Productos no vendidos en Espa?a

El Ministerio de Sanidad espa?ol, como los del resto de la Comunidad Europea, ha recibido de las autoridades sanitarias alemanas una relaci¨®n ,completa, elaborada por la polic¨ªa alemana, de todos los centros y laboratorios implicados en el esc¨¢ndalo de la sangre contaminada.Seg¨²n esta lista, la sangre de la principal empresa responsable de la distribuci¨®n de productos contaminados, UB Plasma, ha sido distribuida en hospitales locales alemanes y en un laboratorio "ninguno de cuyos productos est¨¢ autorizado en Espa?a", aseguraron fuentes de Sanidad. Las mismas fuentes indicaron que no es conocida en nuestro pa¨ªs la otra empresa implicada, Biotest, que ha vendido sus productos sangu¨ªneos en Grecia y Arabia Saud¨ª. Suiza y Austria han sido tambi¨¦n destino de partidas de productos contaminados, seg¨²n datos preliminares- de la investigaci¨®n.

Los contagios de sida a trav¨¦s de hemoderivados o transfusiones han sido un drama dificil de evitar en todos los pa¨ªses del mundo hasta que en 1985 se dispuso de los reactivos necesarios para determinar la presencia del virus en la sangre.

Indemnizaciones

El Reino Unido, primer pa¨ªs europeo en crear un fondo de indemnizaci¨®n, registraba el ano pasado 1.200 hemof¨ªlicos afectados; Portugal, 300, todos ellos a causa de productos de una empresa austriaca; Dinamarca, un millar de casos; Espa?a, 224 enfermos de sida por transfusiones y 485 hemof¨ªlicos, seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas oficiales, aunque se estima que asciende a 1. 147 el n¨²mero total de infectados por hemoderivados.

El caso alem¨¢n tiene, sin embargo, unas caracter¨ªsticas propias s¨®lo comparables por el momento al surgido en Francia en 199 1, ya que en ambos pa¨ªses se ha distribuido sangre a sabiendas del riesgo de que transportara el virus del sida.

En Francia fue responsable el Centro Nacional de Transfusi¨®n Sangu¨ªnea (CNTS), dejando tras de s¨ª una estela de 1.500 hemof¨ªlicos infectados. El esc¨¢ndalo, que lleg¨® a implicar al ex primer ministro socialista Laurent Fabius, supuso el encarcelamiento del director del centro Michel Garreta.

Como en otros pa¨ªses de la CE, Espa?a ha tenido que ceder a las presiones de los afectados (hemof¨ªlicos y receptores de transfusiones) habilitando subvenciones. El argumento nunca ha sido el reconocimiento de una posible negligencia m¨¦dica o administrativa, sino la necesidad de "reparar un da?o" a aquellas personas que han contra¨ªdo el VIH a consecuencia de tratamientos en el sistema sanitario p¨²blico. Las ayudas se aprobaron por un real decreto el 28 de mayo de 1993.