Mosc¨² rinde homenaje a Maya Plisetskaia a pesar del toque de queda

El Gran Teatro Bolshoi celebr¨® anteayer en de Mosc¨² una velada excepcional que har¨¢ historia: el jubileo mundial por los 50 a?os de vida art¨ªstica de Maya Plis¨¦tskaya (Mosc¨², 1924), una de las prima ballerina m¨¢s grandes del siglo, que en la pasada d¨¦cada estuvo ligada a la danza espa?ola, cuando fue directora art¨ªstica del desaparecido Ballet del Teatro L¨ªrico Nacional. En el homenaje participaron los espa?oles Arantxa Arg¨¹elles y Joaqu¨ªn Cort¨¦s, mientras; que Maya bail¨® la Isadora de Maurice B¨¦jart.

En la noche del 10 de octubre hubo colas y lleno en el teatro Bolshoi de Mosc¨², a pesar del toque de queda que, seg¨²n informa desde la capital rusa , se ha extendido hasta. medianoche. El prestigioso escenario moscovita recibi¨® entre otras estrellas de la ¨®pera de Par¨ªs, a Arantxa Arg¨¹elles (actualmente primera bailarina de la Opera de Berl¨ªn), que bail¨® la legendaria Carmen, creada en su d¨ªa por Alberto Alonso a petici¨®n expresa de Plis¨¦tskaya, siempre entusiasta de lo espa?ol (entre sus papeles de juventud estuvieron Paquita, Don Quijote y Laurencia). Arg¨¹elles es la primera bailarina cl¨¢sica espa?ola que pisa el m¨ªtico teatro. El bailar¨ªn-bailaor Joaqu¨ªn Cort¨¦s hizo su particular Farruca.Al final de su discutida estancia en Espa?a, el rey Juan Carlos le entreg¨® la medalla de oro a las Bellas Artes, primera otorgada a una figura extranjera del ballet. Ahora Mosc¨² vuelve a estar a sus pies y la cortina dorada del Bolshoi, que a¨²n exhibe hoces y martillos, se ha abierto haciendo tard¨ªa justicia para su aleteo en La muerte del cisne. All¨ª, en su propio teatro desde hace cinco d¨¦cadas, mucho antes de que ning¨²n pol¨ªtico usara la palabra perestroika, ella ya hab¨ªa enarbolado su significado para clamar contra la burocracia y la imposici¨®n totalitaria, lo que le vali¨® dur¨ªsimos castigos. El p¨²blico, sin embargo, la sigui¨® adorando. El cr¨ªtico Vadim Gayeski, que la asimilaba a un s¨ªmbolo de la libertad individual, la llam¨® la conquistadora del aire, y en los a?os sesenta, despu¨¦s de una funci¨®n en el Bolshoi, el escritor Bor¨ªs Levnov-Anojin, ante la forma f¨ªsica de la bailarina, se acerc¨® a elogiarla: "Usted podr¨¢ bailar hasta los setenta a?os, Maya Mijailovna". A lo que la diva respondi¨®: "Podr¨¦ bailar, pero no me podr¨¢n mirar". Los a?os han pasado. Plis¨¦tskaya se acerca a la cifra maldita, y a¨²n se la puede mirar, reclamando para la danza grandes alas desde sus brazos de diosa.