Bebeto frena al Barcelona

Malas noticias para el Barcelona: la Liga sigue viva. El partido que podr¨ªa haber abierto un oc¨¦ano entre los azulgrana y sus rivales dej¨® la tabla como el canal de la Mancha con el t¨²nel en funcionamiento: los mejores se encuentran a tiro de piedra. En la s¨¦ptima jornada, igual que en la pasada campa?a, el Barcelona perdi¨® su primer partido, ante el mismo contrario y con el mismo resultado. El encuentro del posible respiro se transform¨® en el del primer agobio.

Los barcelonistas est¨¢n acostumbrados a tocar diferentes instrumentos, pero s¨®lo cuando coinciden en la melod¨ªa. Anoche, Guardiola, por ejemplo, tuvo que jugar el papel de secante de Claudio, lo que dio lugar a alguna curiosidad. Como que en la mayor parte del partido se encontrara m¨¢s retrasado que Ferrer, encargado de ser la sombra de Fran. La fluidez, entonces, se resinti¨® ante un conjunto, el Deportivo, que practic¨® el hostigamiento desde el medio campo contrario.

Si ofensivamente las cosas fueron mal para el Barcelona, entre las pocas ganas de encarar a Lia?o (jug¨® con s¨®lo dos delanteros hasta el 1 -0) y la falta de ligaz¨®n (Romario y Stoichkov estuvieron aislados en su parcela a falta de jugadores pegados a la raya de cal que abrieran el campo y facilitaran la apertura de huecos), defensivamente estuvieron peor.

El planteamiento t¨¢ctico de Arsenio Iglesias fue perfecto y golpe¨® a los pupilos de Johan Cruyff donde m¨¢s les dol¨ªa: por las bandas. El zorro de Arteixo coloc¨® sobre el c¨¦sped un 5-3-2 que, en movimiento, era un 3-5-2. Jug¨® defensivamente al achique de espacios en zona y en el despliegue tir¨® del viejo truco del dos por uno en las alas. Para ello cont¨® con dos parejas adecuadas que hurgaron en los poco aceitados rodamientos de la maquinaria defensiva adversaria.

Mientras Amor no sab¨ªa si quedarse con Mariano o seguir a Silva, a Juan Carlos le ten¨ªan que sacar de dudas sus compa?eros. "?Qu¨¦ hago?", se preguntaba el leon¨¦s. "?Cierro la banda o me pego a Bebeto?". Por la derecha, Silva (punto de referencia ofensiva del Deportivo en el primer tiempo) y Mariano volvieron del rev¨¦s su parcela. S¨®lo la aplicaci¨®n y el voluntarismo salvaron entonces a Zubizarreta y sus compa?eros.

Por la izquierda deportivista la situaci¨®n parec¨ªa m¨¢s controlada por los azulgrana. Entre Ferrer y Eusebio cerraron mejor a Fran y Nando. Hasta que, precisamente por esa banda (Ferrer estaba en ese momento descolocado tras ser atendido de un golpe) lleg¨® el gol de Bebeto. Porque el Deportivo jugaba bien t¨¢cticamente y tuvo delanteros capaces.

Despu¨¦s del 1 -0 lleg¨® el nerviosismo azulgrana y, poco despu¨¦s, la raz¨®n, que, claro, arrib¨® tarde. Primero, el influjo psicol¨®gico: el Deportivo termin¨® por perder el respeto al Barcelona. Su miedo se convirti¨® en desverg¨¹enza. Y los jugadores de Cruyff, en vez de sentirse mandones, se vieron ante otra partitura que nunca se les ha dado bien: remontar ante un rival crecido.

El t¨¦cnico holand¨¦s solt¨® a su tropa de reserva ("es un partido importante y jugar¨¢n los cuatro extranjeros", hab¨ªa advertido Carles Rexach), abri¨® el campo y aceler¨® sus acciones. El partido fue otro, pero el resultado el mismo. A la defensa m¨¢s segura de la Liga (Lia?o s¨®lo ha encajado un gol) es dif¨ªcil romperla en 30 minutos, aunque en un tris estuvo de hacerlo el cuadro catal¨¢n.