El baile en los pasillos sorprende a los viajeros

Los t¨²neles del metro se convirtieron en escenarios, los viajeros en p¨²blico y los silbidos de los trenes en parte de la m¨²sica que utilizaban los grupos de baile que ayer actuaron en varias estaciones del metro de Madrid. Estos espect¨¢culos de danza subterr¨¢nea se prolongar¨¢n hasta ma?ana y forman parte de las actividades del Festival de Oto?o. Casi ning¨²n usuario contaba con encontrarse semejante algarab¨ªa. Sus caras y sus reacciones lo demostraban . La estaci¨®n de Oporto, por ejemplo, se encontraba tomada a ¨²ltima hora de la ma?ana por la compa?¨ªa de ?frica Morris.

Tanto los que se apeaban del tren en Oporto (L¨ªneas 5 y 10) como los que pasaban por las taquillas se topaban ayer con cuatro danzarines bailando a son de atronantes instrumentos de percusi¨®n. Entonces todo eran caras de sorpresa e indecisi¨®n: pararse a mirar o pasar de largo. A los que iban con m¨¢s prisa, no les quedaba m¨¢s remedio que atravesar el espacio esc¨¦nico -los pasillos y las escaleras de la estaci¨®n-, mezclarse con los bailarines e irremediablemente convertirse en parte del espect¨¢culo. Otros decid¨ªan pegar su asombro contra una pared y observar la funci¨®n."Hemos estado ensayando, pensando en sortear a la gente que camina por el metro. Conceb¨ªamos a los viajeros que vienen y van como parte de la coreograf¨ªa", comenta ?frica Morris. Esta core¨®grafa reconoc¨ªa estar bastante sorprendida por la cantidad de gente que hac¨ªa un alto en el camino para ver el espect¨¢culo. "Los bailarines estaban un poco abrumados con tanta gente a su alrededor", segu¨ªa Morris.

Antonio Palaz¨®n, coordinador de Danza en el metro, se mostraba plenamente satisfecho con la experiencia. "De momento, no ha habido ning¨²n problema y la reacci¨®n del p¨²blico no ha podido ser mejor", comentaba.

Puerta del Sol, seis y media de la tarde. Debajo de las escaleras autom¨¢ticas hay un amasijo de peri¨®dicos iluminados por focos y por todas partes gente apretada intentando encontrar un hueco para ver algo, aunque muchos no saben muy bien qu¨¦ ser¨¢. Siete figuras blancas comienzan a descender por las escaleras mec¨¢nicas mezcl¨¢ndose con alg¨²n viajero despistado. Son los bailarines de la compa?¨ªa de Carl Paris, "seres raros que visitan el metro, extraterrestres o algo as¨ª", seg¨²n este bailar¨ªn, que se refer¨ªa as¨ª a su espect¨¢culo: "Ha sido una especie de experimento mezclando varias culturas. Me ha hecho mucha ilusi¨®n bailar para la gente de la calle".

Sin duda, los m¨¢s sorprendidos de todos eran los viajeros que ten¨ªan la mala suerte de aparecer justo cuando el espect¨¢culo acababa de terminar. No acertaban a adivinar por qu¨¦ tanta gente aplaud¨ªa en un t¨²nel del metro.

Pero el n¨²mero no ha terminado, si alguien se ha quedado con ganas. Hoy hay espect¨¢culo en cuatro estaciones: Plaza de Espa?a (Fuga, de 11.30 a 12.00 y de 16.00 a 16.15), Arg¨¹elles (Sable Danza, de 12.15 a 12.45 y entre 16.30 y 17.00), N¨²?ez de Balboa (Olga Mesa; 13.15 a 13.45 y de 17.30 a 18.00) y Sol (?frica Morris, de 14.15 a 14.45).