Un magnate internacional
Carlo De Benedetti, de 58 a?os, es uno de los hombres m¨¢s ricos de Italia, donde las listas de potentados le sit¨²an inmediatamente detr¨¢s de la familia Benetton con su negocio de confecci¨®n, que cubre casi todo el mundo. Es tambi¨¦n un magnate de nivel internacional que figura en la lista de los 200 multimillonarios del universo.Pero en su pa¨ªs, el ingeniere, como es conocido De Benedetti, representa sobre todo el patr¨®n de quien dependen 38.000 puestos de trabajo. Es tambi¨¦n un elemento decisivo en la formaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. Adem¨¢s de su conocida afici¨®n a pronunciarse con plena libertad sobre los grandes temas de la actualidad pol¨ªtica, social y econ¨®mica, De Benedetti controla el semanario L'Espresso y el diario La Repubblica, que con una difusi¨®n media de 730.000 ejemplares diarios es el m¨¢s vendido de Italia.
Sus or¨ªgenes son modestos. Hijo de un peque?o fabricante de tubos, crecido en los ambientes hebreos del Piamonte (aunque acomodados son extra?os a la reducida ¨¦lite dirigente de la econom¨ªa italiana), Carlo De Benedetti se hizo cargo del negocio familiar en 1959 tras graduarse en Tur¨ªn en ingenier¨ªa.
Gui¨® la empresa de tubos hacia una expansi¨®n que alcanz¨® su dimensi¨®n de crucero tras la fusi¨®n con Gilardini, una conocida f¨¢brica de piezas para autom¨®vil en una ciudad dominada por la Fiat.
El grupo de los Agnelli fue precisamente el altar de la consagraci¨®n de Carlo De Benedetti como empresario al ser nombrado consejero delegado en mayo de 1976. Pero su armon¨ªa con los accionistas mayoritarios dur¨® s¨®lo 100 d¨ªas. En septiembre de 1976, De Benedetti dejaba Fiat con una jugosa liquidaci¨®n y otra no menos generosa compensaci¨®n por la venta de la empresa familiar.
Tales fueron los fondos que en la d¨¦cada siguiente permitieron al ingeniere su expansi¨®n internacional, en buena parte truncada, y la compra de Olivetti, empresa que ha convertido en un gigante de la inform¨¢tica y que hoy es su imagen de marca.
Olivetti, que hace s¨®lo cinco a?os ten¨ªa 57.000 empleados, sufre un duro proceso de ajuste para enderezar una situaci¨®n que el a?o pasado por primera vez en una d¨¦cada se tradujo en p¨¦rdidas de 168.000 millones de liras (m¨¢s de 14.000 millones de pesetas).
Los n¨²meros rojos parecen mucho m¨¢s contenidos ya este a?o, pero los sindicatos temen que las incidencias penales de su presidente puedan volver a empeorar las cosas.
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