"El PSOE deber¨ªa acercarse al PP; yo lo har¨ªa si hubiera ganado"
Aznar (Madrid, 1953), inspector de finanzas del Estado, casado, con tres hijos, ha logrado transformar la Alianza Popular de resabios franquistas, llevar el partido a su r¨¦cord de votos y convertirlo en una referencia reconocida como alternativa al Gobierno del partido socialista. La entrevista se celebr¨® en su domicilio de Madrid. Mientras su hijo menor, Alonso, de cuatro a?os, se asomaba con curiosidad a la sala, el l¨ªder del PP explicaba las razones para el di¨¢logo y lamentaba sus l¨ªmites. Pregunta. Ha apostado por el di¨¢logo al decir que ahora no piensa en los votos, sino en que el pa¨ªs salga adelante. ?Por qu¨¦ este giro?
Respuesta. Di¨¢logo y oposici¨®n no son excluyentes, sino complementarios. Es m¨¢s, el di¨¢logo fortalece la alternativa. Del radicalismo, del exceso, nunca sale una posici¨®n congruente ni positiva. El ciudadano demanda una alternativa con voz razonable, capaz de ofrecer soluciones, de luchar contra la crisis y de superarla. Es lo que yo quiero. Y no tengo ninguna sensaci¨®n de giro. Es congruente con lo que dije en los debates de Presupuestos y de investidura.
P. Algo debe haber cambiado. Su actitud anterior era de cr¨ªtica en¨¦rgica.
R. Es que abrir ahora un proceso de di¨¢logo no significa que no se vaya a mantener un nivel de cr¨ªtica y oposici¨®n muy alto. Se va a mantener y es l¨®gico. Es una funci¨®n esencial dentro del sistema. En el debate de investidura definimos la situaci¨®n como de crisis ¨¦tica, econ¨®mica e institucional; defendimos la necesidad de recuperar equilibrios institucionales y pedimos conversaciones para afrontar tanto el reequilibrio como la crisis econ¨®mica. El Gobierno ha rechazado luchar conjuntamente con el PP contra la crisis econ¨®mica, la m¨¢s importante. En cambio, tiene inter¨¦s en una pol¨ªtica que ellos llaman de impulso democr¨¢tico, y nosotros, de regeneraci¨®n institucional.
P. ?Es el Gobierno el que reduce el acuerdo al ¨¢rea institucional?
R. Es p¨²blico y notorio que frente a la crisis m¨¢s importante, la econ¨®mica, opta por el pacto con los nacionalistas, no por afrontarla con apoyo del PP.
P. ?Qu¨¦ posibilidades ve de pacto?
R. Hacen falta rectificaciones. El acuerdo depende de la voluntad de rectificaci¨®n del Gobierno. Si hay una renuncia a la pol¨ªtica de patrimonializar o instrumentalizar las instituciones, los acuerdos ser¨¢n posibles. Si el impulso democr¨¢tico se queda en el intento de cubrir vacantes de Defensor del Pueblo o en el Consejo del Poder Judicial, ser¨ªa un intento frustrado.
P. ?Ocurri¨® algo en la entrevista de La Moncloa que le hiciera cambiar de orientaci¨®n? Se ha hablado de repartos del pastel o de reformas electorales para beneficiar a los dos grandes partidos.
R. Los terrenos de la fantas¨ªa son libres, porque son gratis, pero tienen poco que ver con la realidad.
P. Algunos sectores que le jaleaban ahora le atacan. ?Es un precio que debe pagar por aceptar el di¨¢logo?
R. Si tengo que pagar alg¨²n precio ser¨¢ el de mi independencia, ninguno m¨¢s. El precio de la independencia es negarse a consideraciones de inter¨¦s particular, a lo que no sea estrictamente el inter¨¦s general. El radicalismo es una v¨ªa est¨¦ril, y el exceso, en pol¨ªtica o en periodismo, tambi¨¦n.
P. ?C¨®mo interpreta el nerviosismo del PNV tras el encuentro con el presidente del Gobierno en La Moncloa?
R. En partidos como CiU o el PNV hay una apelaci¨®n continua a la gobernabilidad y la estabilidad, pero hay que ver c¨®mo se aplican. Cuando cada vez que se necesita un voto se plantea una reivindicaci¨®n auton¨®mica no se contribuye a la gobernabilidad, sino a acelerar las elecciones generales. No se estabiliza la situaci¨®n, se contribuye a hacerla inestable. Quiz¨¢ en esa reacci¨®n se manifest¨® lo que algunos interpretan como contrario a sus intereses inmediatos. Si las reglas de juego no funcionan, hay m¨¢s oportunidad de ventajas para algunos partidos nacionalistas.
P. Se hablaba de una especie de aversi¨®n entre Felipe Gonz¨¢lez y usted.?Sobre qu¨¦ bases se han entendido ahora?
R. Me parece bastante absurdo que Gonz¨¢lez pretendiese negar la realidad de un partido s¨®lido como el Partido Popular, con m¨¢s de 8.200.000 votos, de la misma forma que me parecer¨ªa absurdo que el PP negara que el Gobierno tiene la responsabilidad de intentar gobernar. Tal vez durante bastante tiempo ha existido una clara decisi¨®n pol¨ªtica de intentar ignorar estas realidades. Que se empiece por reconocer la realidad es buen s¨ªntoma. Los di¨¢logos son normales. Estoy dispuesto a estudiar todo lo que pueda ser ¨²til para que los espa?oles recuperen confianza, luchen mejor contra la crisis y puedan vencerla. Hay quien puede pensar que conviene echar le?a al fuego. Yo no voy a hacerlo.
P. El anuncio de que el PSOE aceptara enmiendas del PP al Presupuesto, ?es una mano tendida?
R. Entra en el funcionamiento ordinario del Parlamento. Tenemos un Gobierno d¨¦bil y una situaci¨®n muy comprometida. La crisis econ¨®mica es muy grave, el partido en ¨¦l Gobierno est¨¢ desunido, el Ejecutivo no tiene mayor¨ªa parlamentaria y existe una evidente presi¨®n de partidos nacionalistas. Todo eso produce una situaci¨®n de debilidad estructural para afrontar la crisis.
P. ?Puede interpretarse que acepta corresponsabilidad hasta cierto punto para que el sistema funcione?
R. La responsabilidad le corresponde al Gobierno. A m¨ª me corresponde hacer an¨¢lisis y plantear las alternativas; pero no contribuir¨¦ a empeorar una situaci¨®n de por s¨ª muy grave. No creo que el Gobierno pueda con la situaci¨®n. Su pol¨ªtica, que da lugar a contraprestaci¨®n por cada voto, puede desembocar en nuevas elecciones, pero no porque nosotros lo deseemos.
P. ?Por qu¨¦ le dijo a Felipe Gonz¨¢lez telef¨®nicamente, tras las elecciones, que no se reunir¨ªa con ¨¦l hasta despu¨¦s de la investidura?
R. Es cierto que antes del encuentro en La Moncloa hubo dos conversaciones telef¨®nicas. El 7 de junio felicit¨¦ a Gonz¨¢lez por su triunfo electoral. Tuve otra conversaci¨®n poco antes de la investidura. Gonz¨¢lez estaba recibiendo a IU, a los sindicatos, a los empresarios, al PNV, a CiU... Con mucho gusto acept¨¦ el di¨¢logo, pero indiqu¨¦ que deb¨ªa hacerse despu¨¦s. Nosotros no hab¨ªamos interferido en las decisiones para formar Gobierno y Gonz¨¢lez deb¨ªa llegar con las manos lo m¨¢s libres posible al debate de investidura. Si se ha tardado varios meses en abrir el di¨¢logo no ha sido nuestra responsabilidad.
P. Tras la entrevista y la primera reuni¨®n formal PP-PSOE , ?cree m¨¢s en el cambio del cambio?
R. Nunca he cre¨ªdo.
P. ?Y ahora?
R. Tampoco. En el debate de investidura ya dije que no esperamos s¨®lo palabras, sino hechos. Cuando se produzcan, a lo mejor empiezo a creer algo.
P. ?Luego va al di¨¢logo sin confianza en que llegue a buen puerto?
R. No s¨¦ lo que har¨¢ la otra parte pero el PP va con buena fe para llegar a resultados ¨²tiles para el pa¨ªs.
P. Hace hincapi¨¦ en el precio que hay que pagar a los nacionalistas. ?No ser¨¢ porque una v¨ªa de gobierno estable debilita al PP como alternativa?
R. Se equivoca. A m¨ª me interesa que el Gobierno gobierne. Se le ha elegido para eso. Al pa¨ªs le interesa que se encuentre una f¨®rmula lo m¨¢s estable posible y que se tomen decisiones. Si lo que me pregunta es si el Gobierno ha escogido el camino m¨¢s ¨²til para combatir la crisis, la respuesta es que no.
P. ?Con qui¨¦n cree que deb¨ªa haber intentado pactar la estabilidad?
R. Eso depende de la voluntad de amplia rectificaci¨®n, que tal vez no exista. Hay tres opciones: la que ha tomado, que es onerosa para Espa?a; el acercamiento a IU, o un acercamiento al PP. La menos mala hubiera sido el acercamiento al PP y no es la que ha adoptado. No hablo de esa hip¨®tesis fantasmag¨®rica del Gobierno de gran coalici¨®n, que ni es necesaria ahora ni yo la deseo. Cosa distinta es que pod¨ªa haber aspectos determinantes solucionados de com¨²n acuerdo.
P. ?Ustedes se han ofrecido y ellos han elegido la soluci¨®n peor?
R. Lo hemos hecho p¨²blicamente.
P. Pero ahora incorpora una demanda de rectificaci¨®n, que suena a Julio Anguita, o de arrepentimiento, como dijo el secretario general de su partido.
P. Si tenemos 2.000 parados m¨¢s cada d¨ªa, si ha habido tres devaluaciones, si el d¨¦ficit p¨²blico supera el 7%, si existe una crisis industrial de gran envergadura, es evidente que tiene que haber rectificaciones en la pol¨ªtica econ¨®mica. Lo que me parece un error muy grave es hablar durante siete a?os de reformas estructurales, cuando un Gobierno con mayor¨ªa absoluta ha sido incapaz de abordarlas. ?Por qu¨¦ en Espa?a crece el pesimismo? Porque en la campa?a electoral Gonz¨¢lez no dijo la verdad, conscientemente. Se ocult¨® la gravedad de la crisis y se esgrimi¨® como la gran amenaza una victoria del PP.
P. Muchos que escuchan sus cr¨ªticas por los pactos con los nacionalistas se preguntan si usted no hubiera tenido que hacer lo mismo.
R, Acabo de exponer una filosof¨ªa y es la que yo hubiese intentado aplicar
P. ?Un acercamiento al PSOE?
R. Hubiera sido lo m¨¢s razonable Pero no se pueden asimilar ambas situaciones. La din¨¢mica que hubiese generado el cambio habr¨ªa abierto m¨¢s expectativas, mayor margen que un Gobierno continuista. El ¨¢nimo de los ciudadanos coincide bastante con esta opini¨®n. Un porcentaje elevado no est¨¢ conforme con el voto que dio al PSOE, le gustar¨ªa que el PP hubiese ganado.
P. Critica el papel de los nacionalistas desde la oposici¨®n. Si estuviera en el Gobierno quiz¨¢ tendr¨ªa otra visi¨®n.
R. Es un error anteponer una reivindicaci¨®n auton¨®mica a la situaci¨®n de crisis. Ser¨¢ soluci¨®n para un territorio o un partido, no para el pa¨ªs. La cesi¨®n del 15%, por ejemplo, es un error en este momento. Y adem¨¢s no es ¨²til para la financiaci¨®n auton¨®mica.
R. El PSOE le acusa de inhibirse sobre la reforma del mercado laboral.
R. ?Me puede decir cu¨¢l es la iniciativa que el Gobierno ha tomado sobre esa reforma, aparte de llevar hablando desde 1986? No la conozco. Y es una de las exigencias estructurales de la econom¨ªa espa?ola. En la situaci¨®n actual la recuperaci¨®n de los sectores productivos exige una gran flexibilidad. Lo que no puedo aceptar sin pedir responsabilidades es que Gonz¨¢lez diga ahora que deb¨ªa haberse hecho en los a?os de bonanza econ¨®mica. No la ha hecho ni en los de bonanza ni en los de crisis. Este Gobierno tiene un problema, llega siempre con seis o siete a?os de retraso.
P. El ministro de Trabajo, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, ha declarado que la Seguridad Social aguanta poco m¨¢s all¨¢ del a?o 2000. ?Es irreversible o hay alternativa?
R. En los pa¨ªses europeos existe un consenso generalizado sobre la necesidad de mantener unos niveles de protecci¨®n social, por razones econ¨®micas y de estabilidad social. El debate real se produce en torno a la universalizaci¨®n y la gratuidad total de las prestaciones.
La primera parece incompatible con la segunda y es necesario que algunas prestaciones est¨¦n sujetas a pago. En la gesti¨®n es donde se puede mejorar. Puede haber una gesti¨®n mixta, p¨²blica y privada, que ahorre recursos. No es posible mantener el Estado de bienestar tal como est¨¢ en una crisis estructural.
P. En el caso de la sanidad, ?d¨®nde se debe recortar, por ejemplo?
R. Puede haber miles de f¨®rmulas. ?Es normal que se paguen taxis o una ambulancia para realizarse un an¨¢lisis en un ambulatorio? ?Es indispensable?
P. ?Ver¨ªa razonable pagar una parte de la asistencia b¨¢sica?
R. Hay sistemas de salud p¨²blicos, como el brit¨¢nico, que permiten la libertad de elecci¨®n. ?Por qu¨¦ aqu¨ª no?
P. Se est¨¢ ahora en ello.
R. Pero el sistema actual se fij¨® hace s¨®lo 10 a?os; llegaremos, por tanto, con 10 a?os de retraso. No creo que la Seguridad Social deba pagar el quitarse patas de gallo. Debe atender necesidades apremiantes o de contenido social.
P. ?Y las tasas de la Universidad?
R. Lo m¨¢s importante es el principio de competencia, salvaguardar la igualdad de oportunidades y los niveles de calidad. Sobre el precio, no se pueden adoptar medidas incompletas.
P. Hablemos del reparto del trabajo. ?Cree que esta pol¨¦mica que cruza Europa se puede liquidar diciendo que es una estupidez?
R. Hablar en Espa?a de reparto del trabajo es un sarcasmo. ?Qu¨¦ se va a repartir si lo que hay que ver es c¨®mo crear empleo? Tenemos la necesidad nacional de aumentar nuestra tasa de ocupaci¨®n. La espa?ola, con un 38%, es la m¨¢s baja de todos los pa¨ªses de la CE. Es una equivocaci¨®n grav¨ªsima lanzar la idea de que con el esfuerzo o con el trabajo no se consigue todo, que hay que aspirar a trabajar menos.
P. ?Y c¨®mo crear puestos de trabajo?
R. Las cifras de inflaci¨®n han mejorado, pero porque estamos en recesi¨®n. Descienden el consumo y las importaciones, y con tres devaluaciones aumenta la capacidad exportadora. Pero el mantenimiento durante a?os de pol¨ªticas de tipos de inter¨¦s muy altos y elevada cotizaci¨®n de la moneda se ha llevado por delante parte del sector industrial. Superar la crisis va a costar much¨ªsimo. ?O es que las industrias que han ca¨ªdo, miles y miles, van a reabrirse de la noche a la ma?ana? Hay que actuar sobre la base fundamental del ahorro y la inversi¨®n. ?Para qu¨¦? Para llegar al momento de la recuperaci¨®n internacional en las mejores condiciones.
P. El Gobierno propone un ajuste para el pr¨®ximo a?o. ?Qu¨¦ errores ve en los Presupuestos?
R. La profundidad de la crisis se ha negado, al pa¨ªs no se le ha dicho la verdad, las propuestas no son ¨²tiles para superar la crisis.
P. Ha acusado al Ejecutivo de falta de realismo, pero como gobernante, ?qu¨¦ hubiera hecho ante el cierre de la f¨¢brica de Seat en la Zona Franca?
R. Una intervenci¨®n del sector p¨²blico no ser¨ªa positiva.
P. ?Y c¨®mo se puede, ayudarles entonces?
R. Est¨¢ claro que no tengo la responsabilidad de lo que se ha hecho en Seat. Y sobre la situaci¨®n general de la econom¨ªa s¨ª aseguro que, de haber ganado las elecciones, hubi¨¦ramos hecho una auditor¨ªa de las cuentas del pa¨ªs, afrontado el control del gasto, iniciado una reducci¨®n del d¨¦ficit, una reforma fiscal en beneficio del ahorro y la inversi¨®n, una reforma del sector p¨²blico que incluyese privatizaciones y m¨¢s eficiencia en la empresa p¨²blica, una reforma del mercado laboral recuperen la para hacer posible la creaci¨®n de empleo y una reforma de las Administraciones p¨²blicas.
P. Su partido ha ganado las elecciones en Galicia, pero ha perdido el Gobierno de Arag¨®n, como antes el de Cantabria, porque se le escapan diputados. ?Cu¨¢l es la raz¨®n de ese transfuguismo?
R. La mayor¨ªa de los ciudadanos espa?oles piensan que el PP es un partido unido y cohesionado, y aciertan. El problema del transfuguismo puede ser de incitaci¨®n de transfuguismo.
P. ?Va a apoyar una moci¨®n de censura contra Juan Hormaechea en Cantabria si la presenta el PSOE?
R. Hoy no hay ninguna raz¨®n para entrar en una moci¨®n de censura. No deseamos que contin¨²e Hormaechea, pero no entraremos en ninguna operaci¨®n de ventaja para nadie.
P. Pasadas las elecciones habl¨® de una segunda renovaci¨®n del partido...
R. Hace tiempo me propuse convertirlo en un partido de Gobierno y estoy muy satisfecho, cada vez se acerca m¨¢s a lo que deseo.
P. ?Cu¨¢l es su p¨®cima m¨¢gica para soltar lastre del pasado sin que se produzcan rebeliones?
R. Probablemente, la gran calidad del capital humano del PP, y si hay un peque?o secreto, secreto se queda.
P. ?Y no le preocupa que el presidente de las juventudes de su partido se plantee ser objetor de conciencia?
R. Su posici¨®n es respetable, si cree en conciencia que es lo que debe hacer. Nuestro partido representa la libertad de conciencia de las personas.
P. Ante la cita electoral europea, ?teme la aparici¨®n de un partido intermedio entre populares y socialistas?
R. Espa?a es un pa¨ªs serio. Hace tiempo que dej¨¦ de creer que cuatro ciudadanos en torno a una mesa puedan decidir el futuro pol¨ªtico. Lo curioso es que personas que aparecen en esos rumores, alentaron la famosa operaci¨®n Roca y la lanzaron porque estaban convencidos de que Fraga nunca iba a ganar. Ahora, tal vez piensan que hay que hacer la misma operaci¨®n, pero por lo contrario, porque vamos a ganar. Lo ¨²nico que quieren es ganar ellos"
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