Coches sobre los huesos muertos
Cientos de restos reposan en aparcamientos y plazas que en su d¨ªa fueron cementerios
A Diego de Silva y Vel¨¢zquez nadie le llevar¨¢ flores el d¨ªa de difuntos. Sus huesos, bajo el asfalto de Madrid, descansar¨¢n esa noche, como otros cientos de cad¨¢veres, comprimidos por las decenas de veh¨ªculos que aparcar¨¢n ignorantes sobre el pavimento. Aunque muchos lo desconozcan, bajo los pies de los madrile?os y en los lugares m¨¢s insospechados reposan los osarios an¨®nimos de sus antepasados.Jos¨¦ I Bonaparte mand¨® derribar la vieja parroquia de San Juan. En su lugar se proyect¨® una plaza que se llamar¨ªa De los Ramales, muy cerca del Palacio Real. El templo, levantado en 1254, conten¨ªa en su interior el cuerpo de un pintor de la Corte llamado Vel¨¢zquez. La l¨¢pida que cubr¨ªa sus restos se perdi¨® al derribarse la iglesia.
Los huesos fueron miserablemente esparcidos por el solar.
Despu¨¦s, una humilde columna y una placa recuerdan que, en alg¨²n lugar de la plaza, se hallan los restos del genial pintor sevillano. Hoy, el d¨ªa en que los vivos honran a los muertos, nadie le llevar¨¢ flores.
Pero si una plaza sirve como cementerio an¨®nimo, el Ayuntamiento de Madrid no puede ser menos. Cuando se derrib¨® la iglesia de San Mart¨ªn, el cuerpo del marino Jorge Juan fue trasladado a la casa consistorial. All¨ª le fueron concedidos honores militares como capit¨¢n general. Poco despu¨¦s, y a pesar de las alharacas oficiales, el rastro de sus huesos se perdi¨® para siempre. Seg¨²n el cronista Mesonero Romanos en su libro Antiguo Madrid, los restos del ilustre navegante "yacen ignorados en alg¨²n rinc¨®n o s¨®tano de la casa consistorial".
Parecida suerte corrieron personajes ilustres como Lope de Vega, Claudio Coello, Juan de Herrera, Cervantes o Calder¨®n de la Barca. Los huesos de este ¨²ltimo fueron trasladados continuamente de una iglesia a otra, hasta que por fin se decidi¨® enterrarlos en el pante¨®n de hombres ilustres de Atocha. La escritora Mar¨ªa Isabel Egea afirma en su libro Casas, cosas y casos de Madrid que "no hay duda de que Madrid es la ciudad que m¨¢s muertos ha perdido".
Pero no s¨®lo han desaparecido las tumbas de destacados personajes de la capital. En la plaza de Tirso de Molina, y hasta 1840, existi¨® un convento llamado De la Merced. A pesar de ser derribado, su necr¨®polis nunca fue trasladada. A principios de los a?os veinte, con la construcci¨®n de la estaci¨®n de metro, los huesos de los monjes comenzaron a aparecer. Como nadie sab¨ªa qu¨¦ hacer con los osarios, fueron depositados en los andenes y recubiertos con azulejos. All¨ª descansan desde entonces.
Incluso hay barrios enteros construidos sobre cementerios. Es el caso de Vallehermoso y Arapiles: los edificios de viviendas se asientan sobre suelo que en el siglo XIX se dedicaba a los difuntos. La ampliaci¨®n urban¨ªstica de Madrid borr¨® del callejero seis sacramentales, dos en Arganzuela y cuatro en Chamber¨ª.
Cuando Andr¨¦s M. Z., de 82 a?os, se asent¨® en el barrio de Atocha, todav¨ªa hab¨ªa entierros en el cementerio de San Sebasti¨¢n. "La entrada principal estaba en la calle M¨¦ndez ?lvaro. El guarda ten¨ªa una huertecita junto a la vivienda. Esto era el a?o 28 o 29. Luego, dejaron de enterrar".
"Lo ¨²ltimo que qued¨® fue un pante¨®n con una c¨²pula enorme. Ser¨ªa de alguien ilustre. Los mendigos se met¨ªan por las noches a dormir en los nichos vac¨ªos. En los a?os cincuenta, cuando explanaron el terreno para construir unas naves, sacaron a¨²n algunos restos". Las cercan¨ªas del Cerrillo de San Blas, en El Retiro, han servido durante a?os como camposanto a una desaparecida iglesia.
Caso parecido al de otros cementerios m¨¢s peque?os que se extienden por todo Madrid y de los que apenas quedan restos y documentaci¨®n. En la esquina de las calles ?ncora y M¨¦ndez ?lvaro, a escasos metros de la estaci¨®n de Atocha, a¨²n permanecen en pie nueve cipreses en l¨ªnea, testigos mudos de alg¨²n cementerio desaparecido.
C¨®mo llegar a los camposantos de ahora. Cementerio de la Almudena. Autob¨²s 15 desde la Puerta del Sol; n¨²mero 28 desde la plaza de la Independencia; 106 y 110. La l¨ªnea 110 entra en en el camposanto, desde la plaza de Manuel Becerra, y la 113, desde el Fluente de Vallecas. Cementerio de Carabanchel. Autob¨²s 4 desde Atocha; 108, desde la estaci¨®n de metro Urgel; y 118, desde la glorieta de Embajadores. Cementerio Sur. Hay una l¨ªnea especial de autob¨²s desde la plaza El¨ªptica. Sacramentales de San Justo, Santa Mar¨ªa y San Isidro. L¨ªnea 17, desde la plaza Mayor.
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