
R. Nadie debe perder su personalidad por dinero. Por ello me fui, por ejemplo, del Barcelona. Les debo un respeto a mis compa?eros y mis entrenadores, pero, como persona, todos me deben un respeto. Los t¨¦cnicos, tal vez por su sentido de la autoridad, llevan la disciplina al terreno personal y, entonces, te hieren. Por ah¨ª surgieron problemas con A¨ªto [Garc¨ªa Reneses, el del Barcelona], con Antonio [D¨ªaz Miguel, ex seleccionador espa?ol] y con I?aki [Iriarte, ex t¨¦cnico del Taugr¨¦s]. Como jugador, hago lo que el entrenador quiera, pero sin que me falte al respeto. Por otra parte, la gente cree que, cuando vas vestido de calle, te puede tratar como patrimonio nacional y eso no es as¨ª.
P. ?Qu¨¦ dicen en su casa?
R. Llevaba meditando sobre esta decisi¨®n hace mucho tiempo, pero hace tres a?os no pod¨ªa romper el contrato. La crisis y lo que sucedi¨® el a?o pasado, la muerte de mi hermano, me hicieron tomar una determinaci¨®n. Te das cuenta de que, por ir detr¨¢s de una pelota, pierdes cosas trascendentales. Tengo una familia a m¨¢s de 9.000 kil¨®metros. Muri¨® un hermano, muri¨® una hermana y no llegu¨¦ ni al entierro. All¨ª tengo a mis padres, cuatro hermanos m¨¢s y 18 sobrinos. En Vitoria tampoco pod¨ªa ver con la frecuencia que deseo a mis hijos, que continuaban estudiando en Barcelona.
P. ?Cree que los clubes se aprovechan de la crisis?
R. Es normal, pero fueron ellos los que rompieron el mercado. Ha bajado la cotizaci¨®n de los jugadores con el problema social que ello significa. Muchos j¨®venes no pueden pagar siquiera la hipoteca de un piso. Hemos pasado de los salarios millonarios a los m¨ªseros.
P. ?Qu¨¦ le parece la Liga?
R. Es una buena Liga. Pero se ha incurrido en errores graves, de exageraci¨®n y cautela, que se pagar¨¢n. Por ejemplo, est¨¢ el asunto de los tres extranjeros. Se han sustituido dos buenos norteamericanos por tres mediocres. Se ha sacrificado la calidad por la cantidad. Ello perjudica al baloncesto espa?ol porque, autom¨¢ticamente, elimina a una importante cantidad de jugadores j¨®venes.
P. ?Las nuevas generaciones?
R. Seguimos evolucionando en plan NBA. Un error, porque ellos cuentan con atletas negros con caracter¨ªsticas diferentes a las del europeo.
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