Alcobendas se 'moja' por la liberaci¨®n de Anabel

El llamamiento de 30 colectivos ciudadaos de Alcobendas (82.000 habitantes) para exigir la libertad de Anabel Segura la joven de 22 a?os secuestrada hace m¨¢s de seis meses- congreg¨® ayer frente al Ayuntamiento de la localidad a 2.000 personas. Tras una pancarta en la que pod¨ªa leerse "Libertad para Anabel", el grupo inici¨® una marcha silenciosa de m¨¢s de siete kil¨®metros hasta el domicilio de los padres de la secuestrada, en la urbanizaci¨®n Intergolf, situada en la zona residencial La Moraleja. Los padres de Anabel agradecieron a los manifestantes su apoyo.

Tras recorrer cinco kil¨®metros, otro grupo compuesto por unas 1.000 personas, vecinos de La Moraleja y trabajadores de la empresa Lurgi, Espa?a, propiedad del padre de Anabel, se unieron al grueso de la manifestaci¨®n, que concluy¨® frente a la vivienda de la familia.Rafael Escuredo, portavoz de la familia, encabezaba la manifestaci¨®n junto al alcalde de Alcobendas, Jos¨¦ Caballero, del PSOE, y los representantes de los colectivos vecinales convocantes del acto. Escuredo se?al¨®: "La marcha es una buena oportunidad para que los secuestradores se pongan en contacto con la familia y se pueda llegar a un entendimiento. Que llamen y la liberen".

Los integrantes de la marcha, que partieron de la plaza del Pueblo de Alcobendas a las 11.15, llegaron frente a la vivienda dos horas m¨¢s tarde, bajo una lluvia intermitente.

To?i, una joven del Consejo de la Juventud de Alcobendas, ley¨® entonces un comunicado dirigido a Anabel: "T¨² sabes por qu¨¦ estamos aqu¨ª, t¨² sabes por qu¨¦ hemos venido hasta tu casa, pensamos que ha llegado el momento de dar este paso...". El comunicado apunt¨® un reproche: "A aquellos que tienen la responsabilidad de encontrarte. Tu libertad vale lo mismo que la libertad de cualquier otra persona, se llame como se llame o resida donde resida", en referencia al despliege policial utilizado para buscar a Julio Iglesias Zamora, secuestrado por ETA.

El ambiente de optimismo entre familia, autoridades y organizadores contrastaba con las opiniones resignadas de otros asistentes: "Han pasado muchos meses...".