Fraga obtiene un triunfo electoral r¨¦cord

Manuel Fraga ha cosechado en Galicia el mayor ¨¦xito en elecciones auton¨®micas y generales desde el restablecimiento de la democracia en Espa?a. En contrapartida, el PSOE ha sufrido su mayor retroceso de todas las elecciones celebradas desde 1977. El fundador del Partido Popular obtuvo el respaldo del 52% de los gallegos para su segundo mandato como presidente de la Xunta de Galicia y duplic¨® sobradamente en votos a su rival socialista, Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo. Las elecciones auton¨®micas del pasado domingo van a polarizar muy probablemente la pol¨ªtica gallega entre el PP y los radicales del Bloque Nacionalista Galego, que han superado a los socialistas en cinco de las siete mayores ciudades de Galicia y se han quedado a s¨®lo 68.780 votos del PSOE.

El fracaso de los socialistas ha sido tan espectacular como el triunfo de los populares. El PP le ha doblado al Partido Socialista de Galicia en votos -748.552 frente a 336.459- y en esca?os -43 frente a 19-, y le ha derrotado en los siete principales municipios. Los socialistas han conseguido s¨®lo 68.780 votos m¨¢s que el Bloque Nacionalista Galego y han perdido la confianza de 213.000 electores en comparaci¨®n con los comicios legislativos del pasado d¨ªa 6 de junio.Los populares no han dudado en relacionar inmediatamente el desastre electoral de los socialistas con la gesti¨®n del Gobierno de la naci¨®n en los ¨²ltimos cuatro meses. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Rodrigo Rato, present¨® ayer el hundimiento del Partido Socialista de Galicia como s¨ªmbolo de castigo de amplios sectores sociales a los "enga?os" de Felipe Gonz¨¢lez en las recientes elecciones legislativas. Rato se?al¨® que no son los populares, como dec¨ªa Gonz¨¢lez entonces, sino los socialistas quienes han menguado el poder adquisitivo de los pensionistas y quienes est¨¢n recortando las prestaciones sociales.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, expres¨® su deseo, no sin alguna iron¨ªa, de que la victoria en las elecciones auton¨®micas gallegas le sirva al PP para convertirse en m¨¢s autonomista. Pero, seg¨²n declar¨® Fraga ayer mismo por la ma?ana, nadie es m¨¢s autonomista y m¨¢s galleguista que ¨¦l. "Eso s¨ª, nacionalista no lo soy de ning¨²n modo", afirm¨®.

Trabajar "en serio"

Desde el momento en que conoci¨® su triunfo electoral, lanz¨® una invitaci¨®n al di¨¢logo y a trabajar "en serio" por Galicia destinada tanto al PSOE como al BNG. El presidente electo hizo un llamamiento espec¨ªfico a los nacionalistas radicales para que "utilicen responsablemente la fuerza que el pueblo les ha dado". La respuesta del l¨ªder del Bloque Nacionalista Galego, Xos¨¦ Manuel Beiras, no se hizo esperar: 'Traga debe acreditar con los hechos sus prop¨®sitos y, en todo caso, el BNG seguir¨¢ actuando sin dejarse coaccionar".

Los socialistas, por su parte, optaron ayer por cerrar filas, probablemente por la magnitud' del desastre. En la sede nacional del partido, en Madrid, algunos miembros de la direcci¨®n se mostraban desolados, pero mantuvieron en el ¨¢mbito privado sus cr¨ªticas. Unas cr¨ªticas que apuntaban al riesgo de que los renovadores, sector encabezado en Galicia por Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo, conduzcan al PSOE por un camino que le haga perder importantes apoyos de izquierdas.

Parte del descenso del PSOE y del ascenso consiguiente del Bloque Nacionalista Galego se debe a que el propio Partido Popular de Galicia y en particular, su secretario general, Jos¨¦ Cui?a, se ha dirigido frecuentemente a los nacionalistas radicales como si fueran ellos la oposici¨®n por antonomasia.

Al despreciar a los socialistas como adversarios pol¨ªticos, los populares han allanado el terreno para que el BNG avanzara y, adem¨¢s, a costa del PSOE. En la misma ceremonia de disoluci¨®n del Parlamento y de convocatoria de las elecciones auton¨®micas, Manuel Fraga convirti¨® al BNG en el ¨²nico grupo de la oposici¨®n que mereci¨® ser mencionado, aunque fuera para descalificar sus modales pol¨ªticos. Unos modales que han eclipsado al Partido Socialista de Galicia incluso cuando ¨¦ste ha encabezado alguna airada protesta parlamentaria.

Votos de izquierda

Los socialistas afrontaron la campa?a electoral con una estrategia que se ha mostrado totalmente equivocada. Mientras Fraga recorr¨ªa cuatro y cinco poblaciones cada d¨ªa, el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, participaba en un par de m¨ªtines. Mientras el presidente de la Xurita esgrim¨ªa un cat¨¢logo aparentemente abrumador de obras realizadas, su rival socialista hablaba del futuro que ¨¦l quiere para Galicia, con tibias alusiones cr¨ªticas a la gesti¨®n del Gobierno auton¨®mico.

El ascenso del BNG es un premio del electorado de izquierdas a su estrategia de confrontaci¨®n abierta con el PP, a¨²n a costa de protagonizar esc¨¢ndalos parlamentarios y proferir toda clase de descalificaciones, casi siempre inspiradas en el pasado franquista del presidente de la Xurita.

Ante la certeza de que Fraga iba a conseguir la mayor¨ªa absoluta, los sectores ciudadanos m¨¢s hostiles hacia su figura y su talante parecen haber optado por una fuerza pol¨ªtica que les garantiza una guerra sin cuartel contra el Gobierno del PP. Entre los desplantes de Beiras y la tibieza de S¨¢nchez Presedo, el electorado de izquierdas ha optado claramente por lo primero.

La irrupci¨®n de una formaci¨®n nacionalista con tanta fuerza electoral es un fen¨®meno sin precedentes en la historia de Galicia. S¨®lo en la Segunda Rep¨²blica, el hist¨®rico Partido Galeguista hab¨ªa conseguido obtener diputados en Madrid, pero elegidos en las candidaturas del Frente Popular. El crecimiento del nacionalismo en Galicia depende en buena medida de c¨®mo el BNG sepa resolver sus contradicciones internas.

De momento, el BNG parece haber conseguido capitalizar el sentimiento de agravio de muchos gallegos ante el Gobierno central. El hundimiento de la pesca y la agricultura tras la entrada en la CE, las consecuencias de la reconversi¨®n industrial y el aislamiento secular de Galicia han sido el terreno abonado para el mensaje de Beiras.