Orden de busca y captura por presunta corrupci¨®n contra el empresario italiano Carlo de Benedetti

La magistratura de Roma irrumpi¨® ayer de lleno en la confusa y tensa actualidad italiana con una orden de detenci¨®n, tan inesperada como pol¨¦mica, por presunta corrupci¨®n contra Carlo de Benedetti. El presidente de Olivetti, de 59 a?os, es uno de los tres mayores empresarios de Italia. La orden, que no pudo ser ejecutada porque De Benedetti estaba ilocalizable -aunque ha prometido presentarse el martes a la justicia-, coincide con otro pronunciamiento de la misma Audiencia que exculpa al presidente de la Rep¨²blica, Oscar Luigi Scalfaro, de toda responsabilidad en el caso de los servicios secretos.

El propio Scalfaro hab¨ªa denunciado en la noche del viernes un "intento de desestabilizar las instituciones" con "falsedades, intrigas e insinuaciones", antes de exigir, mediante un gesto sin precedentes, a la magistratura romana que aclarara si ¨¦l estaba implicado en las investigaciones desencadenadas por uno de los agentes secretos que han hecho fortunas invirtiendo y especulando con los fondos negros de los servicios. El agente en cuesti¨®n ha declarado que tambi¨¦n se lucraron con dichos fondos los ministros del Interior entre 1982 y 1992, uno de los cuales fue Scalfaro.La iniciativa de la misma magistratura romana de detener a De Benedetti no es un hecho comparable a las insinuaciones sobre Scalfaro, ya que el ingeniero de lvrea no es extra?o a los hechos que se le atribuyen: haber pagado comisiones ilegales en el Ministerio de Comunicaciones para conseguir que Olivetti entrara en la renovaci¨®n de los sistemas telef¨®nicos italianos.

Sin embargo, la orden de captura ha sorprendido, ya que fue el mismo De Benedetti quien puso tales hechos en conocimiento de los magistrados, cuando se present¨® voluntariamente a declarar ante los jueces de Mil¨¢n, el pasado 16 de mayo.

"De Benedetti ha demostrado con hechos en tiempos recientes la m¨¢s amplia disponibilidad ante la magistratura", record¨® ayer Marco Luca, abogado del empresario. El letrado a?adi¨® que esa actitud no cambiar¨¢ tras la orden de detenci¨®n y que su defendido comparecer¨¢ "cuanto antes".

La noticia caus¨® tambi¨¦n preocupaci¨®n en medios sindicales, dado que el grupo De Benedetti, con una facturaci¨®n anual de 16 billones de liras (alrededor de 1,4 billones de pesetas), sigue en la lista de las principales empresas privadas italianas a la Fiat de Giovanni Agnelli y a la Finninvest de Silvio Berlusconi.

"La justicia tiene que llegar al fondo, pero no podemos olvidar que, tras algunos empresarios, hay actividades nacionales e internacionales y decenas de miles de puestos de trabajo", declar¨® ayer el secretario del sindicato socialista UIL, Pietro Larizza.

Seg¨²n noticias no confirmadas, la misma magistratura de Mil¨¢n, que abri¨® las investigaciones sobre De Benedetti, ve con reservas la iniciativa de sus colegas romanos que se apoderaron de este caso tras plantear un conflicto de competencias.

Los jueces milaneses de Manos Limpias, como se llama en Italia a la campana anticorrupci¨®n, han sido hasta ahora cautos ante los dirigentes m¨¢ximos de los mayores grupos que hayan colaborado en las investigaciones. Uno de estos, Cesare Romifi, consejero delegado de Fiat, est¨¢ implicado junto a De Benedetti en otra investigaci¨®n sobre el pago de comisiones relacionadas con la construcci¨®n del metro de Roma.

Otras investigaciones de la magistratura de Tur¨ªn apuntan igualmente a De Benedetti. Su saldo de sinsabores procesales se ha incrementado considerablemente desde que, hace dos a?os, fuera condenado en primera instancia por cooperaci¨®n en la quiebra del Banco Ambrosiano, la famosa entidad de Roberto Calvi, del que el n¨²mero uno de Olivetti fue vicepresidente durante pocos meses.

Negocios en Espa?a

Hijo de un peque?o fabricante de tubos, proveedor de Fiat, Carlo de Benedetti desarroll¨® el negocio familiar y lleg¨® a ser consejero delegado de la empresa automovil¨ªstica de Tur¨ªn, en los a?os setenta, antes de conquistar Olivetti y lanzarse al mundo como uno de los candidatos a convertirse en un gran magnate de la Europa unida. La Societ¨¦ G¨¦n¨¨rale de Belgique (SGB), que no logr¨® conquistar, fue su primer fracaso y el fin de sus sue?os de gran banquero europeo. Su segunda pelea fue italiana, frente a Silvio Berlusconi, por el control del grupo Mondadori. De ella De Bendetti sac¨® al menos el control de La Repubblica, el peri¨®dico italiano m¨¢s vendido.

[En Espa?a, el consorcio de participaciones de De Benedetti es Cofir (Corporaci¨®n Financiera Reunida), fundado en 1987 y con una cartera que ronda los 3 1. 000 millones de pesetas en firmas, entre las que destacan NH Hoteles, Bodegas Berberana, Sotogrande, Cofipsa, Fontir y M¨¢ximo Dutti, informa Efe. En el primer trimestre de este a?o, Cofir cerr¨® con unos beneficios de 807 millones de pesetas, con un aumento del 29,53% respecto al mismo periodo de 1992.]