Fantas¨ªa ecuestre

Hasta que el se?or ?lvarez del Manzano me hizo reparar en ello, no hab¨ªa ca¨ªdo yo en que a Madrid, entre otras cosas m¨¢s urgentes y necesarias, le falta una estatua ecuestre del ilustrado y desp¨®tico, en el mejor sentido de la palabra, si es que tiene alguno bueno, rey don Carlos III, un monarca que fue llamado "el mejor alcalde de Madrid" y cuya r¨²brica se?ala algunas de sus mejores piedras y monumentos. "Todo Madrid", exager¨® la infanta do?a Eulalia, hermana de Alfonso XII, "parece construido'por Carlos III". No es para tanto, aunque el rey alcalde, o m¨¢s bien sus ministros concejales, hicieron grandes y necesarias obras para el mejoramiento de la urbe.El alcalde ?lvarez del Manzano, que ha regado de estatuas, o de engendros de estatuas, las calles de la ciudad, quiere honrar a su coronado antecesor con caballo y pedestal, y como no est¨¢n los tiempos para despotismos, ni para ilustraciones, me temo, solicita la opini¨®n de sus administrados para ubicar el monumento.

Como Franco, que tampoco tuvo nunca mucha suerte con las estatuas ecuestres, al ser corto de piernas y rechoncho de talle, Carlos 111 fue un apasionado de la caza, un exhaustivo depredador de la fauna cineg¨¦tica, a la que acosaba diariamente as¨ª llovieran chuzos de punta o decisivos debates ministeriales. M¨¢s que a caballo, a Carlos III habr¨ªa que retratarle escopeta en mano, como hizo Francisco de Goya con este borb¨®n narigudo cuyas descabaladas facciones tomaban cualquier retrato en caricatura.

No es mi intenci¨®n descabalgar de su pedestal antes de que lo suban a este infatigable monarca con cara de hur¨®n, pero pienso que su monumento, m¨¢s que en el centro de la ciudad, como pretende el alcalde, deber¨ªa ubicarse en sus alrededores, en alguno de esos sotos y colinas que el irredento cazador coronado bat¨ªa sin desmayo, sin veda y sin tasa. All¨ª estar¨ªa m¨¢s a su gusto el rey, y all¨ª se ver¨ªa menos su desgarbada efigie, lo que no est¨¢ del todo mal en vista del gusto estatuario acreditado hasta ahora por el alcalde ?lvarez. Si alguno de sus futuros sucesores se viera un d¨ªa tentado a erigirle monumento a nuestro alcalde de hoy, puestos en vena de sugerencias, yo propondr¨ªa que lo erigiese bajo tierra, ocupando a perpetuidad. y con pleno derecho una magn¨ªfica plaza de garaje en uno de esos inn¨²meros aparcamientos con los que ?lvarez del Manzano ha horadado los cimientos de esta villa Gruy¨¨res de mis pecados, y sobre todo de los suyos.