El Tenerife se labra un dif¨ªcil viaje a Grecia

El Olimpiakos obtuvo un resultado esperanzador para decidir la eliminatoria frente al Tenerife en su infierno particular, el estadio Karaiskaki, en el Pireo griego. Los griegos plantearon el partido con la clara intenci¨®n de que todo tuviera que decidirse en su tierra. Al Olimpiakos s¨®lo se le vio en el gol del minuto 10. Nada m¨¢s. Petrovic renunci¨® a su figura Tsaluhidis y al delantero Protasov, dos titulares indiscutibles, con tal de enfrentar al juego ofensivo del Tenerife un bloque que no dejara fisuras.

Cuando el Tenerife decidi¨® aplicar la receta de su entrenador, el Olimpiakos qued¨® a su merced. Ya no se volvi¨® a ver aquella imagen de los primeros minutos en los que los griegos pusieron en jaque al conjunto blanquiazul. Valdano hab¨ªa recomendado a sus jugadores que jugaran con paciencia y con muchos toques. O sea, su f¨®rmula preferida. De esta forma pudo el Tenerife encarrilar un partido que ten¨ªa cuesta arriba tan s¨®lo 10 minutos despu¨¦s de su comienzo. Batista, el jugador m¨¢s incisivo del Olimpiakos, subi¨® por la banda derecha y le dej¨® un bal¨®n alto a Christensen, que ¨¦ste aloj¨® en las mallas.

El Tenerife no hab¨ªa tenido tiempo siquiera de coger el ritmo del partido. La aparici¨®n de Del Solar y Conte, en sustituci¨®n de los sancionados Redondo y Ezequiel Castillo, requer¨ªa cierta tregua para que el Tenerife engarzara bien sus l¨ªneas. Los griegos no se la dieron.

Despu¨¦s, el Olimpiakos, que hab¨ªa venido a Tenerife precedido de fama ultraconservadora, cedi¨® el campo y el dominio del bal¨®n al Tenerife. Error que pag¨® en el curso del partido, porque ello permiti¨® que el sistema del Tenerife se lubricara y que su f¨²tbol creativo comenzara a florecer.

Resurgi¨® as¨ª el juego inspirado y habilidoso de Felipe, que en el minuto 23 ya hizo salir de sus botas la primera jugada de peligro sobre la porter¨ªa de Strakosha. A partir de ese instante, funcion¨® el control del peruano Del Solar, que reaparec¨ªa esta temporada. El partido se convirti¨® en un continuo asedio sobre la porter¨ªa griega.

Las ocasiones de gol se sucedieron, pero no hubo acierto a la hora de resolver. Todo acab¨® con una renta m¨ªnima. Los hombres de Valdano tienen ahora por delante un dif¨ªcil viaje a Grecia. Se avecina otra jornada propicia para las heroicidades. Que se lo pregunten al Atl¨¦tico.