Un buen gestor y un gran forofo
Aunque eran del mismo equipo, el anterior ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, sol¨ªa decir, ri¨¦ndose, de Inocencio Arias que su pasi¨®n por el f¨²tbol era demasiado reciente como para poder pontificar, que en el fondo no entend¨ªa casi nada de ning¨²n deporte. Deb¨ªa de Fiarse de ¨¦l para otros menesteres porque le convirti¨® en su m¨¢s estrecho colaborador nombr¨¢ndole subsecretario, es decir, jefe de la carrera diplom¨¢tica, y m¨¢s tarde secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional y para Iberoam¨¦rica.Mientras ascend¨ªa en la jerarqu¨ªa del ministerio, Chencho, como le llaman sus numerosos amigos, se interes¨® cada vez m¨¢s por el f¨²tbol. Multiplic¨® sus comparecencias en los estadios, flanqueado a veces de ilustres mandatarios latinoamericanos, y sus comentarios deportivos en los medios de comunicaci¨®n. La prensa es el segundo gran hobby de este almeriense de 53 a?os al que apasiona tambi¨¦n el cine.
No fue de extra?ar que, cuando empezaron a circular los rumores sobre su destituci¨®n al frente de la secretar¨ªa de Estado, le lloviesen las ofertas de trabajo de medios de comunicaci¨®n, como Tele 5; de consultoras de relaciones p¨²blicas y de clubes deportivos, como el Real Madrid. El 24 de septiembre fue cesado en su cargo y su actual ministro, Javier Solana, le propuso nombrarle embajador en Lisboa, Roma o Buenos Aires. Se resist¨ªa a decir que s¨ª porque a ninguna de las tres capitales p9d¨ªa trasladarse con su familia. El hab¨ªa pedido ser embajador en Par¨ªs o Washington o, simplemente, hacerse cargo del Consulado en Nueva York porque all¨ª s¨ª pod¨ªa mudarse con sus tres hijos y su esposa. A todo se le dijo que no.
Arias se par¨® entonces a considerar la propuesta de Ram¨®n Mendoza. Adem¨¢s de estar bien remunerada, le permit¨ªa quedarse en Madrid junto con su familia y le otorgaba, por ¨²ltimo, una cierta proyecci¨®n social que siempre busc¨® en todos los puestos que desempe?¨® hasta el punto de ser el ¨²nico diplom¨¢tico conocido por el hombre de la calle. "Acaso tenga un ego desmesurado", reconoc¨ªa en una entrevista. Cree, sin embargo, que sus constantes apariciones p¨²blicas, mucho menos frecuentes desde que Solana se convirti¨® en su ministro, "redundan algo en beneficio de la funci¨®n p¨²blica" y, concretamente, de la cooperaci¨®n espa?ola con el Tercer Mundo.
Divisi¨®n de opiniones
Su aceptaci¨®n del cargo directivo en el Real Madrid ha causado, como otras muchas de sus iniciativas, divisi¨®n de opiniones en la carrera diplom¨¢tica. Para sus detractores, se ha impuesto la faceta exc¨¦ntrica y frivola de un Arias que ya perdi¨® el sentido de la medida cuando rod¨® pel¨ªculas de vampiros con Manuel Summers o, m¨¢s recientemente, exhibiendo la ropa grunge en la revista Marie Claire 16.
Los ex colaboradores de Arias en el ministerio, sobre todo los m¨¢s j¨®venes, lamentan, en cambio, que la diplomacia espa?ola se prive en Am¨¦rica Latina del mejor de sus relaciones p¨²blicas, que hab¨ªa fraguado amistades al m¨¢s alto nivel de la jerarqu¨ªa de varios Estados de aquel continente. Est¨¢n convencidos tambi¨¦n de que la maltrecha cooperaci¨®n espa?ola -su presupuesto ha sufrido dr¨¢sticos recortes- ha perdido a un excelente gestor que sopesaba minuciosamente cada proyecto antes de gastarse el dinero del contribuyente y que trataba de sacarle la m¨¢xima rentabilidad pol¨ªtica. Los diplom¨¢ticos que son hinchas del Real Madrid se alegran, no obstante, de que su equipo tenga al frente un buen administrador que algo ha aprendido de f¨²tbol estos ¨²ltimos a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.