A prop¨®sito del lanzamiento del cohete espa?ol

El pasado d¨ªa 22 deb¨ªan efectuarse los dos primeros lanzamientos experimentales del cohete espa?ol INTA 300 B desde la base experimental de El Arenosillo. El hecho de que s¨®lo se llevara a cabo uno de los lanzamientos ha dado pie a hip¨®tesis y valoraciones que se alejan de la realidad y que conviene aclarar, no tanto de cara a la comunidad cient¨ªfica especializada, como de cara a aquellos que, estando interesados en la materia, carecen de informaci¨®n suficiente.El experimento que se pretend¨ªa era triple. En primer lugar se trataba de verificar si el prototipo de cohete volaba satisfactoriamente o si ten¨ªa fallos de alg¨²n tipo. Recordemos que era su primera prueba real. En segundo lugar, de efectuar un experimento, en colaboraci¨®n con el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa (IAA, del CSIC), mediante instrumentos instalados a bordo para la medici¨®n de par¨¢metros de la alta atm¨®sfera. Por ¨²ltimo, se trataba de ver si algunas de las nuevas instalaciones de seguimiento, telemetr¨ªa y adquisici¨®n de datos, funcionaban satisfactoriamente.

El INTA 300 B es un prototipo de cohete de sondeo, con un motor de dos etapas, capaz de portar en su ojiva eyectable aparatos para efectuar experimentos cient¨ªficos durante su trayectoria por la alta atm¨®sfera. El prototipo constituye una de las etapas del programa Capricornio, que debe finalizar con un cohete capaz de poner en ¨®rbita un peque?o sat¨¦lite. Pero, con independencia de ello, los prototipos intermedios generados por el programa deben dar pie a productos comercializables en s¨ª mismos.

La obtenci¨®n del INTA 300 B ha obligado a recuperar la antigua experiencia del INTA en cohetes de sondeo atmosf¨¦rico, parada durante m¨¢s de doce a?os: en los tres ¨²ltimos a?os se han modernizado no s¨®lo las instalaciones disponibles, sino tambi¨¦n las tecnolog¨ªas anteriormente usadas. As¨ª, el INTA 300 B no s¨®lo ha requerido nuevos estudios aerodin¨¢micos y la realizaci¨®n de ensayos en banco est¨¢tico, sino que la mayor¨ªa de sus elementos m¨¢s importantes (aletas, iniciadores, ojiva eyectable, etc¨¦tera) son completamente nuevos y fabricados en los talleres del INTA. Se comprende, por tanto, que una parte important¨ªsima del experimento del d¨ªa 22 era el funcionamiento, en todos sus aspectos, del cohete. Era esencial que siguiese, con precisi¨®n, una trayectoria definida de antemano. Y as¨ª sucedi¨®, como ponen de manifiesto los datos trayectogr¨¢ficos obtenidos.

Los resultados del primer lanzamiento son fundamentales para las siguientes fases del programa Capricornio. La primero de ellos es la obtenci¨®n de un cohete-demostrador tecnol¨®gico -el INTA 600- capaz de alcanzar los 500 kil¨®metros de altitud con carga ¨²til, que permita verificar todas las tecnolog¨ªas b¨¢sicas del Capricornio y fabricado todo ¨¦l en Espa?a. La fase posterior y final es el dise?o y desarrollo del lanzador Capricornio.

Es evidente que el vuelo de un cohete comporta una larga serie de estudios y pruebas est¨¢ticas que s¨®lo se comprueban definitivamente con el vuelo de un prototipo. El vuelo del INTA 300 B ha confirmado, en este sentido, los estudios anteriores a su lanzamiento. Ha sido un ¨¦xito del equipo humano del instituto que trabaja en el programa Capricornio y que nos permite mirar al futuro con esperanza. Aun sin haber efectuado el vuelo del segundo prototipo, ya se puede asegurar que el cohete podr¨¢ ser comercializado para experimentar cient¨ªficamente en la alta atm¨®sfera. El segundo lanzamiento, que por parte del INTA podr¨ªa ser en diciembre, se efectuar¨¢ tan pronto los cient¨ªficos del IAA lo consideren conveniente en funci¨®n de que las tres variables -espacio temporal sin Luna ni Sol, condiciones de luminiscencia de la alta atm¨®sfera y estacionalidad- sean an¨¢logas a las del pasado d¨ªa 22.

El hecho de pretender lanzar los dos primeros prototipos del INTA 300 B en una misma noche no era de inter¨¦s desde el punto de vista de verificaci¨®n del cohete, aspecto para el que habr¨ªa sido mejor distanciar los lanzamientos en unos dos meses. Sin embargo, s¨ª era de inter¨¦s desde el punto de vista de la experimentaci¨®n del IAA, para lo cual conviene utilizar condiciones externas, a poder ser, id¨¦nticas. Por esta raz¨®n, se estim¨® que desde el punto de vista cient¨ªfico era pertinente intentarlo, perfectamente conocedores de los riesgos y limitaciones de todo proceso experimental.

Los datos obtenidos durante el primer vuelo han sido calificados por los cient¨ªficos del CSIC como de gran calidad y extremadamente ¨²tiles. Sin embargo, realizado ¨¦ste, tanto el INTA como el IAA prefirieron aplazar el segundo lanzamiento. ?A qu¨¦ fue debido?

El centro experimental de El Arenosillo est¨¢ siendo modernizado desde hace cuatro a?os con el fin de renovar unas instalaciones que se hab¨ªan quedado anticuadas. Sin embargo, ello no ha impedido que su equipo humano, trabajando con dichas instalaciones, tenga en su haber m¨¢s de 575 lanzamientos de cohetes de diversos pa¨ªses. Se trata de un centro experimental, cuya ¨²ltima instalaci¨®n a modernizar es la del los radares de seguimiento, que han sido fabricados ex profeso y ser¨¢n instalados a principios del pr¨®ximo a?o. Por dicha raz¨®n y conociendo los problemas que el material existente pudiera causar, en el experimento con el INTA 300 B se utiliz¨® un doble seguimiento trayectogr¨¢fico mediante dichos radares y, a la vez, mediante los nuevos sistemas optr¨®nicos situados junto al mar. Esto permiti¨® obtener la trayectoria completa del cohete. Asimismo, el sistema de telemetr¨ªa, cuya antena est¨¢ junto al edificio de control de operaciones, funcion¨® a la perfecci¨®n durante todo el vuelo.

Sucedi¨®, en embargo, que un retraso no previsto en la separaci¨®n de la ojiva provoc¨® una demora en la iniciaci¨®n del experimento del IAA y, por consiguiente, en la recepci¨®n de sus datos durante la trayectoria ascendente. Ello obligaba a revisar todos los circuitos del mecanismo de separaci¨®n de la ojiva del segundo prototipo disponible y, por tanto, aconsejaba no correr el riesgo de lanzarlo durante aquella noche. Lo contrario habr¨ªa carecido de sentido en un proceso experimental, con independencia de consideraciones econ¨®micas.

En definitiva, si repasamos los objetivos perseguidos, el balance es m¨¢s que satisfactorio. El prototipo de cohete vuela correctamente y se ajusta exactamente a la trayectoria prevista, lo cual abre la puerta a su comercializaci¨®n. A su vez, las mediciones en la alta atm¨®sfera correspondientes al experimento del IAA son excelentes. El problema a resolver ahora es el de separaci¨®n de la ojiva en el instante exacto que se pretende. Y es este problema el que ha impedido completar la experimentaci¨®n del IAA en una misma noche. Y aun as¨ª, el experimento total del IAA seguir¨¢ siendo perfectamente v¨¢lido -e importante-, lanzando el segundo prototipo cuando se den las condiciones externas equivalentes.

Sirva todo ello como reconocimiento a los hombres y mujeres del INTA y del CSIC que est¨¢n poniendo todo su saber y su saber hacer en la aventura cient¨ªfica y tecnol¨®gica de unos programas espaciales espa?oles.