Audacia

FightRob Halford (voz), Russ Parrish (guitarra), Brian Tilse (guitarra), Jay Jay (bajo), Scott Travis (bater¨ªa). Sala Canciller II. Madrid, a 28 de octubre.

La capacidad vocal y la presencia esc¨¦nica de Rob Halford, ilustre figura del heavy metal, convenci¨® por completo a la escasa pero afortunada parroquia que acudi¨® a su presentaci¨®n madrile?a. Su garganta alcanz¨® esas tesituras casi imposibles que le otorgaron fama y prestigio durante 20 a?os de trayectoria con Judas Priest. La gesticulaci¨®n con la que acompa?a cada nota pone de relieve un dominio excepcional de las Situaciones de directo.

Halford siente rejuvenecerse con el proyecto estrenado. El acoplamiento con las tendencias predominantes en el rock duro durante esta d¨¦cada demuestra su desprecio por la seguridad de los nombres establecidos. Priest es una instituci¨®n del estilo que no hab¨ªa entrado en crisis. En la ¨²ltima gira, en apoyo de Painkiller, la legendaria formaci¨®n brit¨¢nica hab¨ªa dado un importante paso adelante en su adaptaci¨®n a los tiempos que corren. No pareci¨® suficiente para este rapado vocalista: en aquel tour la apertura de los conciertos era asunto de Pantera, una joven banda norteamericana de influencia patente en el desarrollo musical de numerosas bandas del sector duro.

Halford abandon¨® esa acorazada imagen de cuero negro y tachas para decantarse por los tatuajes, los bermudas y las camisetas, s¨ªmbolo visual del nuevo rumbo adoptado. Pretend¨ªa que Fight fuese una aventura paralela a su banda de siempre, pero problemas contractuales y cruces de declaraciones llevaron a la ruptura con sus viejos compinches, no sin antes asegurarse la poderosa pegada del bater¨ªa Travis. En vivo, esta formaci¨®n presenta una aut¨¦ntica muralla de sonido donde las guitarras y la base r¨ªtmica se empastan para servir de implacable fondo a las contorsiones vocales de su l¨ªder. En el cap¨ªtulo de propinas, Halford quiso homenajear a sus paisanos Black Sabbath, forjadores del rock pesado durante los setenta, con la interpretaci¨®n de Sweet leaf, e inevitablemente, recurri¨® a su pasado para presentar una serie que engarz¨® Freewheel Burning, Solar Angels, Green Manalishi, Bloodstone. Fue un final gozoso para quien apuesta por la audacia en su madurez.