Un poco de demagogia
Desde que Tom Wolfe remach¨® para siempre a Nueva York como la hoguera de las vanidades, los gacetilleros e ingeniosos profesionales buscan con fruici¨®n la alternativa brillante para Madrid. Desde aqu¨ª se sugiere una: las brasas de la hipocres¨ªa. No deja de ser sarc¨¢stico que surja la estupefacci¨®n ante un escrupuloso informe de la Subdirecci¨®n General de Protecci¨®n al Consumidor, que, tras inspeccionar 28 locales de banquetes de bodas, bautizos y homenajes varios, llega a la conclusi¨®n de que la ternera no es de ?vila sino de Holanda, y el caviar de esturi¨®n, huevas de lumpo o el salm¨®n ahumado, palometa de San Blas.Naturalmente, la subdirecci¨®n general est¨¢ en su derecho de inspeccionar lo que considere oportuno. Eso, entre otras cosas, justifica su propia existencia. Ahora bien, los consumidores tambi¨¦n tenemos el derecho de exigir an¨¢lisis de mayor calado y enjundia. A saber: Inspecci¨®n de las promesas electorales -cualesquiera de ellas: generales, auton¨®micas o locales- y su cabal cumplimiento. Podemos preguntarnos
tambi¨¦n: ?cu¨¢ntas decenas de a?os de honradez -de la derecha o la izquierda- se han convertido en sumarios judiciales o, sin duda, en bochornosos espect¨¢culos? O indagar la relaci¨®n que existe entre la acumulaci¨®n de conocimientos, la obtenci¨®n de diplomas y las salidas laborales. (A¨²n sobreviven quienes recuerdan los tiempos en los que acabar una carrera era solucionar el futuro. Ahora hay que competir con miles de cualificados estructuralistas por un puesto de barrendero municipal). O disipar las sombras que existen entre los a?os de cotizaci¨®n y las garant¨ªas de disfrutar la pensi¨®n de jubilaci¨®n sin que nos alaben las ventajas de los planes privados de pensiones.
Tampoco estar¨ªa de m¨¢s preguntarse por la eficacia de las inversiones de lo recaudado por Hacienda, o por el balance de las empresas p¨²blicas y las ventajas que se derivan de todo ello para el consumidor. Incluso se deber¨ªa comprobar -y aqu¨ª entroncar¨ªamos de nuevo con las bodas y bautizos- el cumplimiento de las promesas que ofrece la Iglesia a quienes se casan o bautizan por su rito, en oportuno contraste con la dura realidad de los bufetes matrimoniales o el infierno.
Dicho de otra forma: lo de la palometa de San Blas, la ternera de Holanda y las huevas de lumpo son meros amagues de aficionados al lado de tantas promesas, terrenales o celestiales, incumplidas. Hoguera de vanidades, brasas de hipocres¨ªas... ?Loa al sector hostelero!
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