Las referencias a la unidad de Espa?a marcan la visita de los Reyes a Arag¨®n
Las referencias a la unidad de Espa?a y a la necesidad de mantenerla en concordia para conseguir el progreso salpicaron repetidamente los discursos de las autoridades en la jornada de visita a las localidades zaragozanas de Caspe (8.000 habitantes) y Sos del Rey Cat¨®lico (700), que los reyes de Espa?a vivieron ayer en Arag¨®n. Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa recorrieron las calles de las dos localidades emblem¨¢ticas, desde el siglo XV, en la configuraci¨®n de Espa?a.
Los Reyes fueron recibidos a mediod¨ªa en la localidad bajoaragonesa de Caspe (a 100 kil¨®metros de Zaragoza) por las principales autoridades regionales y tras saludar al Gobierno municipal y presenciar el baile del Bolero de Caspe, se trasladaron a pie hasta la colegiata de Santa Mar¨ªa ante cuya fachada, de finales del siglo XIV, fueron pronunciados los discursos.El alcalde caspolino, Mariano G¨®mez Callao (PSOE), tras expresar el agradecimiento del pueblo a los Reyes por la visita, resalt¨® la singular importancia de esta villa en la historia espa?ola: "Hace casi 600 a?os", dijo, "que los estados de la Corona de Arag¨®n eligieron a Caspe para resolver el m¨¢s grave problema surgido al conjunto de sus pueblos a lo largo de la historia, seguir unidos mediante un soberano com¨²n que en ese momento les faltaba. El Parlamento aragon¨¦s se opuso a la soluci¨®n del conflicto por las armas, buscando en el Derecho y en la ley estudiada por personas competentes y libres, un procedimiento que estuviese por encima de intereses personales: el Compromiso de Caspe".
"Caspe, como todo Arag¨®n", dijo tambi¨¦n el alcalde "tiene vocaci¨®n de unidad. Nuestro coraz¨®n nos llama a la cooperaci¨®n, a la suma y no a la resta. La presencia de la Corona nos muestra hoy, fisicamente, que nuestros v¨ªnculos con Espa?a son reales. Queremos y necesitamos cooperaci¨®n. Nuestra patria grande y nuestra patria chica que se construyen de nuevo".
Vocaci¨®n integradora
Por su parte el presidente del Gobierno regional, Jos¨¦ Marco, resalt¨®: "La vocaci¨®n integradora de Arag¨®n, el esp¨ªritu solidario de los aragoneses para con sus hermanos del resto de Espa?a, la forma peculiar de entender la unidad de los espa?oles que nuestro pueblo ha construido durante siglos, est¨¢ viva. En la Espa?a democr¨¢tica y constitucional configurada como Estado de las autonom¨ªas, Arag¨®n y sus hijos est¨¢n en la primera l¨ªnea de la solidaridad m¨¢s decidida".
El Rey manifest¨® en su intervenci¨®n: "Desde hace ya 15 generaciones sois los depositarios privilegiados de una de las m¨¢s hermosas tradiciones aragonesas: el apego a la justicia y a la ley y la decidida voluntad de resolver los problemas, grandes o peque?os, mediante el recurso al Derecho".
Don Juan Carlos se?al¨® igualmente que "aragoneses, catalanes y valencianos establecieron reglas de juego inteligentes, presididas por la firme decisi¨®n de hallar soluci¨®n pac¨ªfica y pol¨ªtica a su futuro com¨²n, que, en dos generaciones m¨¢s, ser¨ªa el de todos los pueblos de Espa?a". El Rey dio por terminado su discurso, se?alando que "Espa?a se hace fuerte cuando sus pueblos, ciudades y comunidades son fuertes".
Tras un recorrido por las calles caspolinas, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa dieron por concluida la visita con la inauguraci¨®n de un plaza que desde ayer lleva el nombre de Reyes de Espa?a. La fr¨ªa ma?ana, con muy baja temperatura pese al sol reinante, hizo que do?a Sof¨ªa reclamara un peque?o chal con que cubrirse del fr¨ªo. La segunda etapa de la visita de los Reyes a Arag¨®n se desarroll¨® en Sos del Rey Cat¨®lico, la localidad cuna de Felipe II, llamado despu¨¦s el Cat¨®lico, que acogi¨® con muestras de calor a los Reyes de Espa?a.
En esta localidad, tras saludar a las autoridades en la casa consistorial don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa visitaron la iglesia parroquial (siglos XXI-XIII) y el Palacio de Sadaba, lugar donde naciera el rey Felipe II.
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