Capitalismo y o comunismo van de la mano en China
La mendicidad y los esc¨¢ndalos acompa?an el acelerado ritmo delcrecimiento econ¨®mico
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ENVIADO ESPECIAL La convivencia de 15 a?os entre el Partido Comunista Chino (PCCh) y el capitalismo prosigue de acuerdo con lo previsto: el producto nacional bruto crece por encima de los 10 puntos, 20.000 personas mendigan en Pek¨ªn y los dos chinos propietarios del ¨²ltimo modelo de Ferrari posan para la prensa acariciando el lomo del deportivo italiano.El Gobierno chino, amortiguada la sublevaci¨®n del campesinado contra la morosidad en el pago de la cosecha y los impuestos arbitrarios, acelera en la ofensiva de julio contra la corrupci¨®n y el desmadre, econ¨®mico. Con el fusilamiento de ocho empleados de banca acusados de robar 5,7 millones de d¨®lares demuestra su brutal determinaci¨®n. La disidencia no levanta cabeza.
"La gente estaba un poco harta de que se le pidiese austeridad mientras una banda de ladrones se hac¨ªa de oro a costa del erario p¨²blico", comenta el representante de una empresa extranjera. El mensaje de las ejecuciones, seg¨²n esa fuente, no est¨¢ dirigido s¨®lo a quienes amasan fortunas timando al Tesoro o concediendo proyectos bajo manga; tambi¨¦n quiere complacer a la opini¨®n p¨²blica, molesta por los abusos y un poco amargada por la p¨¦rdida de la sede ol¨ªmpica.
Un diplom¨¢tico occidental sostiene que la corrupci¨®n y la rebeli¨®n provincial son en estos momentos los dos problemas m¨¢s graves. Ninguno de ellos es nuevo, pero la descomposici¨®n entre los cuadros del partido y el funcionariado hab¨ªa alcanzado en junio caracteres alarmantes. Y no s¨®lo se degrad¨® el ejercicio de funciones pol¨ªticas o t¨¦cnicas al ignorarse cualquier instrucci¨®n del mando. El a?o pasado, s¨®lo en viajes y farras privadas presentadas como cenas de trabajo, los dirigentes agotaron 17.000 millones de d¨®lares.
"La obsesi¨®n por sacar dinero es incre¨ªble. Quien no puede hacerlo desde la empresa privada o el despacho oficial lo intenta como puede", subrayan esas fuentes. Algunos ciclistas en Pek¨ªn todav¨ªa se tiran al paso de veh¨ªculos con matr¨ªcula extranjera y simulan lesiones graves para forzar una "indemnizaci¨®n". Muchos tragan a fin evitar comprobaciones y p¨¦rdidas de tiempo. El Diario de los Trabajadores asegura, por su parte, que ¨²nicamente el 8% de los mendigos de la capital son "aut¨¦nticos". "El resto pretende enriquecerse de la noche a la ma?ana", exagera el rotativo.
La aspiraci¨®n generalizada en China es sumarse al contingente de compatriotas con un salario mensual de 2.900 d¨®lares (unas 380.000 pesetas): cerca de cuatro millones seg¨²n el ¨²ltimo recuento. La mayor¨ªa Ingresa 30 d¨®lares al mes, la mitad del salario medio establecido en las provincias del sur abiertas a la inversi¨®n extranjera. Seg¨²n datos publicados la semana pasada, 80 millones de chinos sobreviven miserablemente al recaudar menos de 45 d¨®lares al a?o. El partido destaca que en 1985 eran 125 millones.
Un funcionario del Ministerio de Exteriores afirma que el Gobierno siempre fue consciente de que la mendicidad, la corrupci¨®n o los peligrosos repuntes inflacionistas acompa?ar¨ªan la apertura. "Pero en su conjunto no representan mucho respecto al creciente bienestar de nuestro pueblo. Adem¨¢s, los aspectos m¨¢s esenciales del problema est¨¢n controlados".
El ¨²ltimo informe de la Oficina Estatal de Estad¨ªstica asegura que las 16 medidas incluidas en el plan de austeridad promulgado hace dos meses para enfriar la econom¨ªa comienzan a funcionar, aunque no todas las ¨®rdenes se hayan cumplido ni se hayan alcanzado todos los objetivos. La inversi¨®n extranjera prosigue, aumentan los dep¨®sitos bancarios, la delincuencia de tel¨¦fono inal¨¢mbrico se toma un respiro y el mercado acusa favorablemente las barreras establecidas contra la especulaci¨®n salvaje en el sector inmobiliario y las inversiones escasamente productivas. Pero ¨²nicamente han sido recuperados 13.000 de los 38.0000 millones de d¨®lares librados en cr¨¦ditos fraudulentos o sin las preceptivas garant¨ªas. La ausencia de un adecuado marco legal facilita estos excesos.
"Se estaban quedando sin dinero, no hab¨ªa efectivo ni para pagar las cosechas de los campesinos, y la corrupci¨®n se desboc¨®. La situaci¨®n recordaba un poco a las fechas previas a Tiananmen. El peligro ha remitido, pero este pa¨ªs es imprevisible", advierte un testigo de los sangrientos sucesos ocurridos el 4 de junio de 1989.
La liberaci¨®n de presos pol¨ªticos observada d¨ªas antes de que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico decidiera la sede de los Juegos del a?o 2000 se ha detenido, y nadie saldr¨¢ a la calle exigiendo que se reanuden las excarcelaciones o cese la vulneraci¨®n de derechos humanos porque las prioridades contin¨²an siendo otras: prosperar econ¨®micamente es la primera. Las fuentes consultadas indican que la inflaci¨®n es alta, un 20% en las ciudades, "pero la gente tiene m¨¢s dinero que en los meses anteriores a las manifestaciones de hace cuatro a?os y, por tanto, no acusa tanto el aumento en el precio de los art¨ªculos". As¨ª parece ser, aunque se anuncia una fuerte subida del consumo en los pr¨®ximos meses y una nueva acometida de la inflaci¨®n.
De todas maneras, el esc¨¢ndalo de estos d¨ªas en China no es macroecon¨®mico. El precio de las tradicionales tartas de oto?o, que se venden por millones en este momento del calendario lunar, se ha disparado. "Esto ya es demasiado", protestaba un ama de casa. Uno de los dulces, merengado en oro con el n¨²mero ocho, el de la suerte en este pa¨ªs, se vend¨ªa a casi doscientos d¨®lares, y el paquete de cuatro costaba casi el salario de un mes. Las m¨¢s caras son las importadas de Hong Kong y la modalidad repostera tesoro.
Fuentes oficiales denunciaban que el precio de estos pasteles, regalados en su mayor¨ªa a familiares, amigos o funcionarios susceptibles de soborno, "¨²nicamente lo pueden pagar los ricos". "Si pusi¨¦ramos tanta atenci¨®n a la educaci¨®n y a la investigaci¨®n cient¨ªfica como lo hacemos con las tartas progresar¨ªamos mucho m¨¢s", a?aden.
Fen¨®menos desconocidos
Pero el pluriempleo, la liberaci¨®n de precios y la fuerte competencia en el comercio privado promueven fen¨®menos y dispendios antes desconocidos. Uno necesario se localiza en el sector inmobiliario de Pek¨ªn. Seg¨²n datos oficiales, durante la pasada d¨¦cada fueron construidos 34 millones de metros cuadrados en 180 zonas de la capital, y casi dos de los 10 millones de habitantes de Pek¨ªn mejoraron la vivienda. En el barrio de Fangzhuang, en dos meses han sido vendidos 160 de los 243 apartamentos en oferta. El metro cuadrado sali¨® a 862 d¨®lares. En 1990, el espacio de vivienda per c¨¢pita en China era de 6,7 metros, y en el campo, de 11,1 metros.
El crecimiento econ¨®mico, cuyo acelerado ritmo es una de las grandes preocupaciones del r¨¦gimen, favorece, por otra parte, la movilidad social y entorpece el r¨ªgido control estatal de los nacimientos. Otra variante no prevista. Matrimonios con mayor capacidad adquisitiva acuden al m¨¦dico y, por una propina de 50 6 60 d¨®lares y una ecograf¨ªa, conocer¨¢n el desarrollo del embarazo. Hist¨®ricamente, los ni?os han llevado las de ganar en Asia. La dr¨¢stica pol¨ªtica china sobre control de la natalidad decide que numerosas mujeres, obsesionadas con asegurar un hijo var¨®n, aborten al conocer que esperan una hija. Normalmente, la proporci¨®n internacional es de 106 niflos por cada 100 ni?as, pero en China ha llegado a 112 por 100 y en algunas provincias, el pasado a?o, a 120 por 100.
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