M¨¢s sobre Heidegger
Mi admirado colega Fernando Savater entra al quite de mi pol¨¦mica con Vargas Llosa sobre el pensamiento de Heidegger, volviendo ad nauseam sobre hechos que ning¨²n estudioso informado niega: el color de una camisa o el pago de unas cuotas; esquivando, en cambio, lo ¨²nico importante, a saber: el valor incitador, hermen¨¦uticamente hablando, de unos textos asequibles a todos. Ni siquiera Hugo Ott confunde entre filosof¨ªa y actitudes propias de una torturada psicolog¨ªa en una ¨¦poca funesta. Comparar las ideas de Heidegger con las demenciales proclamas de un Baeumler, Krieck o Rosenberg s¨®lo puede deberse, por el contrario, a ignorancia o a mala fe. Y, adem¨¢s, la adhesi¨®n obedencial o la condena incondicional de un hombre es cosa de secuaces o de inquisidores: en ambos casos, una posici¨®n que huele a cerrado y a sacrist¨ªa, indigna de quien se considera intelectual.Yo desa?o al profesor Savater, o a cualquier otro guardi¨¢n de esencias, a que encuentre textos heideggerianos (libros, cursos o conferencias) en que se defienda la doctrina oficial del NSDAP (biologicismo, racismo, totalitarismo estatal, etc¨¦tera), salvando soflamas ocasionales que, por lo dem¨¢s, son citadas -caso de Schneeberger- de segunda mano. Yo no me adhiero al caudillaje de Heidegger ni de nadie, porque para todo investigador Heidegger es un pu?ado de textos a interpretar, no un bander¨ªn de enganche ni una cabeza de turco a la que tirar pelotas de feria. Hab¨ªa apuntado a unos textos y se me remite a an¨¦cdotas. Una pintada del Mayo franc¨¦s dec¨ªa: "Cuando el dedo apunta a la playa, el idiota mira al dedo".-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.