La voz que reina
Whitney Houston
Whitney Houston (voz), Rickey Minor (bajo, direcci¨®n musical), Bette Sussman (teclados), Wayne Linsey (teclados), Carlos R¨ªos (guitarra), Kirk Whalum (saxos), Bashiri Jolinson (percusi¨®n), Michael Baker (bater¨ªa), Gary Houston, Olivia McCIurkin, Pattie Howard y Valerie Davis (coros). 10.000 personas. Precio: 3.900 y 4.800 pesetas. Palacio de Deportes. Madrid, 15 de noviembre.
Despu¨¦s de una boda de lo m¨¢s sonada con el cantante Bobby Brown, un hijo, problemas de metabolismo, una pel¨ªcula junto a Kevin Costner (El guardaespaldas) y una canci¨®n de su banda sonora millonaria en ventas (14 millones en todo el mundo y 300.000 en Espa?a), WhitneyHouston apareci¨® en Madrid y revent¨® el aforo.
Diez mil personas acudieron al reclamo de una voz de privilegiadas facultades. Sobrina de aquella enorme artista que fue Dionne Warwick, hoy relegada al olvido, la Houston no tiene mucho que ver con su t¨ªa. Lo que en Warwick era expresi¨®n a trav¨¦s del swing contenido y personal en la vocalizaci¨®n, se convierte en extraversi¨®n mediante el grito. Un grito perfecto.
Su actuaci¨®n estuvo marcada por el clasicismo. Desde su puesta en escena hasta los m¨²sicos y los arreglos. Manteni¨¦ndose a veces, las mejores, en la ¨®rbita de Marvin Gaye y con un sonido muy superior al habitual en el Palacio de los Deportes, Whitney Houston demostr¨® que su dominio del melisma, su facilidad para alcanzar los agudos desde las tesituras medias y su ajustada afinaci¨®n, la convierten en una cantante de primera fila.
Tras una primera parte muy ajustada, reapareci¨® cambiando traje largo por pantalones, para atacar un repertorio m¨¢s r¨ªtmico y discotequero, de ese que, inspir¨¢ndose en el soul, desciende hasta el sonido Filadeffla y acaba en la m¨²sica disco. Whitney Houston se hizo m¨¢s vulgar y las deficiencias de su repertorio m¨¢s patentes hasta que, metida en las baladas, su mejor aportaci¨®n, comenz¨® a capella su gran ¨¦xito: I'll always love you. Fue la rendici¨®n incondicional, la demostraci¨®n de que, a pesar de su falta de emoci¨®n por carecer de intimidad, su voz es la que reina.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.