En bandeja espa?ola

Alm¨®dovar busc¨® el coraz¨®n espa?ol y lo arroj¨® a sus amigos y admiradores. El director de cine manchego aprovech¨® el estreno de su ¨²ltima pel¨ªcula, Kika, para ofrecer ante m¨¢s de 3.000 invitados un espect¨¢culo de profundas ra¨ªces espa?olas. El mundo gitano de Joaqu¨ªn Cort¨¦s, las rumbas flamencas de Rossy de Palma y Mar¨ªa Barranco y el dolor mexicano de Chavela Vargas aparecieron en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid ante un mestizaje de p¨²blico que iba de lo m¨¢s exquisito a lo m¨¢s hortera. El morbo se concentr¨®, como no, en Bibi Andersen, quien despu¨¦s de ofrecer su tenue desnudo en Kika, se ech¨® un bailecillo de lo m¨¢s sensual. Los mayores aplausos fueron sin embargo para el rey de la noche y el anfitri¨®n perfecto, Almod¨®var, con su interpretaci¨®n de Toda una vida.La fiesta, con un coste de 10 millones de pesetas, fue ensayada como si de un rodaje se tratara. Desde una semana antes, los despachos de la productora de Pedro Almod¨®var El Deseo S.A. fueron ocupados por los participantes en el espect¨¢culo para sus ensayos. Incluso la misma ma?ana del jueves se hizo un ensayo general en el escenario del C¨ªrculo de Bellas Artes.

Tras la multitudinaria proyecci¨®n de Kika en un cine de la Gran V¨ªa madrile?a, que congreg¨® a decenas de curiosos que recibieron a Almod¨®var a los gritos de "Pedro, Pedro", los invitados del director bajaron caminando unos quinientos metros a lo largo de la calle hasta el lugar elegido para la fiesta. ?l prefiri¨® una gigantesca, limusina negra, de cristales tintados, para hacer el recorrido junto a todos los protagonistas de la pel¨ªcula. A las 2 de la madrugada, cuando comenzaba el espect¨¢culo, todav¨ªa segu¨ªa llegando gente al local ya abarrotado, donde el servicio de seguridad se vio obligado a cerrar las puertas ante la imposibilidad del hall del C¨ªrculo de Bellas Artes de acoger a todos los que intentaban acceder con sus invitaciones.

S¨®lo 400 elegidos o los m¨¢s avispados pudieron seguir en directo el espect¨¢culo ofrecido por la troupe de Almod¨®var en el peque?o teatro Fernando Rojas. El resto del p¨²blico se conform¨® con seguirlo a trav¨¦s de una pantalla gigante instalada en la llamada sala de columnas, donde, sin embargo, ten¨ªan la ventaja de tener a mano una enorme barra libre repleta de las mejores marcas de alcohol y refrescos. Y aqu¨ª, una ventaja impagable era el petardeo.

Un nuevo 'look'

El desfile de epatantes modelos, propios de anteriores fiestas de Alm¨®dovar, era esta vez menos sorprendente. Lo que prim¨® sin duda fue el lood gay. Hubo comentarios entre la gente para explicar este fen¨®meno. En uno de los grupos m¨¢s animados, cuyo centro era la hermana de Victoria Abril -ausente por razones de rodaje-, se comentaba que el look gay, tan arraigado en el paisaje nocturno madrile?o, ya s¨®lo deja sin respiraci¨®n a los que consideran que las claves de la cultura moderna pasan por los dinosaurios de Steven Spielberg y el lujo de las top-models.

Con traje negro de Basi y botines del mismo color, bebiendo ginebra con lim¨®n, Almod¨®var volvi¨® a demostrar el excelente showman que es. Ameno, a veces ¨ªntimo, muy castizo y con un perfecto dominio del medio, el director hizo de presentador de su espect¨¢culo. Despu¨¦s de las primeras buler¨ªas interpretadas por un grupo flamenco, apareci¨® Joaqu¨ªn Cortes. Guapo y chulo, vestido de gitano se?orito con sombrero negro, bail¨® un solo de una sole¨¢ y termin¨® con unos tangos. Se gust¨® ¨¦l y gust¨® a los dem¨¢s.

Las rumbas flamencas fueron reservadas a las actrices Mar¨ªa Barranco y Rossy de Palma. Ataviadas con unos estrech¨ªsimos pantalones de rayas verticales multicolores acabados en volantes y con boleros negros de exagerados escotes, le echaron un morro al baile, casi tan grande como las carnes que le sal¨ªan a Rossy de Palma por todas partes. Ofrecieron el t¨ªpico producto de la factor¨ªa Almod¨®var, con lo que las risas estuvieron garantizadas.

Como "la mujer m¨¢s guapa y m¨¢s valiente que he conocido, que de peque?a quer¨ªa parecerse a Ursula Andress y Raquel Welch", present¨® Almod¨®var a su inseparable Bibi Andersen. Con una bata de volantes blancos sobre un pantal¨®n del mismo color ajustado y terminado en campana, Bibi Andersen levant¨® a la gente de los asientos cantando canci¨®n espa?ola. Dijo que era la primera vez que lo hac¨ªa ante un auditorio tan amplio, que hasta ahora s¨®lo lo hab¨ªa hecho en fiestas de amigos y por la osad¨ªa de la que hizo gala no es de extra?ar.

El rollo de amor, pasi¨®n y emociones vino de la mano del d¨²o formado por Almod¨®var y Bibi. Canciones de siempre y un resultado aceptable, sobre todo cuando el director interpret¨® a solas, fueron lo m¨¢s destacable. Cuando un emotivo Almod¨®var comenz¨® los acordes de "Toda una vida estar¨ªa contigo ...", el teatrillo pareci¨® venirse abajo.

Las l¨¢grimas de Chavela

Pero cuando de verdad se vino abajo fue con la aut¨¦ntica cantante, la mexicana Chavela Vargas, quien actu¨® vestida con un espectacular poncho negro, rojo y blanco. Aplausos, l¨¢grimas y pasiones levant¨® esta cantante de 75 a?os que ha vuelto a encontrar en Madrid el ¨¦xito de anta?o. Canciones como Volver, Piensa en mi y Luz de luna, -que en Kika sirve de tel¨®n de fondo para el desnudo de Bibi- fueron algunas de sus interpretaciones.

Eran m¨¢s de las cuatro de la ma?ana cuando los asistentes empezaron a descender las escaleras como pod¨ªan y se organizaban para apurar lo que quedaba de la noche. Muchos quedaban todav¨ªa dentro. En todos se reflejaba la satisfacci¨®n de haber sido c¨®mplices de la fiesta de la temporada madrile?a.