La Sanidad y el Estado de bienestar

El Estado de bienestar entra en crisis fundamentalmente, y en primer lugar, por la rigidez de las pol¨ªticas monetaristas que se han llevado a cabo en los ¨²ltimos a?os, por la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa y el consecuente by-pass econ¨®mico hacia los pa¨ªses del este y sureste asi¨¢tico, y en segundo lugar por un aumento muy importante de los costes sociales debido al desempleo y al envejecimiento de la poblaci¨®n. Por otra parte, el Estado de bienestar es imprescindible si se quiere mantener unos servicios que hoy ya son derechos. Ante esta situaci¨®n y mientras no se encuentren las soluciones adecuadas a la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa antes citada, a los gestores de este Estado, como muy bien dice Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, hay que exigirles una urgente actualizaci¨®n de c¨®mo deben aplicarse estos derechos, que redefinan, junto con los agentes implicados, los niveles de prestaci¨®n, en unos casos al alza y en otros a la baja, que apliquen medidas de control del gasto inadecuado o despilfarro, huyendo del recorte indiscriminado, ya que ello es m¨¢s injusto que priorizar, definir y matizar, y que eliminen progresivamente el corporativismo. No olvidemos que, si a la sociedad se le pide que haga un esfuerzo colectivo y solidario mediante el IRPF y las cotizaciones, estos bienes deben gestionarse con la m¨¢xima eficiencia, siendo ¨¦sta la ¨²nica manera de mantener la credibilidad de esta forma de Estado.Por tanto, hay que ser escrupulosos al administrar los bienes sociales, y esto no se logra privatizando, como algunos propugnan, sino gestionando eficientemente y aplicando f¨®rmulas imaginativas (sociedades an¨®nimas de titularidad p¨²blica, consorcios, f¨®rmulas de pago y contratos que incentiven la productividad, conciertos con las entidades p¨²blicas y en algunos casos privadas que tengan el nivel adecuado de eficiencia y calidad, etc¨¦tera).-