Amin Maalouf dedica el Premio Goncourt a la paz en Oriente Pr¨®ximo
El escritor liban¨¦s piensa en la posibilidad de volver a su pa¨ªs despu¨¦s de 15 a?os
Hace apenas unos d¨ªas, Amin Maalouf declaraba en una cadena francesa de televisi¨®n que, por primera vez en tres lustros, empezaba a pensar en la posibilidad de volver a pisar el suelo de L¨ªbano. "Pero", a?ad¨ªa, "todav¨ªa no estoy decidido: me da mucho miedo la posibilidad de sufrir una gran decepci¨®n. El L¨ªbano real debe de ser muy diferente del que he so?ado durante todos estos a?os". Haga lo que haga, el primer pensamiento que el autor de Le¨®n el Africano tuvo ayer al recibir la noticia de que hab¨ªa ganado el premio Goncourt fue para su pa¨ªs. "Es", dijo, "el m¨¢s hermoso d¨ªa de mi vida. Estoy profundamente feliz por L¨ªbano".
Estaba cantado que Maalouf ganar¨ªa esta edici¨®n del GonCourt. En primer lugar, el otro gran aspirante, Marc Lambron, ya recibi¨® la pasada semana el premio F¨¦mina. En segundo lugar, Maalouf correspond¨ªa perfectamente al mensaje que el jurado del Goncourt quer¨ªa transmitir en este fin de milenio en el que reaparecen las pulsiones racistas, xen¨®fobas y nacionalistas.Como su personaje Le¨®n el Africano -un musulm¨¢n granadino que abandona su tierra tras la conquista por los Reyes Cat¨®licos, viaja por Marruecos y Egipto y termina en la corte pontificia de Roma-, Maalouf es un vagabundo mediterr¨¢neo. Es ¨¢rabe pero escribe en franc¨¦s unos libros que no son otra cosa que un permanente llamamiento al mestizaje cultural. Ya en Las cruzadas vistas por los ¨¢rabes, expres¨® su oposici¨®n al hecho de que los occidentales irrumpan en Oriente como elefantes en una cacharrer¨ªa, pero ello no le ha impedido solidarizarse con Salman Ruslidie. Maalouf, adem¨¢s, es liban¨¦s y una esperanza de paz clarea ahora el horizonte de Oriente Pr¨®ximo.
As¨ª que Maalouf ten¨ªa muchos n¨²meros para ganar la m¨¢s importante rifa literaria de Francia, y la gan¨® al mediod¨ªa de ayer en la tradicional ceremonia del restaurante Drouant. La novela que le vali¨® el galard¨®n fue Le rocher de Tanios (La roca de Tanios), su quinta novela y la primera que transcurre en L¨ªbano. "Me gusta trabajar con serenidad", explic¨®, "y mi pa¨ªs no pod¨ªa ofrec¨¦rmela mientras estuvo en guerra. S¨®lo me he sentido a gusto con un tema liban¨¦s ahora que L¨ªbano ha empezado a orientarse hacia un per¨ªodo m¨¢s calmo y sereno".
Le rocher de Tanios es un cuento situado en el L¨ªbano del siglo XIX. Maalouf rememora la "dulzura de la vida en una aldea de la monta?a libanesa, esa vida de la que guardo una nostalgia incurable pero en la que empiezan a florecer las vendettas que desembocar¨¢n en el ciclo de guerras civiles comenzado en 1975 y terminado apenas hace un par de a?os". La novela, situada en la aldea de Kfaryabda, se inspira en una historia real que le cont¨® a Maalouf su padre: el asesinato de un patriarca y la captura y ejecuci¨®n de su asesino.
Un ejemplo viviente
"Todo ser humano debe ser un lugar de encuentros entre diferentes pertenencias culturales y ling¨¹¨ªsticas", repet¨ªa ayer Maalouf mientras brindaba con champ¨¢n. Es una profesi¨®n de fe de la que ¨¦l es un ejemplo viviente. Maalouf naci¨® el 25 de febrero de 1949, en el seno de una familia grecocat¨®lica y en un L¨ªbano donde cohabitaban una quincena larga de comunidades. Su padre, poeta, pintor y fundador de dos diarios, le educ¨® simult¨¢neamente en ¨¢rabe, franc¨¦s e ingl¨¦s. Tras estudiar econom¨ªa pol¨ªtica y sociolog¨ªa, Maalouf comenzaba a trabajar como periodista en el diario beirut¨ª An Nahar cuando estall¨® la guerra civil. Decidi¨® exilarse.
Maalouf escogi¨® Francia, otro pa¨ªs que, hasta la reciente llegada al poder del ministro Charles Pasqua, proclamaba su condici¨®n de tierra de asilo, abierta a todos los vientos, crisol de fecundos mestizajes. Maalouf comenz¨® trabajando en Par¨ªs como redactor jefe de Jeune Afrique, lo que le hizo recorrer unos sesenta pa¨ªses y cubrir desde el final de la guerra del Vietnam a la revoluci¨®n isl¨¢mica iran¨ª. Al comienzo de los a?os ochenta se lanz¨® directamente a la escritura.
Su primer libro, Las cruzadas vistas por los ¨¢rabes, ofrec¨ªa el punto de vista de los invadidos. Su primera novela, Le¨®n el Africano, en la que desarrolla el tema de la convivencia de las culturas jud¨ªa, cristiana y musulmana, fue un ¨¦xito mundial de ventas. Luego vinieron Samarcanda, inspirada en la vida del poeta persa Omar Khayyam; Los jardines de la luz, que rescata la vida del fundador del manique¨ªsmo, y El primer siglo despu¨¦s de Beatriz, donde el autor se proyecta en la ciencia ficci¨®n.
"Pienso ante todo en L¨ªbano", afirmaba ayer el flamante premio Goncourt. "Es", a?ad¨ªa, "un pa¨ªs que ha sufrido much¨ªsimo, y me produce una gran felicidad el que ahora se le cite en relaci¨®n a la cultura y no a la violencia y la destrucci¨®n ". A Maalouf no se le escapaba que el pa¨ªs de los cedros va a necesitar "una larga convalecencia", pero interpretaba su triunfo en el Goncourt como un "signo positivo" que a?adir a "la promesa de paz en Oriente Pr¨®ximo".
En lo inmediato, Maalouf ir¨¢ al "encuentro de los lectores y los libreros franceses, para hablar un poco m¨¢s de Le rocher de Tanios". Luego quiz¨¢ viaje a Beirut. Sin embargo, no tardar¨¢ en reemprender su "vida de ermita?o". Amin Maalouf vive en un apartamento en Par¨ªs, pero escribe en la isla de Yeu, "Iugar de serenidad, lugar pr¨®ximo pero aislado del continente".
Babelia
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