Constitucional alem¨¢n configura en su fallo una Europa 'a la carta'
El fallo del Tribunal Constitucional de Alemania sobre el Tratado de Maastricht ha dotado a Bonn de una cl¨¢usula optativa, similar a la que obtuvo el Reino Unido en la ciudad holandesa, con respecto a la uni¨®n monetaria, y ha establecido una serie de nuevos criterios con respecto al proceso de construcci¨®n europea que, de hacerse efectivos, configurar¨¢n una Europa a la carta en la que Bonn seleccionar¨¢ los platos, seg¨²n coincid¨ªan ayer pr¨¢cticamente la totalidad de los observadores pol¨ªticos y diplom¨¢ticos y subrayaban los medios de comunicaci¨®n. El viejo dilema de si despu¨¦s de la unificaci¨®n se impondr¨¢ una Alemania europea o una Europa alemana, parece empezar a despejarse.Lo cierto es que la decisi¨®n de los jueces de Karlsruhe ha sido acogida con satisfacci¨®n por todos, tanto por quienes presentaron los recursos de anticonstitucionalidad como por el Gobierno, la oposici¨®n y la prensa.
El Tageszeitung, el peri¨®dico de la izquierda alternativa, resalta del fallo "la conservaci¨®n de los derechos de soberan¨ªa" y asegura que el Constitucional autoriza a Alemania "a revocar el tratado en cualquier momento o a cerrar el grifo del dinero a la CE".
En el otro extremo, el conservador Frankfurter Allgemeine apunta en la misma direcci¨®n cuando reconoce que "en el extranjero llamar¨¢ la atenci¨®n que el tribunal apoye al Parlamento alem¨¢n en su decisi¨®n de votar de nuevo la entrada en vigor de la tercera fase de la uni¨®n monetaria, anulando el automatismo previsto en el Tratado de Maastricht no s¨®lo para los brit¨¢nicos, sino tambi¨¦n para Alemania (...). El a?o meta de 1999 ser¨¢ cada vez m¨¢s una propuesta pol¨ªticamente deseada, pero legalmente no vinculante".
Naciones diferentes
El rotativo de Francfort considera asimismo que "la vieja f¨®rmula de unos Estados Unidos de Europa, m¨¢s idealista que pol¨ªticamente tangible, ha sido sustituida por el reconocimiento realista de que una Comunidad Europea que pronto acoger¨¢ nuevos miembros ser¨¢ inevitablemente una Europa de naciones que se mantendr¨¢n diferentes". El S¨¹ddeutsche Zeitung cita a un diplom¨¢tico franc¨¦s sin identificar, que comenta: "Tras el superbanco de Francfort tendremos el supertribunal de Karlsruhe".
Entre la clase pol¨ªtica, sin embargo, la sensaci¨®n es, en primer lugar, de alivio, ya que se ha evitado el embarazo que hubiera supuesto un no de Karlsruhe, y, en segundo lugar, de satisfacci¨®n, porque las condiciones establecidas por los jueces hacen mucho m¨¢s f¨¢cil la tarea de vender Maastricht a los alemanes en un a?o electoral.
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