"Hay que dignificar la FP"
Dos mujeres como ejemplos de avance profesional por este sistema de formaci¨®n
Beatriz Collado y Rosal¨ªa Mu?oz descubrieron que se parecen en muchas cosas el d¨ªa que el periodista las reuni¨® para que contaran su aventura profesional. Ambas se incorporaron muy j¨®venes al mercado laboral. Son tenaces. Y apostaron por la formaci¨®n profesional para avanzar. Pero ah¨ª se acaba el parecido.Mientras Rosal¨ªa trabaja como ¨®ptica, la profesi¨®n que aprendi¨® en un instituto polit¨¦cnico, Beatriz est¨¢ en paro tras haber trabajado con un contrato de formaci¨®n durante un a?o en el que asegura que no aprendi¨® nada.
La primera en explicar su historia es Rosal¨ªa. Beatriz la escucha y punt¨²a su relato con leves movimientos de cabeza, como si calibrase sus malas experiencias con la suerte de la otra.
"En realidad, a m¨ª me gustaba la mec¨¢nica de automoci¨®n", comienza Rosal¨ªa. Pero, a pesar de ello, cuando a los 25 a?os decidi¨® comenzar la FP porque estaba cansada de hacer de mensajera, de repartir propaganda o de limpiar casas, eligi¨® una cosa nueva, de la que no hab¨ªa o¨ªdo hablar nunca: ¨®ptica de anteojer¨ªa, explica Rosal¨ªa. Probablemente, la mejor decisi¨®n de su vida.
Beatriz escucha at¨®nita. Ella tuvo su primer contacto con el mundo laboral a los 17 a?os, hace ahora a?o y medio. 40.000 pesetas al mes vendiendo perfumes. "As¨ª que cuando me ofrecieron un contrato de formaci¨®n en una pizzer¨ªa de Getafe, donde iba a tener 25 horas de trabajo y 15 de formaci¨®n al mes, y adem¨¢s me iban a pagar m¨¢s, me cambi¨¦", cuenta.
A pesar de que a¨²n era menor, la pusieron en el turno de noche. Sal¨ªa frecuentemente a las cuatro o las cinco de la madrugada, hac¨ªa jornadas de 12 y m¨¢s horas y en lugar de las 60.000 pesetas m¨¢s gastos de transporte que tendr¨ªa que haber cobrado, le daban s¨®lo 49.000. De la formaci¨®n que iba a recibir, ni siquiera vale la pena hablar.
La empresa que la hab¨ªa contratado, explica, no ten¨ªa vocaci¨®n de formar a nadie, ni necesidad, ni infraestructura para ello. Los contratos de formaci¨®n de la pizzer¨ªa, como en tantas otras empresas, eran s¨®lo un medio -uno m¨¢s- de tener mano de obra barata. "Al fin y al cabo, yo ten¨ªa un contrato, porque hab¨ªa otros que ni siquiera eso", dice Beatriz. Rosal¨ªa salta en este punto. "Los empresarios muchas veces abusan de las ventajas que el Gobierno les ha dado en este campo".
Pero recalca que ella tuvo mucha suerte. Las pr¨¢cticas que realiz¨® los dos ¨²ltimos a?os de la FP le sirvieron para afianzarse profesionalmente. Antes de acabar, ya hab¨ªa encontrado un empleo en Imagen ¨®pticos, una ¨®ptica en el Zoco de Pozuelo.
Beatriz, por el contrario, tiene la sensaci¨®n de haber desaprovechado un a?o. Consciente de que la formaci¨®n era lo que menos importaba del contrato que hab¨ªa firmado, e sent¨ªa impotente para cambiar nada. "Tal como est¨¢ la cosa", exclama, refiri¨¦ndose a la dificultad de encontrar trabajo, "cualquiera abandona lo que tiene".
Pero los contratos de formaci¨®n no tienen la culpa, precisa Rosal¨ªa. Ella tambi¨¦n tuvo uno al principio, dice. Pero sus empresarias, explica -remarcando el g¨¦nero-, ten¨ªan intenci¨®n de establecer una relaci¨®n laboral m¨¢s estable con un trabajador al que hab¨ªan contribuido a formar. "Ahora tengo un contrato fijo".
En la pizzer¨ªa, por el contrario, no s¨®lo hab¨ªa varios empleados que no ten¨ªan contrato alguno. Luego se descubri¨® que el due?o tampoco pagaba la Seguridad Social de los pocos contratos que hab¨ªa hecho: el asunto ha acabado en los tribunales.
Ahora, ambas se explican sus planes para el futuro. Beatriz piensa en una formaci¨®n como secretaria -"en hosteler¨ªa no me vuelvo a meter"- Rosal¨ªa tiene tan buena experiencia de la FP que ha vuelto. Adem¨¢s de estar en la universidad para obtener el t¨ªtulo de ¨®ptica -"los laboratorios de la FP eran mucho mejores", observa de paso-, Rosal¨ªa acude de nuevo a La Paloma para asistir a cursos de la rama de madera. Sus trayectorias pivotar¨¢n alrededor de la FP: aunque Rosal¨ªa cursa ahora estudios universitarios, la formaci¨®n profesional ha sido fundamental en su vida. Mucho m¨¢s joven, Beatriz-que ahora tiene 18 a?os, sabe que su objetivo de lograr un buen empleo pasa por formarse adecuadamente.
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