Joven / viejo
El buen pol¨ªtico, aun siendo joven, debe llevar dentro un anciano que atempere el rigor excesivo de sus juicios; de viejo, sin embargo, necesita a un joven que aligere el natural pesimismo que la experiencia deposita, junto al colesterol, en los vasos sangu¨ªneos. La dualidad joven / viejo referida a la actividad pol¨ªtica carece de sentido, pues ya vemos que ambas actitudes deben convivir dentro del mismo sujeto a lo largo de su carrera.Verstryrige es, en ese sentido, un modelo: no s¨®lo ha sido capaz de aprenderse La Internacional a una edad en la que uno, rompiendo todas las censuras internas, se afeita canturreando Monta?as nevadas, sino que, por lo visto, puede entonarla al mismo tiempo que levanta al pu?o. Matilde Fern¨¢ndez, en cambio, se hizo un l¨ªo y acab¨® bail¨¢ndola como si fuera una sardana: puro Alzheimer pol¨ªtico. Este espect¨¢culo simult¨¢neo, a dos pistas, lo dieron el domingo pasado en la clausura del XVIII Congreso de las Juventudes Socialistas, que no s¨¦ c¨®mo no me he enterado yo de los diecisiete anteriores con lo que me gustan los n¨²meros romanos.
El caso es que el ¨²nico que supo combinar en esta reuni¨®n el rigor de la madurez con la agresividad de la juventud fue Verstrynge, un reci¨¦n llegado que levanta el pu?o sin que parezca una amenaza. En el resto de los asistentes predomin¨® un sentimiento de esclerosis, incluso entre los j¨®venes cuyo secretario general entrante, sin embargo, dijo una frase hist¨®rica: "Felipe, los j¨®venes creen en ti, pero t¨² tienes que contar con los j¨®venes". O sea, lo que yo digo de la combinaci¨®n de madurez y juventud, que ejemplifica a la perfecci¨®n Verstrynge en Madrid y Fraga en Galicia: el mismo d¨ªa del congreso, de ¨¦ste dijeron las encuestas que se los come a todos porque est¨¢ hecho un cr¨ªo a pesar de los a?os. Nos est¨¢n rodeando.
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