Dios perdona, la Iglesia no

Hay algo de desconcertante en las directrices apenas emitidas por la Iglesia cat¨®lica en materia de sexo. (...) Los divorciados y casados por segunda vez constituyen el punto m¨¢s lejano; m¨¢s externo a la moral sexual cat¨®lica. (...) Sin embargo, la Iglesia establece que pueden (...) volver a recibir los sacramentos siempre que "se comprometan a interrumpir la actividad sexual y a transformar su relaci¨®n en un v¨ªnculo de amistad, afecto y ayuda mutua". (...) Adem¨¢s, les recomienda recibir los sacramentos " en una iglesia en donde no sean conocidos, para evitar el esc¨¢ndalo".(...)Para entender mejor los significados, positivos y negativos, que la Iglesia ve en el sexo, hay que considerar los contextos en los que habla del sexo, tanto del sexo l¨ªcito como del prohibido. Esos, significados, son tantos, pero falta uno. No toma nunca en consideraci¨®n, ni siquiera para combatirlo, aquel al que la psicolog¨ªa da m¨¢s importancia: el sexo como conocimiento. (...)

En las directrices impartidas por la Iglesia sobre sexo, el sexo como experiencia es siempre vicio, instinto, nunca lenguaje. (...) Al pedir a los divorciados y nuevamente casados que est¨¦n juntos con su pareja pero sin practicarlo, la Iglesia les pide que convivan sin conocerse el uno al otro. (...) Con ese consejo es como si la Iglesia lanzara a los que considera como m¨¢ximos pecadores esta advertencia: "Dios os perdona, yo no".