La liberaci¨®n se produjo lejos de la zona rastreada
Polic¨ªa, Guardia Civil y Ertzaintza, a las ¨®rdenes del juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren, han tenido durante 117 d¨ªas un objetivo prioritario: localizar a Julio Iglesias. Ahora, con el reh¨¦n liberado en ?ibar, en el extremo opuesto de la zona de Guip¨²zcoa rastreada por las fuerzas de seguridad, se facilita la investigaci¨®n del paradero de los secuestradores y de las redes del cobro del rescate, estimado en al menos 500 millones. Julio Iglesias ser¨¢ interrogado hoy.
Durante meses se han peinado caser¨ªos de Guip¨²zcoa, se han inspeccionado con lupa las obras de ampliaci¨®n y reforma llevadas a cabo. Se han vigilado consumos de todo tipo en estas viviendas que pudieran evidenciar anomal¨ªas. Igualmente, se han controlado estrechamente los movimientos de la familia para seguir el curso de las negociaciones. Cada cuerpo se especializ¨® en una materia: la Ertzaintza intent¨® controlar los movimientos econ¨®micos de la familia, mientras que la polic¨ªa se encargaba de investigar posibles gestiones en el extranjero y la Guardia Civil peinaba sistem¨¢ticamente diversos puntos de la geograf¨ªa guipuzcoana. Una vez m¨¢s, las escuchas telef¨®nicas han sido clave. Esto permiti¨® seguir con bastante nitidez c¨®mo iban evolucionando las negociaciones. Se escudri?aron los movimientos de los abogados franceses y de elementos radicales abertzales, y se hallaron hilos esperanzadores.En este largo lapso, se establecieron controles sobre las sucursales que Ikusi -la empresa de Iglesias- tiene en Francia, Portugal y diversos pa¨ªses. Se estim¨® que la v¨ªa probable de pago ser¨ªa. una transacci¨®n financiera entre las empresas de Ikusi en Espa?a y cualquiera de sus sucursales en el extranjero. Tambi¨¦n se estableci¨® un control sobre un yate que la familia posee en Hendaya. En un momento dado se supuso que la familia utilizar¨ªa dicha embarcaci¨®n para recoger al secuestrado o entregar el rescate. El yate lleg¨® a ser cargado con abundante fuel, pero nunca lleg¨® a zarpar, ante la frustraci¨®n de los polic¨ªas.
Recientemente se supo por la polic¨ªa que la banda alegaba "dificultades t¨¦cnicas" para liberarlo. Esto se interpret¨® como que el peinado que realizaba la Guardia Civil en la zona del monte Adarra, cerca de Urnieta y Hernani, estaba impidiendo la liberaci¨®n del reh¨¦n. La Guardia Civil intensific¨® el rastreo. Unidades de los GRS (Grupos Rurales de Seguridad) y GES, (Grupos Especiales de Seguridad) del instituto armado participaron en la operaci¨®n. Llegaron a acumularse 500 agentes. El Ej¨¦rcito del Aire, a petici¨®n de la direcci¨®n de la Guardia Civil, intervino en el barrido. Aviones militares dotados de c¨¢maras con sensores t¨¦rmicos radiografiaron la zona. Se confiaba en que la m¨ªnima variaci¨®n de calor detectada en el ¨¢rea permitiera localizar el zulo donde se hallaba Iglesias. Desde el primer momento, a pesar de haber volcado toda la carne en el asador, tanto fuentes de Interior como judiciales, mantuvieron sus reservas sobre la eficacia de este operativo. "Es improbable que d¨¦ algo, pero ser¨ªa una locura no hacerlo". Aliment¨® aun m¨¢s la sospecha de que la zona era la buena, el hecho de que se localizaran sendos zulos en este ¨¢rea construidos por Javier Lasarte, detenido por la Guardia Civil. Xabier Arzallluz, presidente del PNV, solicit¨® levantar el cerco para no poner en peligro la vida de Iglesias Zamora.
Tal afirmaci¨®n indign¨® a la Audiencia Nacional y a los responsables de Interior, que entendieron que tal actitud era contraria. al principio de actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad, que deben intentar tanto liberar al reh¨¦n como apresar a sus captores. Las fuerzas de seguridad han realizado detenciones en Guip¨²zcoa de decenas de elementos de la infraestructura de ETA para hallar pistas del zulo. Dos de los detenidos reconocieron haber alojado hasta al d¨ªa anterior al secuestro a dos etarras, Picabea e Intxuausti, a los que se supone autores de esta acci¨®n.
Pero ETA supo poner una distancia de seguridad entre su escondite y cualquier elemento de esta trama. La detenci¨®n d¨ªas atr¨¢s de una decena de elementos del aparato de fronteras en Francia tendr¨ªa que haber cortado, en principio, las comunicaciones entre las redes etarras de ambos pa¨ªses, pero posteriores entregas de materiales evidencian que a¨²n quedan canales operativos. Esto plantea el doble dilema de si los secuestradores han conseguido cruzar la muga (frontera) o siguen en Euskadi.
-Un alto responsable de Interior admiti¨® ayer que, aun felicit¨¢ndose del final feliz del secuestro, lamentaba que no fuera fruto de una intervenci¨®n de las fuerzas de seguridad. Entre los rescates m¨¢s altos pagados a ETA, figuran los de Emiliano Revilla (2.000 millones), Adolfo Villoslada (varios cientos), Andr¨¦s Guti¨¦rrez (140), Jaime Caballero (200), Diego Prado y Col¨®n de Carvajal (150), Jos¨¦ Lipperheide (150) y Luis S¨²?er (325).
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