Los chinos se quedan sin Madonna
El primer ministro Li Peng proh¨ªbe las antenas parab¨®licas
Las apetencias y extrav¨ªos de los chinos hab¨ªan alcanzado estos dos ¨²ltimos a?os contornos aberrantes. No satisfechos con hacerse ricos y comer caliente, quer¨ªan saber: decenas de miles instalaban antenas parab¨®licas para comparar el culebr¨®n nacional con el de Hong Kong, la indecencia de Madonna con el recato de los solistas patrios y las verdades de la CNN o la BBC con las del Diario del Pueblo. Despu¨¦s comentaban con los amigos. ?Y la construcci¨®n del socialismo? Siempre al quite, el partido ha prohibido las antenas que no hayan pasado el visto bueno de la censura.El primer ministro, Li Peng, rubric¨® la orden que refuerza el monopolio informativo del Partido Comunista Chino (PCCh) con un recordatorio del objetivo fundamental: "Promover una civilizaci¨®n de espiritualidad socialista". Prop¨®sito tan loable como imposible de conseguir. El chino con 50.000 pesetas en el bolsillo para instalar la parab¨®lica se ha hecho a las tetas de Madonna y le gusta comprobar que, aunque las cadenas de televisi¨®n brit¨¢nica y norteamericana tambi¨¦n ocultan o manipulan, la prensa oficial lo hace mucho m¨¢s y m¨¢s seguido. Particulares, comunidades laborales o de vecinos e Incluso casas cuartel en lugares remotos disponen de aparatos para captar se?ales del exterior. Son 40.000 seg¨²n el registro del Gobierno, pero millones en otros c¨¢lculos. T¨¦cnicos en el sector de la comunicaci¨®n piensan que ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible eliminar todas las antenas porque numerosas factor¨ªas provinciales, a las que se ha amenazado con el cierre, cuentan con medios para producir componentes en cadena y no es probable que todas cumplan las instrucciones. Las directrices de 1991 se ignoraron.
Cien millones de audiencia
Mientras tanto, el trabajador modelo, recto y viril, ya no tiene gancho y gusta m¨¢s "el se?or Carrington" de Dinast¨ªa, las ejecutivas que se abren paso a dentelladas en Hong Kong o Taiwan o las mulatonas del frenes¨ª musical Make my day, de Buju Banton, en la MTV. Entre el campeonato mundial de los pesos pesados de la Star TV y un serm¨®n del Bur¨® Pol¨ªtico no hay color. Por eso, el PCCh intercala la propaganda con v¨ªdeos musicales, pel¨ªculas del gusto popular y dramones made in China; La rueda de la fortuna, sexo, infidelidad conyugal y abusos infantiles, fue seguida por 100 millones de personas. En la preparaci¨®n del tremebundo serial Definitivamente, te quiero, el canal estatal gast¨® 100 millones de pesetas.Los informativos son harina de otro costal. Trece de cada 100 chinos tienen televisi¨®n, principal instrumento adoctrinador del partido. Li Peng es habitualmente citado por los informativos de la BBC y la CNN por su destacada y voluntariosa labor en la represi¨®n militar del 4 de junio de Tiananmen, y esas dos cadenas emiten peri¨®dicamente secuencias de aquella jornada en sus historias sobre China. Algunos campesinos conocen ahora que durante el desalojo de la plaza no s¨®lo cayeron soldados. La orden gubernamental, que establece multas de m¨¢s de un mill¨®n de pesetas, al cambio, para sus infractores, proh¨ªbe importar platillos o instalarlos en casas, colegios, comercios, oficinas o edificios del Estado sin permiso gubernamental.
La CNN y la BBC deber¨¢n esperar en los hoteles tiempos mejores para penetrar en el mercado chino, pero el magnate de la comunicaci¨®n Rupert Murdoch, que en junio adquiri¨® el 64% de Star TV por 525 millones de d¨®lares, ambiciona coparlo. Est¨¢ dispuesto a pagar por ello con programas que no irriten al partido. Aunque las nuevas normas entorpecen sus planes, siguen las negociaciones con Pek¨ªn.
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