Aceras asediadas

En octubre de 1991 y en agosto de 1992, ante la Junta del Distrito de Salamanca, hice una denuncia o reclamaci¨®n. Pero tal vez su verdadero nombre sea ni caso.Mi marido, ciego, hace todos los d¨ªas el recorrido de la calle de Jorge Juan al metro de O'Donnell cuatro veces. En la esquina de Iturbe con Jorge Juan hay una horquilla torcida y, a continuaci¨®n, una papelera.

En estos a?os s¨®lo he pedido tres cosas: enderezar la horquilla, poner la papelera en otro lugar y llenar ese lado de la acerca de horquillas.

Tambi¨¦n he visto c¨®mo el portero de la finca 112 de Jorge Juan, con ayuda de un vecino, se ha dedicado a quitar horquillas, excepto las de delante del portal de dicha finca. Ah¨ª aparcan camiones, camionetas y coches en la acera, sin dejar pasar a los que ven y llenando de golpes a los que no ven. Yo s¨®lo pedir¨ªa a quien corresponda que el concejal de dicho Ayuntamiento hiciera ese mismo recorrido con el palo de una escoba como bast¨®n y los ojos vendados `

Eso s¨ª, a la hora de pedir mi voto, todos saben d¨®nde vivo, mi direcci¨®n, pero lo que yo pido para bien de todos, eso, no lo saben.

Desde aqu¨ª le pedir¨ªa al se?or Barranco que me echase un capote, aunque s¨®lo sea por las veces que lav¨® su coche en mi jard¨ªn.

Antes, s¨ª, antes, cuando tal vez era un poco m¨¢s feliz y, quiz¨¢ una persona sin tantas preocupaciones como tiene ahora. Antes, cuando s¨®lo era teniente de alcalde, trabajaba en un banco y viv¨ªa de alquiler frente a mi casa en verano.

A este buen leo, que despu¨¦s de un pronto sale a flote su buen coraz¨®n, a usted, se?or Barranco, le brindo mi tercera oportunidad: que en 1993 por fin se me haga caso. Alguien dijo una vez que a la tercera iba la vencida. ?Debo creerlo?.-