Obras P¨²blicas duda si construir la gran presa de Matallana

La Secretar¨ªa General de Obras P¨²blicas reconsidera el proyecto de construir una presa de grandes dimensiones en Matallana (Guadalajara). La causa de esta marcha atr¨¢s reside en que la obra, que abastecer¨ªa a Madrid, se ha topado en un mismo ministerio con dos criterios distintos: el de la Direcci¨®n General de Obras P¨²blicas -favorable- y el de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente -ambiguo-. Ante la falta de entendimiento de sus hermanos menores, la c¨²pula ministerial ha tomado cartas en el asunto y ser¨¢ la que decida si se construye o no la macropresa.

Mientras la Direcci¨®n General de Obras P¨²blicas sac¨® a licitaci¨®n a finales de septiembre la construcci¨®n de una presa de 147 hect¨®metros c¨²bicos -m¨¢s grande que la de Valmayor (124) y un tercio de la del Atazar (425)-, la Direcci¨®n General de Medio Ambiente hac¨ªa p¨²blica la semana pasada una Declaraci¨®n de Impacto Ambiental ambigua, pero que no se opon¨ªa expresamente a las obras.En ella se indicaba que la soluci¨®n viable para regular la cabecera del r¨ªo Jarama consiste en levantar una presa de tan s¨®lo 80 hect¨®metros c¨²bicos a una cota inferior a los 987 metros de altura, y no a los 1.009 metros propuestos. Esta medida tiene como fin no sepultar bajo las aguas el pueblo de Matallana, pr¨¢cticamente abandonado.

Pero despu¨¦s relacionaba una serie de condiciones cuyo cumplimiento permitir¨ªa construir la presa, sin especificar si se refer¨ªa a la grande o la peque?a.

Una lectura literal del texto daba v¨ªa libre, pues, a la construcci¨®n de la presa grande, en contra de la cual se han manifestado reiteradamente grupos de ecologistas.

Habitualemnte, cuando la negativa al proyecto de un gran embalse ha sido firme, las declaraciones de impacto :se han formulado en t¨¦rminos tajantes y claros: "Se informa desfavorablemente el proyecto". As¨ª ha ocurrido en los casos de los embalses proyectados en Cerros Verdes (Badajoz),, Oma?as (Le¨®n) y Vidrieros (Palencia), ninguno de los cuales se construir¨¢ debido a decisiones del ministerio, ratificadas con informes negativos de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente.

Asegurar reservas

En el caso de Matallana no ha sido as¨ª. Prueba de ello es que el gerente del Canal de Isabel II Roque Gistau, se felicitaba de que el informe ambiental permitiera construir la presa grande para asegurar las reservas del abastecimiento de agua a Madrid.

La Direcci¨®n General de Obras Hidr¨¢ulicas y la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo confirmaron asimismo que se har¨ªa la presa grande, tal como se indica en el anuncio de licitaci¨®n aparecido en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.

Fuentes de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente han precisado despu¨¦s que la interpretaci¨®n que se desprend¨ªa de la citada declaraci¨®n de impacto -redactada de una manera muy confusa (v¨¦ase EL PA?S del s¨¢bado 23 de octubre)- no era la correcta.

Ahora explican que, si no hay m¨¢s remedio que hacer un embalse, debe ser el de menos volumen (80 hect¨®metros c¨²bicos) y a condici¨®n de que se borren los caminos y se impida el paso de veh¨ªculos privados por el entorno.

La contradicci¨®n entre esta postura, aparentemente firme, y la iniciativa de licitar una presa de mayor envergadura, respaldada por la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo y el Canal de Isabel II, han conducido a que el Ministerio de Obras P¨²blicas y Medio Ambiente delegue en manos de Jos¨¦ Alberto Zaragoza, secretario general de Planificaci¨®n, la tarea de mediar en la resoluci¨®n de la presa definitiva.

El proyecto de la presa de Matallana arranca de un decreto de hace casi cuarenta a?os (1954) con la idea de aprovechar el agua en las cabeceras de los r¨ªos Jarama y Sorbe para el abastecimiento de Madrid, a condici¨®n de que luego fueran depuradas y reutilizadas en regad¨ªos.